Hasta la primera decena de minutos se estudiaron como si no se conocieran. En el minuto diez, como una apología, Nicolás Dibble, el gran delantero coloniense, dibujó una jugada maradoniana desde el medio de la cancha. Enfiló amagando y fue tirando la famosa diagonal de los punteros con oficio, con valentía. Definió esquinero y en gran esfuerzo Sergio Rochet se quedó con lo que hubiera sido un golazo. En el rebote cobraron fuera de juego y todo siguió en cero.
Juan Cruz Mascia lo tuvo en una contra que él mismo generó atrás del medio de la cancha por robarle a Emiliano Martínez una pelota demasiado entretenida. Definió como un aficionado. En la siguiente jugada, Nacional lo tuvo tras paredes pero Mario Risso defendió con todo su cuerpo, literalmente. Dibble siguió insistiendo; cuando está encendido es un infierno.
No sé cuántos goles tiene Gabriel Neves de tiro libre, pero el que pateó fue muy desviado, con el cuerpo tirado hacia atrás como un rugbier. Sorprenden esas cosas de Nacional, acostumbrado a pateadores de lujo. Plaza Colonia estuvo mejor parado que el local en el primer tiempo, aunque jugaron distintos juegos. Para el segundo tiempo Jorge Giordano probó con el comentado Ignacio Lores.
Por momentos el área tricolor fue un flipper de maquinitas de balneario. Un ruido, tres rebotes, el abismo. Giordano, manos en jarra, hacía gestos con el mentón preguntando qué estaba pasando. Emiliano Martínez también probó de pelota quieta. Pasó cerca, no hubo suspiros al unísono, salvo frente a los televisores.
Nacional convirtió el primero, cuándo no, por Gonzalo Bergessio. Una mala salida de Leonai Souza, un quite de Pablo García, que otra vez jugó un gran partido, y un pase filtrando a la defensa, que quedaba mal parada en la salida. Bergessio definió torcido, pero cobró. Plaza empató casi enseguida, Leonai se recuperó y metió un pase brillante para que Mascia, que había sido errante, definiera mejor que nunca. El empate se parecía más al trámite, pero eso al fútbol no le importa demasiado.
Plaza lo tuvo en una jugada polémica que el árbitro José Burgos invalidó por mano de Mario Risso, que había sacado un remate como si fuera nueve. Nacional siguió apelando a la cantera, aunque Giordano suplantó a Pablo García, que era de los más enteros. Espinel jugó un partido aparte para las cámaras. Giordano, más cauto, entendió que la tenencia se había puesto complicada. Puso a Trezza a quebrar por las bandas una defensa férrea. Plaza siguió probando con la contra, que era un tembladeral para los albos.
A los 92 minutos Bergessio hizo una tremenda jugada por derecha recuperando una pelota de la raya que lo opacó todo. Si hubiese terminado en gol hubiera cambiado el tenor del partido, pero Emiliano Villar se lo perdió en las manos de Santiago Mele, que hizo una de las atajadas más extraordinarias del campeonato. En la contra lo tuvo Leandro Suhr tras un gran desborde de Leonai, que fue protagonista. Todo terminó como estaba, un gol para cada quien y un punto, entonces, para cada escuadra.
Detalles
Estadio: Parque Central
Árbitros: José Burgos, Miguel Nievas, Mathías Muniz.
Nacional (1): Sergio Rochet; Mathías Laborda, Guzmán Corujo, Renzo Orihuela, Armando Méndez (76’ Alfonso Trezza); Emiliano Martínez, Gabriel Neves (62’ Santiago Cartagena), Joaquín Trasante (46’ Ignacio Lores), Pablo García (72’ Emiliano Villar); Gonzalo Bergessio, Brian Ocampo. Entrenador: Jorge Giordano
Plaza Colonia (1): Santiago Mele; Facundo Kidd, Federico Pérez, Mario Risso, Haibrany Ruiz Díaz; Leonai Souza, Facundo Píriz, Leandro Suhr (84’ Elías Umeres), Ezequías Redín; Nicolás Dibble (84’ Álvaro Fernández), Juan Cruz Mascia (83’ Diogo). Entrenador: Eduardo Espinel.
Goles: 66’ Gonzalo Bergessio (N), 68’ Juan Cruz Mascia (PC)