Finalmente el Congreso de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) aprobó una nueva modificación reglamentaria. En este caso, lo aprobado fue una nueva ventana de transferencias, que por la modificación obligada del torneo tras la crisis sanitaria provocada por la covid-19 había dejado en una situación no prevista a más de 50 futbolistas cuyos contratos finalizaban el 30 de junio o el 31 de julio, como sucede desde hace años cuando culmina la temporada europea. Esa es la razón por la que hay contratos que terminan en pleno invierno y no a fin de año calendario, como también pasa.
La aprobación de una modificación reglamentaria de temporada implica una votación afirmativa de por lo menos dos tercios de los votantes. Se precisaba entonces un mínimo de 51 votos de los 76 que componen los 32 de la divisional A (cada club de los 16 de primera tiene dos votos), 14 de la B, seis de la C, nueve de la Organización del Fútbol del Interior, 11 de los futbolistas, uno de la organización de fútbol femenino, uno de los jueces, uno de los entrenadores y uno del fútbol sala.
Tras el cuarto intermedio pactado el jueves, la Mutual y los representantes del Congreso buscaron una solución para este período de pases especial, que de manera genérica y específica para todos los miembros asociados ya había sido aprobado por la FIFA, debido a la situación excepcional de la pandemia.
El período de pases extraordinario quedará habilitado hasta el viernes 7 de agosto, es decir, hasta el día antes de que se reinicie el torneo. Fue aprobado por 75 votos, dado que se abstuvo el representante del fútbol sala.
En resumidas cuentas, las 16 instituciones de la A contarán con la posibilidad de recibir hasta dos transferencias para lo que queda del Apertura. La condición para que el futbolista quede habilitado para jugar en las 12 fechas que restan es que no haya jugado por otro club en las tres primeras fechas disputadas hasta el 5 de marzo. Dentro de esas dos fichas no se contarán los regresos de préstamos, si se resolviese entre los clubes la no extensión de estos.
Antes, con 75 de los 76 votos por la abstención del fútbol femenino, se había aprobado el uso del estadio Charrúa para la disputa de partidos de la A y de la B. Es justamente por la Segunda División Profesional que, a instancias de Tenfield, se jugarán decenas de partidos ya programados para su televisación los días lunes y martes de cada semana. El estadio municipal, remozado y con césped artificial, no cuenta con alambrado perimetral, y ello era un impedimento reglamentario. Ahora, y mientras se juegue sin público, quedará habilitado para la disputa de partidos.
La semana pasada el novel congreso había aprobado otro aspecto, también estimulado por la FIFA: el aumento del número de futbolistas inscriptos para cada partido. Además, se podrá hacer hasta cinco cambios en tres tandas posibles durante el juego, más la posibilidad de sumar también el espacio del entretiempo.