Como local en el Parque Viera, River venció 3-1 a Atlético Nacional de Medellín y le ganó el mano a mano por la Copa Sudamericana. Fue un gran partido darsenero, con dos tiempos bien distintos pero sabiendo siempre cómo intentar ganar la llave.

El 21 de noviembre Matías Arezo cumplirá 18 años. Por suerte al fútbol no se juega con la cédula. El delantero darsenero fue la clave para que su equipo rompiera rápido la galleta. Estaba claro que para estas instancias la efectividad es primordial. Y Arezo, el joven grande, lo hizo por duplicado, jugando con solvencia, con virtudes que certifican que, sea o no la primera experiencia laboral en el currículum, hace bien su trabajo porque tiene talento, mucho talento.

La presión alta fue clave en el primer tiempo. River lo hizo muy muy arriba, casi al borde del área colombiana. Los cafeteros se vieron sorpresivos y entraron en errores. Ahí estuvo Arezo a los 4 para aprovechar un centro de Facundo Ospitaleche que nadie pudo sacar. Como si fuera poco, veintipoco minutos después, Arezo fue astuto para comprender que la jugada terminaría en un pase atrás -que encima fue malo y corto-, encaró al área y, sólo frente al arquero, miró al medio, el arquero compró la mirada, y el joven definió por el hueco que quedó entre la ingenuidad y el palo. Un golazo. Si River no terminó 2-0 el primer tiempo fue porque se desconcentró en los minutos finales y Jefferson Duque descontó por méritos propios -porque, hay que decirlo, el funcionamiento colectivo de Atlético Nacional nunca pudo superar al de River-.

Con más inteligencia y precaución, River cambió su postura para la segunda parte. La entrada de Sebastián Píriz por Adrián Leites es un buen reflejo de lo que buscó. Siempre jugar, sí, también con intenciones de profundizar, pero ya no sin presión alta y sí esperando en bloque en la mitad de la cancha. Como consecuencia generó menos chances que antes, pero ganó en firmeza defensiva. Y, se sabe, las defensas también ganan partidos.

Misión cumplida para River y ahora a pensar en el futuro. El rival en octavos de final saldrá del cruce entre Universidad Católica de Chile y Sol de América de Paraguay. Juegan el jueves en Chile y en la ida salieron 0-0.

Detalles

Cancha: Parque Alfredo V. Viera

Árbitros: Andrés Merlos, Maximiliano del Yesso y Mariana de Almeida. (argentinos).

River (3): Gastón Olveira; Gonzalo Viera, Ribair Rodríguez (14’ Guzmán Rodríguez) y Horacio Salaberry; Nicolás Rodríguez, Adrián Leites (46’ Sebastián Píriz), Diego Vicente (82’ Marcos Montiel), Facundo Bonifazi y Facundo Ospitaleche; Pablo Neris (70’ Nico González) y Matías Arezo (82’ Matías Alonso). Entrenador: Jorge Fossati.

Atl. Nacional (1): Aldair Quintana; Helibelton Palacios, Brayan Córdoba (54’ Ewil Murillo), Diego Braghieri y Bryan Rovira (81’ Estéfano Arango); Baldomero Perlaza y Sebastián Gómez (70’ Déinner Quiñones); Andrés Andrade, Yerson Candelo y Jarlan Barrera (70’ Fabián González); Jefferson Duque. Entrenador: Luis Pompillo Páez.

Goles: 4’ Matías Arezo (R), con toque corto; 26’ Matías Arezo (R), con calidad para engañar al arquero; 34’ Jefferson Duque (AN), derechazo cruzado y fuerte; 89’ Sebatián Píriz, a la carrera.