Si para Colón era complejo en la previa, más cuesta arriba se hizo cuando Cesar Taján, el colombiano que es figura en el decano, convirtió el primero con apenas dos minutos jugados. Tras una habilitación de Pablo González, que fue el mejor de los pioneros, el delantero cafetero definió lejos de las manos de Franco Domínguez, que evitó más de una en el primer tiempo. Previo al furtivo arranque de esta híbrida final, entre bajar o quedarse, ambos equipos salieron al campo de juego con una pancarta recordando a Maxi Pereira, el futbolista de 27 años fallecido en diciembre en una tragedia que lamentó el pueblo futbolero.
También de los pies de Pablo González, el ex Liverpool y Atenas de San Carlos, surgió un tiro libre que Facundo Godoy cabeceó pero que fue defendido por Domínguez, un córner que también encontró al 9 bien posicionado, aunque cabeceó desviado, y otra pelota quieta que el volante pateó directo al arco obligando el esfuerzo de Domínguez, que inauguraba un duelo que duraría todo el partido. Es cierto que tras un córner de Paul Dzeruvs el equipo de la calle San Martín ‒con cancha en la Gruta de Lourdes‒ pidió penal, que fue negado por Diego Dunajec. Se desataron así las protestas, que se sucedieron durante los 90 minutos. Colón se cargó de tarjetas. Albion estiró la ventaja con un disparo bajo desde lejos por Nicolás Brun. Christian Yeladian se erigió como figura en Albion junto con González, que convirtió el tercero liquidando el pleito.
Colón siguió jugando como si la ventaja no fuese tal. Hugo Pilo mandó a Diego Baldi a la cancha y siguió insistiendo con Enzo Fernández, de gran proyección. Pablo Pereira, en el afán de quererla, terminó por alejarse del área, y Colón perdió peso. Jugó ofuscado el gran delantero, y eso lo sintió el equipo verdirrojo, que perdió su cuarta final consecutiva por el ascenso. Mientras Montevideo quería llover como una canción de Pedro Alfonso, los jugadores de Colón se tomaban de las rodillas. Es que el decano del fútbol uruguayo, fundado el 1° de junio de 1891, fue el mejor de la llave y lo imprimió en el resultado. Una de Baldi desde afuera del área levantó los ánimos y Colón siguió adelante. No le permite claudicar su estirpe de barrio, de cuadro bravo, de protagonista de cada campeonato en la vieja y querida ‘extra’. Otra similar de Baldi fue sinónimo de orgullo y vergüenza deportiva. Pasó rozando el ángulo de Washington Ortega.
El cuarto gol fue de tiro penal por Franco García, que había ingresado en el complemento. El arquero de Albion, Washington Ortega, cruzó toda la cancha para pedirlo, lo que causó en el equipo de Colón el malestar que provoca la famosa ‘pizarreada’, un desubique del arquero que picó el final sin demasiado sentido. Habría que ver si peleando el descenso también pedía un penal de esa forma. Falló a los códigos. Pero no fue ni el primero ni el último. La Ikurriña estuvo colgada tras los escasos hinchas de Colón durante todo el partido, como un símbolo de esperanza, de pertenencia, de personalidad. El global marcó 7 para Albion, que mantuvo la categoría, y apenas 1, el del honor, para Colón, que seguirá en la C.
Detalles
Estadio: Parque Nasazzi.
Árbitros: Diego Dunajec, Gustavo Márquez Lisboa y Sebastián Schroeder.
Colón (0): Franco Domínguez, Bruno Sarasua, Pablo Marquisio, Maycol Lisboa, Ignacio Beltramelli, Bruno Barreto, Enzo Galeno, Mauricio Felipe, Paul Dzeruvs, Enzo Fernández y Pablo Pereira.
Entrenador: Hugo Pilo.
Albion (4): Washington Ortega, Tabaré Da Cunha, Federico Velázquez, Lucas Ruiz, Juan Fiore, Gonzalo Bazallo, Cristian Yeladian, César Taján, Nicolás Brun, Pablo González y Facundo Godoy.
Entrenador: Darlin Gayol.
Goles: 3′ César Taján (A), 16′ Nicolás Brun (A), 34′ Pablo González (A), 76’ Franco García (A).
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