La dirección de Competiciones de Selecciones de la Conmebol informó el lunes, finalmente, que la 7ª edición del campeonato Sudamericano Femenino sub 17 se disputará en las ciudades de Montevideo y Colonia.
La noticia ya había sido confirmada por Ignacio Alonso, presidente del Consejo Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), pero no se confirmó institucionalmente, ni por Conmebol ni por la AUF, en las últimas dos semanas.
El comunicado oficial de la Conmebol es muy preciso al anunciar que la fase de grupos tendrá lugar “en su totalidad en la ciudad de Montevideo, en el estadio Charrúa (césped sintético) y la fase final en la ciudad de Colonia, estadio Alberto Suppici (césped natural)”.
La característica del piso de las canchas está así destacada con letra negrita y fue motivo de deliberaciones. Incluso llevó a la Confederación Sudamericana a no autorizar la fase de grupos en dos ciudades en cuyos estadios hubiera césped diferente. En un esbozo inicial la idea era jugar un grupo en Montevideo y otro en el interior. De ahí la solución de jugar la fase inicial recargando a Montevideo y culminar el torneo en Colonia.
Se confirma que el torneo se disputará del 15 de abril al 3 de mayo del 2020 desechando la idea que rondó en la AUF de postergarlo una semana porque, en ese caso, al empezar el 22 de mayo, la final caería el domingo 10 de mayo, coincidentemente con la realización de las elecciones municipales, pequeño detalle que fue detectado poco después.
El comunicado, aparte de informar que la resolución fue aprobada en “reunión del Consejo de Conmebol”, también confirma la participación de las diez asociaciones nacionales, incluida Venezuela, que, en principio, había sido designada sede del torneo, que se realiza cada dos años.
El plazo de presentación de las listas de buena fe, según la AUF, es hasta el viernes 27 de marzo, y se podrá hacer hasta cinco modificaciones de jugadoras hasta el viernes 3 de abril.
Lo rebuscado
Conmebol define las edades que deben tener las jugadoras. Si hubieran escrito que las jugadoras habilitadas serán las que nacieron en los años 2005, 2004 y 2003, o sea, las que en 2020 cumplen 15, 16 o 17 años, habría alcanzado y sería muy claro.
Sin embargo, lo expresa así, textualmente:
“Criterios de Convocatoria: Las jugadoras deberán haber nacido el 1 de enero del 2003 en adelante.
EDAD MÍNIMA: Por disposición de la FIFA, las jugadoras deberán tener la edad mínima de 15 años al final del año en el que se disputa la competición, es decir, deberán haber nacido el 31 de diciembre de 2005 o antes de esa fecha”.
Más allá de lo rebuscado de la explicación, la jugadora de la selección uruguaya que ha tenido mucha mala suerte es Isabela Pérez, mediocampista de San Jacinto Rentistas, que viene entrenando con el plantel que dirige Santiago Ostolaza desde noviembre del 2019. Isabela, de 14 años, nació el 28 de febrero de 2006 y fue convocada para los entrenamientos de esta semana.
Lo oculto
De las indicaciones de Conmebol hay una muy importante que no aparece en la publicada por la AUF.
Es la que trata de las llamadas “listas de buena fe”. Allí se dice que deberán estar conformadas por 22 jugadoras (3 de ellas arqueras) y 8 oficiales (uno obligatoriamente médico/a).
Luego se agrega que hay “obligación de incluir al menos una mujer en el Equipo Médico (médica o fisioterapeuta)” y obligación de incluir al menos una mujer en el Cuerpo Técnico (directora técnica o asistente de entrenador)”.
Cabe hacer una precisión: Uruguay cumple con ambas disposiciones si se mantiene el actual cuerpo técnico, el que está atendiendo los entrenamientos de esta semana, para los cuales fueron convocadas 27 futbolistas.