Gran Premio de la Toscana. ¿Qué es eso? Bueno, un efecto de la pandemia: como la mayoría de las carreras se tienen que disputar en Europa y con un cronograma apretado, no sólo tenemos competencias casi todos los fines de semana, e incluso a veces repetimos circuitos, sino que también se agregaron algunas pistas que hasta ahora no habían alojado a la Fórmula 1. Es el caso del circuito de Mugello, en la región toscana de Italia, que es famoso por sus carreras de motos. La pista, con un trazado interesante, es propiedad de Ferrari, que festeja sus 1.000 carreras. No es precisamente el mejor color de la scuderia, pero tampoco es cuestión de dejar de celebrar: los coches volvieron a su color de 1950, ese rojo granate de antaño, y habrá, por primera vez en el año, espectadores en las gradas, aunque no muchos, se sabe, por lo del distanciamiento físico y todo eso.

Las pruebas libres del viernes no arrojaron novedades en la punta (¿quién puede molestar a los Mercedes?), pero las novedades son que Red Bull volvió a su lugar habitual de “mejor del resto” tras el bajón de Monza, y que el equipo Renault (a partir del año que viene será llamado Alpine, se supo esta semana) asoma como una fuerza interesante, especialmente en las manos de Daniel Ricciardo. Los McLaren, en cambio, en una discreta media tabla, donde también estuvo entreverado Pierre Gasly, el piloto de AlphaTauri (el Red Bull barato) que viene de triunfar en Monza. Las Ferrari, de la mitad para atrás, como se ha hecho costumbre este año. La novedad para el equipo italiano es que Sebastian Vettel confirmó finalmente el jueves que no se retira, tras haber sido cesado, sino que firmó con el equipo de Lawrence Stroll, que por ahora se llama Racing Point pero que el año que viene tendrá la marca oficial Aston Martin, motorizada por Mercedes.

La clasificación, hoy sábado, y la carrera, el domingo, empezarán a las 10.00 y transmitirán Fox Sports 3, ESPN y el streaming de la F1.