Una botija se me sentó al lado. El padre la peinaba por el calor: “cambiala” dijo, sin gritar. Adentro el juego. Otra gurisa se aferró al alambrado para entregarse luego a la pasarela de cemento que va hasta el córnery vuelve . Los pibes de siempre con la cantinela. Cada uno es un puñado. En la tribuna de sol, los que cupieron en un bondi y algún forajido con ganas de sudar. Los onettianos “pibes del pozo”, en ese centenar. Adentro Emiliano Alfaro y Federico Pérez, viejos lobos de mar. Emiliano inquieto, dominando la emoción, diría Jaime. Fueron unos cuantos meses de resiliencia, la pasión por los colores como un motor probado y comprobado.
Las figuras se movieron según si atacaron o defendieron. La defensiva casi siempre es con cuatro jugadores y dos contenciones, a lo sumo uno. La conversión en el ataque los distingue. En el equipo de Plaza, Federico Waller cayó las veces como un puntero por la izquierda, Juan Cruz Masia demostró que sabe salir de su hábitat y Nicolás Dibble lo de siempre, la velocidad y el dribbling largo. Liverpool con Alfaro, Alan Medina, Cachimba Martín Correa. Fabricio Díaz, Agustín Ocampo y Hernán Figueredo desde atrás, titiriteros.
La gente salió de los laburos y la tribuna creció para el segundo tiempo. De atrás del arco surgieron “negro puto” y “gordo”, también puto. Altas infamias. Dignas de hacer parar el juego, ese debería ser el verdadero fútbol moderno.
En los córners racimos inacabados. La pelota sin embargo feliz de rodar al ras. Dos pelotas se fueron más allá del muro, al patio de la escuela. Habrá que esperar hasta marzo para que un gurí la revolee. Hubo repuestos para que el fútbol siga.
Plaza dio ingreso a Gravi para sumar a aquella forma de llegar con cuatro al ataque. En el fondo también, clavó los laterales y apostó al juego directo. Liverpool, con transiciones, alcanzó el descuento entre Alfaro y Medina, este último puso la rúbrica del 1-0, contra el palo lejos. Luego Alfaro se fue con aplausos conocidos.
Después del gol todo siguió más o menos igual, por convicciones. Román Cuello mandó a Martín Fernández que al ratito tiró un caño de planta, bien usado. Casi todas le fueron ciertas. Plaza no alcanzó a gravitar realmente y, aunque la trató bien, cayó en la intrascendencia. Lo de Figueredo en Liverpool fue constante. Lo de Plaza, en general, intermitente. Ganó Liverpool en Belvedere, por la fecha descolgada del albor del campeonato.
Segunda fecha, tercera fecha
La Mesa Ejecutiva de la Asociación Uruguaya de Fútbol comunicó los detalles confirmados de la segunda etapa, que se jugará el fin de semana. El sábado habrá tres partidos. A las 17.00 se medirán Cerro y River Plate en el Tróccoli, mientras que Boston River y Rentistas jugarán en el Campeones Olímpicos de Florida. A las 20.00, con televisación por VTV, Nacional recibirá en el Centenario a Cerro Largo.
El domingo habrá otros tres encuentros a las 17.00 y uno a las 19.30. A primera hora se enfrentarán Liverpool con Deportivo Maldonado en Belvedere, Progreso con Plaza Colonia en el Paladino y Danubio con Wanderers en Jardines (VTV). Para el cierre quedó el partido entre Defensor Sporting y Peñarol en el estadio Luis Franzini (VTV). Esta segunda etapa tampoco será completa, porque Fénix y Torque postergaron su partido por el viaje de los albivioletas a Quito para jugar por la Sudamericana; jugarán el miércoles 26 a las 17.00 en el Capurro.