Uruguay consiguió una gran victoria en Barranquilla al vencer a Colombia por 3-0. El primer tiempo terminó 1-0 con gol de Edinson Cavani, que hacía meses no empezaba en ninguna cancha un partido desde el minuto inicial, y los otros dos se consiguieron en el complemento por parte del interminable Luis Suárez, de penal, y el joven Darwin Núñez, que jugó en la segunda parte y puso el 3-0. Los celestes quedaron en zona de clasificación directa cuando aún faltan muchísimas jornadas, y consiguieron sus primeros tres puntos de visita en este año, además de ser el primer triunfo en Barranquilla en la historia de las Eliminatorias. Podés revivir las mejores jugadas del partido aquí.

Dice Tabárez, que esto así, sin público, y en las condiciones en que se compite, no es fútbol. Y sin embargo, lo que están jugando, ayer, el martes, y en cada partido de la clasificatoria que se juegue en estas condiciones, sin público, en burbuja, con ingenierías de viajes y cuarentenas, son el camino al evento más trascendente y único del fútbol, de ese mismo fútbol que no es ahora, pero que sin embargo es el que nos conduce a una de las mayores maravillas ecuménicas del mundo en paz: el Mundial de fútbol.

Tampoco lo es para nosotros, los que aprendimos a hacer la cola debajo de la torre de los homenajes de la Olímpica, los que dos horas antes del partido estábamos sentados en la escalera de la Ámsterdam. No lo es para quien revisa y resignifica jugadas y protagonistas en crónicas y comentarios, sin siquiera haberse estirado sobre el cemento, o sentir detrás de las puertas de los vestuarios esa única mezcla de linimento y ungüentos, con perfumes franceses, geles y desodorantes de marca.

Es todo más distante, detrás de las 32 pulgadas de una pantalla, y con el sonido ambiente de la cantinela de sabios y sabelotodos. Lejos, a 7500 kilómetros de los olores barranquilleros, del calor, la humedad, de la cumbia.

Darwin Núñez, luego de convertir su gol hoy, el 13 de noviembre, en estadio Metropolitano, en Barranquilla, Colombia.

Darwin Núñez, luego de convertir su gol hoy, el 13 de noviembre, en estadio Metropolitano, en Barranquilla, Colombia.

Foto: Mauricio Dueñas Castañeda, Efe

Esto es fútbol

Hizo un muy buen partido la oncena elegida por Tabárez, y la estrategia planteada, sostenida por el gol, pero además por la presencia de los futbolistas, y algunos encuentros colectivos seguros. Buena la postura inicial de Uruguay con Edinson Cavani jugando de Cavani, por todos lados, y Nico de la Cruz siendo candado de Juan Cuadrado, pero además preocupándolo. A los 5 minutos llegó nuestra gran alegría, cuando en tres cuartos de campo Nahitan Nández robó un pase cruzado de Yerry Mina, la jugó de inmediato con Luis Suárez, que devolvió al fernandino, quien entrando por puestos centrales habilitó por izquierda a Cavani, que remató cruzado para vencer a David Ospina. Una alegría, una emoción, para aprovechar y estirar cuanto más se pudiera

Después del gol la reacción colombiana no fue lo inmediatamente incisiva que se podía esperar. Uruguay mantuvo la pelota cuanto pudo, sin regalarla ni perderla. Cuando iba apenas un cuarto de hora parecía que ya se habían jugado 200 minutos por la atención de asistir a un partido muy difícil, pero además por el esfuerzo que trasuntaban los futbolistas que por el calor y la humedad ya parecían exhaustos.

Sobre los 20 minutos, Nico de la Cruz desbordó a Cuadrado y puso un pase de casi gol al que Luis Suárez no llegó por apenas centímetros. Y un par de minutos después otro robo de media cancha terminó en habilitación para Suárez que por derecha puso la pelota para el remate de Rodrigo Bentancur, que contuvo David Ospina dando un rebote que casi casi capitaliza Edinson Cavani. Colombia creció cuando Luis Díaz entró en campo en sustitución de Wilmar Barrios, y los cafeteros redistribuyeron su juego ofensivo, pero Uruguay lo sostuvo bien, sin recular, pensando el juego y procurando que el tiempo pasara en campo contrario.

¡Hace calor!

Al comienzo del segundo tiempo ingresó el artiguense Darwin Núñez por Nico de la Cruz. La función del ahora delantero del Benfica sería tapar a Cuadrado por izquierda, para que Cavani pasará a su puesto de extremo por derecha, y Nández se cerrase un poco al centro. Empezó atacando mucho Colombia con un par de jugadas peligrosísimas y una gran atajada de Martín Campaña que metió un manotazo abajo contra el caño ante el cabezazo de Duván Zapata.

A los 6 del complemento Uruguay volvió a robar en media cancha, Bentancur asistió a Suárez, quién en el área se la jugó a Bentancur, que había iniciado con aquel quite y en la instancia definitiva le cometieron penal. Luis Suárez, un semi héroe de nuestros días, lo convirtió en gol. Iban 7’, y la ventaja se duplicaba. Colombia reaccionó con furia y fútbol, y tuvo minutos de ataque pleno y masivo.

Lo controló Uruguay con su esquema siempre extremadamente bien posicionado, con el increíble redoble de Edinson Cavani corriendo como si fuese un lateral derecho, y además adormilando el fútbol colombiano. Un quite de Diego Godín, una maravillosa asistencia desde el círculo central de Lucas Torreira y un control y remate de afuera del área de Darwin Núñez generaron a los 28 minutos un maravilloso tercer gol uruguayo con el que se abría una diferencia extraordinaria. Después, solo controlar y esperar para gritar: ¡Uruguay, nomá!

Luis Suárez, al momento de convertir su gol. Foto: Raúl Arboleda

Luis Suárez, al momento de convertir su gol. Foto: Raúl Arboleda

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