Se ha cerrado el ciclo de Óscar Washington Tabárez al frente de la selección uruguaya. Fue su segundo período en ese puesto, que ya había ocupado entre 1988 y 1990. Tras volver en 2006, fue cesado el 19 de noviembre, a falta de cuatro partidos y con chances de clasificar al que sería el cuarto Mundial consecutivo bajo su dirección técnica.
En sus dos ciclos, el Maestro dirigió 221 partidos; ganó 104, empató 58 y perdió 59, según los datos de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Su partido debut como entrenador de la selección fue el 27 de setiembre de 1988, cuando enfrentó a Ecuador en un amistoso en el que Uruguay se impuso 2-1.
El 16 de noviembre fue su último partido, en la visita a Bolivia, donde la selección perdió 3-0. En estas Eliminatorias Sudamericanas, con una pandemia entre medio, con un cambio de calendario que fue perjudicial para Uruguay y frente al cual el cuerpo técnico de la selección solicitó que se votara en contra, Uruguay se ubica séptimo, con cuatro victorias, cuatro empates y seis derrotas.
Lo más preocupante pasaba por el saldo negativo de siete goles, habiendo anotado en 14 ocasiones y recibido 21 goles. Los 16 puntos obtenidos por la selección son la misma cantidad que tiene Chile, que está sexto, y a un punto de Perú y Colombia, quinto y cuarto, respectivamente.
Un panorama difícil a falta de cuatro fechas, pero para nada imposible. Uruguay debe visitar a Paraguay, recibir a Venezuela y a Perú y, en la última fecha, visitar a Chile. El cuerpo técnico y el plantel ya habían sobrellevado momentos complicados, como demostraron en las Eliminatorias pasadas, y habían conseguido llevar a Uruguay a tres mundiales consecutivos, algo que no es para nada común por estos lares.
Sin embargo, la decisión del ejecutivo de la AUF fue cesar al entrenador y a su cuerpo técnico para buscar nuevas alternativas.
Rendimiento ofensivo y defensivo
Más allá de lo que vemos en la tabla de posiciones, con análisis de datos1 se puede profundizar en la realidad actual de la selección uruguaya, centrándonos principalmente en la métrica de los goles esperados (xG) y también en los puntos esperados (xPTS).
¿Qué son los goles esperados? Se obtienen a partir de un modelo de inteligencia artificial que mide la probabilidad que tiene determinado remate en terminar en gol. Este modelo xG considera la ubicación del remate, la ubicación de la asistencia, si el remate es con el pie o la cabeza, el tipo de asistencia, si hubo un regate a un jugador o golero previo a la acción, si el remate viene de un tiro libre directo, de ataque organizado o de contrataque, entre otros factores.
A partir de allí, se puede valorar la probabilidad de cada remate dentro de un partido y obtener así cuál sería el resultado más probable de ese encuentro. También se puede utilizar para evaluar el rendimiento de jugadores a lo largo de un torneo, siendo aquellos que rinden por encima de sus goles esperados jugadores que están en un gran momento y/o tienen una gran calidad.
Observando los datos de los xG, Uruguay acumuló 16,53 xG y anotó 14 goles, rindiendo por debajo de lo que genera en ofensiva. Debemos considerar, que cada penal tiene un valor de 0,76 xG y Uruguay convirtió los cinco penales que anotó (3,8 xG de penales). Si sacamos los penales de esta valoración (NPxG = goles esperados sin penales), la selección uruguaya anotó nueve goles de 12,73 NPxG. Podemos concluir que está rindiendo unos tres o cuatro goles por debajo de lo que genera en ofensiva.
De sus competidores más cercanos, Uruguay es el que tiene el peor rendimiento en cuanto a sus goles esperados y sus goles convertidos.
En la faceta defensiva, Uruguay tiene el tercer arco más goleado, con 21 goles recibidos. A la celeste le generaron 16,74 xG y, aunque recibió más goles de los que debía con los remates que tuvieron sus rivales, el saldo de Fernando Muslera aún es positivo.
Los goles evitados son una métrica que se utiliza para evaluar el rendimiento de los arqueros, utilizando el PSxG (xG posremate, donde se considera a qué zona del arco va el disparo). Muslera evitó 0,88 goles, prácticamente un gol con sus atajadas. Esto va de la mano con las 3,14 atajadas que promedia por partido, siendo, después del arquero boliviano Carlos Lampe, el que ataja más pelotas por partido.
Martín Campaña fue el otro golero que vio acción en estas Eliminatorias, disputando cuatro partidos. En ellos se fue con un saldo negativo de -0,98 goles evitados, por lo que recibió un gol más de lo que debería haber recibido según la probabilidad de los remates que fueron a su arco. En los partidos que atajó promedió 2,49 paradas por partido.
Lo que podemos extraer de estos datos es que Uruguay está anotando menos goles de los que debería y le están convirtiendo más de lo que le generan. Esto puede ir de la mano con bajos momentos individuales de jugadores específicos, definiciones de alta calidad de rivales (por ejemplo, el gol del argentino Ángel Di María) o situaciones en que la suerte no acompañó (Uruguay es la selección con más tiros a los palos en las Eliminatorias: seis).
Puntos esperados
Por último, otro de los usos posibles de los xG es el de generar simulaciones de partido en base a modelos estadísticos. De esta manera, se toman los xG de Uruguay y los de sus rivales en cada partido, se toman en cuenta la cantidad de remates de un equipo y otro, y a partir de allí se calcula la probabilidad de ganar, empatar o perder que tuvo el equipo en cada partido.
Este modelo luego permite extraer los puntos esperados (xPT) y hacer una tabla de posiciones en base a estos cálculos. A modo de ejemplo, si una simulación marca que un equipo tenía 80% de probabilidad de ganar y el rival una probabilidad de 7%, con el restante 13% siendo un posible empate, se le asignarían 2,4 puntos al equipo que debía ganar y 0,21 al que tenía una probabilidad de 7%.
Si observamos la tabla de posiciones en base a los xPT, Uruguay se ubicaría cuarto, detrás de Brasil, Argentina y Ecuador, en una posición de clasificación directa al Mundial. También podemos notar que la celeste debería tener unos cuatro puntos más de los que consiguió en la cancha.
Clasificar al Mundial a través de las Eliminatorias Sudamericanas nunca fue un camino fácil y esta no era la excepción. El rendimiento de Uruguay indicaba que debería estar un poco mejor ubicado de lo que muestra la tabla de posiciones.
El ejecutivo de la AUF decidió un cambio de rumbo para el cierre del torneo en busca de alguien que gestione una situación difícil. Sin embargo, el cuerpo técnico saliente ya había demostrado poseer esa capacidad.
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Fuente: Newen Analytics. ↩