Pablo Ferrari es doctor en Derecho y Ciencias Sociales. Miembro del Partido Colorado, fue director general de Deporte desde 2002 hasta 2005, en la órbita del antiguo Ministerio de Turismo y Deporte. Su pasión por el deporte se ha canalizado en su dedicación como dirigente de rugby. En ese rol, presidió la Unión de Rugby del Uruguay entre 2005 y 2007, y nuevamente entre 2018 y el 1º de marzo de 2020, cuando le fue encomendada la tarea de ser subsecretario nacional del Deporte, formando parte del equipo que lidera Sebastián Bauzá.

Con qué ánimo empezaron a trabajar cuando llegaron a la Secretaría Nacional del Deporte (SND)?

Vinimos con un ánimo de equipo. Obviamente, este es un equipo de la coalición, el cual componen los tres partidos: Partido Nacional, Partido Colorado y Cabildo Abierto. Todos venimos del ámbito del deporte y hay dos personas que vienen del área comunitaria, que es importante para tener un balance. Hay una gran área que es el deporte comunitario y social, donde está toda la actividad física de por sí, la parte recreativa, y después tenés toda la parte del deporte de competencia. Ahí podés involucrar el deporte federado y, dentro del federado, el de alto rendimiento. Veníamos con nuestros planes de gobierno, que muchos coincidían. Teníamos un tema de readecuación del apoyo a las federaciones, donde sabíamos de la existencia de alguna categorización de apoyo de las federaciones. Nos pareció que teníamos que reflotar la Fundación Deporte Uruguay [FDU] para trabajar en una herramienta útil entre el Comité Olímpico Uruguayo [COU] y la SND. Eso creo que se está logrando bastante; la FDU está presente y se trabaja bastante con eso.

Y después teníamos todo lo que en nuestros programas de gobierno hablamos de la descentralización del deporte; acá me enfoco más en lo comunitario, no como un eslogan, sino como realmente tratar de que nuestras más de ciento y pico de plazas lleguen a la comunidad. Nos pasa que la mayoría de ellas tienen una buena gestión, pero otras tantas están alejadas totalmente de la comunidad, con una muy mala gestión, y creemos que –lo dijimos todos en nuestros planes de gobierno– hay que empoderar al poder local. Nosotros tenemos que transferir la gestión, sin perder, como órgano rector y órgano gestor, la incidencia en esa plaza de deporte. Que las decisiones diarias, las decisiones de mantenimiento y servicios, las gestionen la intendencia, el municipio o la alcaldía. Con esa preocupación vine, y esa preocupación también estaba en el resto de los partidos políticos de la coalición. Nos juntamos y hoy te puedo decir que ya tenemos evidencia de que vamos en ese camino. La Plaza de Deportes de Artigas la pasamos para la Intendencia, también la de Guichón, vamos por la de Río Branco, las plazas número 10 y número 16 de Montevideo también ya están con poder de gestión por parte de la Intendencia, y eso es un poco el trabajo.

¿Cómo redunda eso a nivel de recursos? ¿La SND sigue comprometiendo parte de su presupuesto en el mantenimiento de esas plazas?

Se transfiere rubro a una Intendencia, que lo que hace es rendir cuentas de los objetivos que se planificaron con la SND. O sea, no perdés la rectoría ni las políticas que vos querés desarrollar ahí, porque los programas siguen siendo los mismos, los profesores siguen siendo los mismos, pero se cambia la parte económico-financiera. Esto nos va a dar más espacio para mirar esa plaza desde otro ángulo, porque antes demorábamos por la burocracia y nuestra parte administrativa, y los beneficiarios no resolvían sus problemas rápidamente. Hoy son otros problemas: qué podemos hacer con este espacio que no utilizamos y tenemos que utilizar. Ahí estamos focalizados en llevar un programa.

Tenemos dos programas grandes: Vamos Equipo y ONDI [Organización Nacional de Deporte Infantil]. Vamos Equipo está trabajando directamente con la ANEP [Administración Nacional de Educación Pública]. Ahora vamos a nueve localidades con cuatro deportes. La idea es, en los espacios ociosos de las escuelas, trabajar con las comunidades y las escuelas para llevar deporte ahí. En algunos casos se tiene que utilizar la plaza, porque no hay infraestructura, pero en la mayoría de los casos lo hacemos con la ANEP. Después tenemos el programa de ONDI, que está utilizando mucho más las plazas de deporte y tiene la misma filosofía: darles oportunidades a niñas, niños y adolescentes que no tengan la posibilidad de estar en algún club deportivo, sea privado o de las intendencias. Pero es para lugares más alejados, no tanto en las capitales departamentales o en los centros más poblados. Por ejemplo, ONDI está en Caraguatá, está en Tambores, está en Pintaditos, en Rivera, en Tomás Gomensoro, en el departamento de Artigas. Con esos dos programas estamos cubriendo una necesidad que teníamos diagnosticada, pero nos están desbordando los pedidos. Esas plazas de deporte que hoy, con esa gestión diferente, ya tienen más espacio para decir “me queda libre para poder trabajar acá, podemos llevar ese tipo de programas”.

La creación de ONDI está poco dotada de recursos y no deja de ser un anexo a la Organización Nacional de Fútbol Infantil [ONFI], que ya existe. ¿Cómo se puede desarrollar una política pública con un presupuesto acotado y sin una estructura institucional?

Depende cómo tú planteas el modelo de política, porque en realidad nosotros vemos ONFI como una fortaleza, en el sentido de que es una estructura deportiva. En este caso, ahora solamente de fútbol, pero que llega a todo el país. Podemos coincidir en que no hay rincón del país en que no esté presente, y a partir de esa estructura nosotros tenemos que ir identificando aquellos lugares más vulnerables en los cuales sabemos que no sólo se llega con el fútbol infantil, que hay que abrir otros espacios y otros deportes. Este trabajo también se hace no sólo desde ONDI, sino con las federaciones. Nosotros no podemos permitirnos trabajar sin ellas. Ahí hay un trabajo y hay un desafío en las federaciones: no llegan a todos ni a todo el país. Esa quizás es un poco la explicación por la cual hoy tú no encontrarás una estructura, llamémosle nacional, grande, con grandes presupuestos. Tampoco queremos transferir presupuesto sin que el crecimiento sea progresivo y sostenido. No queremos tapar un problema con dinero. Queremos ir creciendo despacio con este tema y que salga.

¿Con qué personal se cuenta para ONDI y para Vamos Equipo?

Con Vamos Equipo hacemos una transferencia a las federaciones. En realidad, hicimos un acuerdo con las federaciones, por el cual a aquellas que se les daba un dinero relativamente importante, en el cual las rendiciones eran, por ejemplo, el deporte femenino, la descentralización, el alto rendimiento...

¿Ahí estás hablando de las políticas de la administración anterior? Los puntos que se solicitaban.

Es histórico, no estoy identificando sólo con la administración anterior, es histórico. En mi primera época también era así. Si se les daban 100 pesos para un trabajo a las federaciones por eso que te acabo de mencionar, bueno, hoy les decimos además que, de esa totalidad, un porcentaje lo vamos a aplicar a Vamos Equipo. Entonces esos profesores, esos materiales, se trabajan con ese presupuesto, y hoy tenemos horas docentes cuya contratación la hace la federación, por ejemplo, de hockey, de hándbol, de vóleibol, de remo. Y el llamado es a profesores de Educación Física con alguna expertise en cada uno de estos deportes.

Si entiendo bien, la estructura institucional de Vamos Equipo son las federaciones, que aplican el programa y contratan a sus profesores para enseñar sus deportes. Y, por el lado de ONDI, la estructura es ONFI.

No diría que la estructura es de las federaciones, no es correcto. El brazo ejecutor de la política de Vamos Equipo son las federaciones, pero hay un coordinador de la SND, hay coordinadores regionales y recién ahí vienen los profesores, que son contratados por la federación.

ONDI depende de la SND. En realidad es, como yo le llamo, paraestatal, descentralizado, pero está dentro del presupuesto de la SND. Lo único es que la parte política y dirigencial de toma decisiones la hace el consejo de ONFI. Esas contrataciones las hace ONFI, o de repente identifica a algún profesor que está trabajando en un club deportivo de Rincón de Caraguatá, que puede trabajar en sus horas libres de fútbol, en otra modalidad. Ya no hay un trabajo de mucha incidencia de la federación, porque son rincones a los cuales para las federaciones es muy difícil llegar, pero siempre le damos ese tono, que tenga que tener una expertise.

¿Qué se les pide a las federaciones como contrapartida cuando se las dota de recursos?

En lo que es federado, lo que nosotros les pedimos son verdaderos planes estratégicos a corto, mediano y largo plazo, en los cuales haya indicadores de medición. No podemos seguir trabajando sobre aquellos modelos en los cuales se decía: bueno, quiero desarrollar el deporte, captar tantos talentos y dentro de tantos años ser campeón sudamericano o clasificar a un panamericano. Queremos tener indicadores de corto, de mediano y de largo plazo. Las dirigencias de las federaciones cambian muy rápidamente y los planes obviamente exceden totalmente los períodos del gobierno de la federación. Entonces ahora, con la nueva Ley del Deporte, [en la que se establece] que de mínima tienen que estar cuatro años los directivos, creo que podemos estar exigiendo esto que te decía de los planes estratégicos a largo plazo, que para mí son mucho más que cinco años, pero en la medición de resultados y para testear los indicadores de medición es un tiempo suficiente.

Seguimos con la categorización de las federaciones, en las cuales cumplan aquellos objetivos, la descentralización territorial, la captación de mujeres en el deporte y, obviamente, los resultados deportivos, que se miden por la clasificación a los Juegos Sudamericanos, a los Juegos Panamericanos, al Mundial, a los Juegos Olímpicos; seguimos con eso.

Estamos preocupados, como objetivo, por aquellas federaciones que logran tener un centro de alto rendimiento para su deporte. Trabajar con ellas en un sentido de ayudarlas a llegar a ese resultado. Creemos que hay muchísimos bienes públicos, infraestructura pública, desperdiciada, en la cual se puede trabajar. Nosotros en este momento estamos trabajando con la Federación Uruguaya de Basket-ball [FUBB] en la identificación de espacios públicos a los cuales llevar el Centro de Entrenamiento de la FUBB, que está ahora en UGAB, para que ese contrato, que tiene vencimiento, deje de tenerlo y la FUBB pueda tener la tranquilidad de estar un mínimo de 20 o 30 años en el lugar y poder seguir invirtiendo. Porque cuando uno tiene dinero para invertir o tiene una federación internacional que puede ayudar para invertir, lo primero que le preguntan es: “¿Y tú sos propietario? ¿Qué relación jurídica tenés con ese bien? ¿Cuánto tiempo te podés quedar en ese bien?”. Creo que eso es hoy una limitante. Tengo la suerte de haber pasado por una experiencia como es el [estadio] Charrúa, en el cual, sabiendo que tenemos un contrato a 20 años y que, si se hacen las cosas bien, se puede renovar, vinieron las inversiones. Desde 2012 a 2016 las inversiones eran paulatinas. Después de que muchos se dieron cuenta de que esto era a largo plazo, vinieron las internacionales, tanto de fútbol como de rugby, para invertir fuerte. Creo que ese es el camino. Y otro tema que entendemos prioritario es la profesionalización de la dirigencia, capacitándola y haciendo entender que muchas veces uno puede tener pasión y amor por un deporte, pero lo que tiene que tener es profesionalismo y permanencia en ese profesionalismo. Yo siempre hablo de las tres p. Para ser dirigente deportivo tenés que tener pasión, profesionalismo y permanencia. Siempre me manejo con esas tres palabras y, para eso, ya es una realidad el tema de ayudar a que mejoren su producto. ¿Cómo mejorar su producto? Con una buena puesta en escena de los partidos, de las finales, y poder televisarlo.

Hoy es una realidad la señal en streaming +DeportesUy, que transmitió en vivo por primera vez, a seis cámaras, las finales de hándbol. El proyecto de la señal es darles un espacio, una pantalla por streaming, a aquellas federaciones que generen competencia y que hoy no tienen derechos de streaming cedidos. Lo que queremos es que aquel sponsor que a veces era un amigo al que le pedían por favor dar una mano... el dar una mano queremos erradicarlo. Queremos decirle: “Tenemos este muy buen producto federado, queremos que te subas a este emprendimiento y que juntos, compartiendo los valores del deporte, compartiendo los valores de tu empresa, mejoremos el producto deporte y tu producto”. Tratar de ir a un camino en el cual tus sponsors quieren entrar sin que los llames y no tener que ir a pedir por favor que entren. Un objetivo es ese: profesionalizar las federaciones y que mejore el producto de cada deporte, porque si no, va a ser siempre como un asistencialismo, que es lo que tenemos que evitar.

Mencionaste tres partidos políticos, pero no al Partido Independiente y Partido de la Gente. ¿El equipo de la SND está constituido por tres partidos?

Sí, en este momento hay representación de tres partidos, pero nosotros en realidad lo guardamos con un propósito de toda la coalición. En realidad, son programas muy similares que tenía el Partido Nacional con el Partido Colorado, se hizo un mix, no hay por qué asombrarse por eso, y hoy está saliendo.

Tienen una línea programática común, pero ¿también hay diferencias?

A veces las diferencias que podemos tener es si estamos haciendo cosas muy encima uno del otro, como que vamos todos a varios lugares o estamos pisándonos en el sentido de estar trabajando juntos, pero en realidad no hay una diferencia ideológica por la que diga “che, yo con esto, ideológicamente, no estoy de acuerdo”. Quizás es porque –no nos podemos mentir– el deporte no es un lugar en el cual vayamos a ir en contra desde el arranque en nada, ni siquiera con el Frente Amplio. Podemos tener matices de conducción, pero yo no estoy en contra del deporte descentralizado y fuera del área metropolitana, estamos todos de acuerdo. No creo que haya diferencias ideológicas previas, y menos dentro del grupo de la coalición, que no nos permitan trabajar.

¿Cómo articularon los programas que ustedes traían con lo que ya se venía haciendo?

Mirá, yo en particular no participé en la transición, porque mi nombramiento fue muy próximo a la fecha de asunción y estuve pocos días. Tuve una relación con la SND desde mi federación, la de rugby, por lo que sabía cómo trabajaba. Y por haber estado acá tenía oído por dónde iban las cosas. Las cosas que están bien se continuaron y las cosas que entendemos que hay que modificar se están modificando. Lo del tema de la descentralización es un tema que continuamos; el tema de la importancia de la mujer en el deporte, también. De repente sí tenemos diferencias en cómo encarar el tema de la cooperación internacional. Creemos que la cooperación internacional tiene que estar muy por fuera de las razones ideológicas, ahí sí tenemos una gran diferencia. Nosotros nos asociamos con aquellos países, cualesquiera, que les sirvan a Uruguay por un interés directo a los beneficiarios del deporte, y no por un tema ideológico. Al contrario, abrimos las puertas a cualquier país y no estamos mirando a quién.

¿Ustedes consideran que anteriormente se les hubiesen cerrado puertas?

En realidad, entendemos que quizás se hizo énfasis en determinado país y no en otros.

¿Lo decís particularmente por algún convenio?

Por algún convenio, afinidades, intercambios.

A mí lo único que se me ocurre en este momento es China

Nosotros lo queremos continuar; lo de China queremos continuar, justamente por la positiva. Lo queremos continuar y no se hizo por un tema pandémico y tuvimos, seguimos teniendo, reuniones con China, hay reuniones por Zoom. El embajador uruguayo en China está en permanente contacto. Yo digo que tenemos que trabajar mucho más allá de los que nos resultan amigos ideológicamente, eso es un poco el concepto genérico. No te hablo de casos concretos, sino de que entendemos que hay que ponerle énfasis a todo y no sólo a aquellos con los que me llevo bien, o que de repente no me puede gustar ideológicamente cómo se compone la política de un país, pero sí me puede interesar, para un uruguayo o una uruguaya, un intercambio deportivo con ese país.

Los años de la anterior gestión se caracterizaron por la inversión en infraestructura con la construcción de pistas de atletismo y obras como el Cefubb, por ejemplo. ¿Cuál es la línea, en ese sentido, para este período de gobierno, en un contexto de recorte?

Bueno, yo creo que lo de recorte corre por tu cuenta, pero la realidad es que encontramos el país con un déficit importante, con casi 5% o 6% de déficit, y eso fue complicado. Un país en el cual 60% de la población era sedentaria y después tuvimos la pandemia, con lo que incide en esos dos aspectos que te dije. Creemos, sí, en las inversiones en infraestructura, pero creemos mucho más en la recuperación de espacios de infraestructuras que están desperdiciados. Y si vamos a invertir 100, preferimos invertir 75 y el otro 25 en la gestión y en el mantenimiento. Porque nos ha pasado en algunos ejemplos que tú acabas de decir, que es difícil mantener una infraestructura, sobre todo en el interior, y en las cuales no hay actividad, ni siquiera profesores en algún momento, ni siquiera atletas. Eso no corre más. Hacer una inauguración, que la infraestructura esté preciosa para la foto y cortar la cinta y que después no haya atletas que se beneficien, eso no va con esta administración. Eso seguro, y lo lamentamos, porque esa inversión se podía haber hecho en otro lado que sí lo necesitaba.

¿Cómo acercás a una comunidad a una obra infraestructura ya hecha? ¿Cuáles son las herramientas con las que la SND cuenta para acercar a esa comunidad?

Los inspectores, los directores de plaza y los profesores. Son ellos, son los que están en territorio. Los brazos ejecutores son ellos, pero a su vez ellos son los brazos receptores. Son los que trabajan con el alcalde, con la directora del centro CAIF. Por ejemplo, hay lugares identificados con ciertos problemas físicos. ¿Quién más que una persona que esté en territorio sabe ese insumo? Discrepo con las personas que hablan de infraestructuras solamente desde el punto de vista edilicio. Para mí la infraestructura deportiva es el contenido. Primero hay que ver el contenido que se le quiere dar y después ver qué construir con ese contenido. Hoy tenemos la inauguración de un proceso, varias inauguraciones de un proceso que viene de años, y que son los polideportivos que se hicieron con la ANEP. Diez de ellos que ya se hicieron, seis están en propiedad de la SND, en plazas de deporte. Lo inició el gobierno anterior, lo va a pagar la OPP [Oficina de Planeamiento y Presupuesto] en 30 años, o sea que va a ser parte de esta administración que lo pague y los gestione, y va a venir otro gobierno y lo va a gestionar. Eso es un proyecto de largo plazo, que fue bien pensado, que fue identificado en los lugares que se precisaba y que fue trabajado previamente con la comunidad.

¿Hay un involucramiento que ustedes tengan con la formación de profesionales, ya sea con profesores de Educación Física o con especialistas en ciertos deportes?

Lamentablemente, a mí me tocó en el período anterior que estuve, entre 2002 y 2005, ver las intenciones del Instituto Superior de Educación Física [ISEF] de irse, llamémosle del Estado, del Poder Ejecutivo. Buscaron su independencia y lo lograron. No es que nos opusimos. Filosóficamente yo no estaba de acuerdo porque entendía que tenía que estar bien pegado al deporte y a la actividad física y a la educación física, y fueron a la Universidad de la República. Hoy ya no tenemos el ISEF, lo tiene la Universidad de la República. Tenemos puntos de contacto; ahora estamos trabajando en ver la posibilidad de trabajar juntos en un presupuesto del techado de la plaza número cinco, para que los usuarios tengan la posibilidad de contar con esa plaza durante todo el año, y a su vez ellos puedan tener los cursos de formación de salvavidas. Y lo que hay también en el ámbito privado es la ACJ [Asociación Cristiana de Jóvenes] y otros institutos privados que forman profesores de Educación Física, la capacitación que pueda haber con las federaciones. Pero directamente la SND no tiene una aproximación.

Mencionaste la Ley de Deporte (19.828), votada por todos los partidos, pero también criticada desde muy diversos ámbitos. ¿Qué ha sido la Ley del Deporte para esta administración, que fue la que tuvo que aplicarla?

El proceso particular que yo tuve con esta ley es que fui por el COU a la comisión especial del Senado de Deporte y fuimos con algunas modificaciones que pudimos lograr. O sea, el Comité Ejecutivo del COU fue con dos o tres puntualizaciones. Había una discrepancia bastante mayor con lo que era la ley, pero bueno, la batalla se dio en dos o tres cosas como, por ejemplo, que no hubiera reelección de los presidentes en las federaciones, pero que ese presidente pudiera ser un vocal, porque no sobran dirigentes que le dediquen tiempo como para andar excluyendo gente. Entendemos muy bien [el principio de] la alternancia en el poder, que es importante, pero sí [es necesario habilitar] la transmisión de esos conocimientos a las directivas que vienen.

A nosotros nos tocó aplicar esa ley, y tuvimos que reglamentarla. Había todo un tema de la policía administrativa. Tuvimos reuniones varias con el Ministerio de Educación y Cultura y ellos nos dieron un parecer que nos pareció razonable: si ellos tienen la competencia de la formación de las asociaciones civiles y las fundaciones, tienen el contralor, tienen en determinado caso la sanción y la potestad de intervenir, si se nos trasladaba esa competencia a nosotros iba a haber una duplicación de competencias. Había que anular una ley genérica para todas las otras asociaciones civiles y fundaciones que no tengan que ver con el deporte. Así salió por una resolución [en la que se establecía] que ellos iban a seguir teniendo la policía administrativa, con lo cual nosotros estamos de acuerdo. Tuvimos que trabajar en la reglamentación de las fichas médicas, sobre todo en aquellos deportes de alto impacto físico que pueden tener problemas de lesiones. También con el listado de personas impedidas de concurrir a espectáculos públicos por violencia; reglamentamos eso. Fue un poco lo que nos pasó con esta ley.

Nosotros hubiésemos preferido una ley no tanto declarativa sino progresiva. O sea, que pueda ser una herramienta para el mejoramiento de la federación o de las comunidades, para poder tener mayor poder local en la gestión de los espacios comunitarios. Pero es una visión particular que yo tengo.

¿Hay alguna intención de generar una nueva norma?

No, por el momento no estamos en eso. Ahora tenemos el problema grande de que aquellas federaciones que no hayan reformado sus estatutos en cuanto a la composición de sus directivas o sus períodos de gobernanza, por ley no podemos destinar fondos, con lo cual estamos desde que asumimos diciéndoles: “Señores, está vigente esta ley, aggiornen sus estatutos”. Hicimos dos o tres avisos formales y bueno, hoy la verdad es que hay un amplio número de federaciones que no han cumplido y es una preocupación porque nosotros queremos apoyar, pero no podemos hacerlo por encima de la ley.

¿Cuál es el trabajo que ustedes han hecho en cuanto al funcionamiento de la Fundación Deporte Uruguay?

La Fundación Deporte Uruguay [FDU] sigue existiendo, está fuerte, está trabajando, tiene una persona rentada que es su gerente. No tiene su antigua oficina, porque entendíamos que era un gasto excesivo que tenía en un hotel. Nosotros le destinamos una oficina en la sede de ONFI. Tenemos que ser realistas de dónde estamos. La FDU está trabajando muy bien, hay reuniones periódicas con el COU, se están destinando los recursos, se rinden cuentas. Estamos todos tratando de optimizar los recursos. En vez de estar pagando un alquiler bastante considerable en un hotel, para reuniones cada tres o cuatro semanas, preferimos volcarlo al deportista. El COU busca sus recursos genuinos, propios, y nosotros con los entes públicos tratamos de hacer la mejor combinación para trabajar en eso.

¿Cuál es tu visión con respecto a cómo se vuelcan los apoyos a los deportistas desde distintos organismos del Estado?

La última Ley de Presupuesto nos habilita a apoyar directamente a los deportistas, cosa que no existía. Todo lo hacemos coordinadamente con las federaciones y son para casos muy puntuales en los cuales la federación justo tuvo un inconveniente y no pudo rendir cuentas, o estás demorado por tal requisito burocrático, o el viaje es mañana; existe la posibilidad. De hecho, hay un relacionamiento directo con muchos deportistas. Coordinamos desde la FDU los apoyos que da el COU, como beca directa, con los que dan los organismos que la SND consiguió que siguieran dando becas. El Ministerio de Defensa estaba haciendo una revisión muy crítica de las becas y tenían razón, porque de repente continuaban recibiendo ingresos por el programa de vacantes militares, deportistas que ya se habían retirado de la competencia deportiva y no lo recibían aquellos que sí realmente lo necesitaban. La cartera tiene la potestad de decir que tal perfil de deportista no encaja con esto. El COU también tiene sus parámetros olímpicos internacionales. Con ese mix, nosotros estamos en el medio como eje articulador y sabemos que todos los deportistas que están en el mapa, de ser apoyados a nivel de beca, van a estar contemplados.

¿Tiene la secretaría una visión de a dónde hay que llevar el deporte olímpico?

Nosotros no hablamos de medallas porque eso es consecuencia de muchas otras variables. Lo que sí fijamos como prioridad, por ejemplo, es establecer un apoyo previo con la delegación que fue a los Juegos Panamericanos Junior en Cali. Se los llevó a Paso Severino para hacer un taller, que se conocieran entre ellos, con trabajo de nutrición, de valores, de higiene, de todo. Fue una muy buena experiencia porque con eso arrancamos desde antes la identificación de aquellos talentos que recién veíamos en los Juegos Odesur. Tomamos los Juegos Panamericanos Junior como una base amplia, para seguir ampliando la base de los Odesur, de los Panamericanos y, de ser posible, de los Juegos Olímpicos de París. Sin duda, un objetivo es que queremos tener deportes colectivos, que son los que también te dan mayor número de participación y mayores posibilidades.

En remo, particularmente, lo que entendemos es que hay que trabajar en que ellos tengan más competencia periódica. Para eso, tienen que trasladarse a donde está la competencia, que es en Europa o Estados Unidos. Se va a presentar un plan en enero, lo va a presentar la Federación Uruguaya de Remo y nosotros estamos articulando con las empresas públicas, con INAC [Instituto Nacional de la Carne], con el Banco de Seguros del Estado, con Ancap, con el Banco República y alguna otra que me puedo estar olvidando, que están desgastadas de que vengan a tocarles timbre individualmente las federaciones, los deportistas o un empresario, y ordenar esos pedidos a través de la SND. Por eso también es importante el vehículo de la señal +DeporteUy, porque con eso sabemos que, teniendo cuatro o cinco empresas de estas, vamos a poder cubrir bastante el presupuesto que precisamos para esa federación.