El fútbol, territorio de varones por excelencia, está empezando a deconstruirse. Como en infinitos ámbitos de la sociedad, el lugar de las mujeres en las instituciones deportivas ha estado relegado, pero algunas fueron contra la corriente y se abrieron camino. Por plantarse e imponerse, por no bajar los brazos, por aguantarse la desigualdad, por pelearla como en cualquier partido difícil, hoy algunas ven el resultado y empiezan a ocupar lugares de poder.

Con una extensa trayectoria como colaboradora dentro del club, Patricia López hoy tiene su merecido puesto en uno de los cargos más importantes de la institución aurinegra: es la primera mujer en ser suplente del presidente del Club Atlético Peñarol. Además, forma parte de la Comisión de Gestión Humana y Educación de las divisiones formativas, como así también de la Peña “Parque Batlle” y de la agrupación política Sentimiento 1891, ganadora de las últimas elecciones aurinegras. Patricia fue transitando un camino colmado de esfuerzo y trabajo por amor a la camiseta, hasta llegar a asumir como suplente de Ignacio Ruglio, momento en el que no solo no dejó de participar en los demás espacios sino que sumó una responsabilidad especial: junto con sus compañeras de Grupo Carboneras crearon la Secretaría de Género, pensada por y para mujeres dentro del club.

La vida por los colores

Nos encontramos con Patricia en el Campeón del Siglo. Al llegar nos recibe el encargado de seguridad. “Por acá, presidenta”, indica, y le aclara ‒por las dudas y con orgullo‒: “Usted puede venir cuando quiera”.

Charlamos en el hall principal. De fondo, por los ventanales de vidrio, se puede ver entrenando a los varones de primera, con los que Patricia siempre tuvo un compromiso especial. Hace siete años tenía ganas de acercarse al club para aportar algo como hincha y socia, y encontró en la organización de su barrio, la Peña Parque Batlle, que hoy en día preside, el mejor medio para hacerlo.

Las peñas organizan campañas para colaborar con causas benéficas y de ayuda social, como el Día del Niño, el comienzo de clases, la entrega de viandas para las personas en situación de calle, campañas de recolección de abrigo en invierno e innumerables donaciones.

Desde esos primeros años hace trabajo social con los juveniles del club en “La casita”, donde viven los jóvenes del interior que juegan en Peñarol, y al que también se acercan algunos otros que necesitan apoyo. En un principio comenzó yendo a Los Aromos junto con otros colaboradores a hacer comidas y eventos puntuales, pero generaron un vínculo cercano entre ellos. Ya perteneciendo a la agrupación Sentimiento 1891, el presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, le propuso trabajar en la Comisión de Recursos Humanos y Educación. La labor honoraria consistía en dar apoyo a los chiquilines en los estudios, dos o tres veces por semana oficiando de profesora particular en las materias que les interesaba o que sabía. Así fue que ella, por su profesión de nutricionista, se enfocó en Ciencia, Biología, Química, Física; otro compañero que estudiaba ciencias económicas se enfocó en la parte de Matemática, y otro colaborador profesor de Historia e Inglés los apoyaba en esas asignaturas.

Darwin Núñez, actual jugador de Benfica, es uno de los ejemplos. “Tenemos una amistad como hermanos, también con Agustín Dávila, que está jugando en Liverpool, como con un montón de chiquilines, porque íbamos todos los fines de semana a Las Acacias o a cualquier cancha en la que jugaran. Era estar para Peñarol todos los días, un montón de horas por día. Lo hacíamos porque el contacto que generamos con ellos es impresionante. En una época me pasaba de estar haciendo mis resúmenes de química de los alimentos, por ejemplo, y en paralelo estar haciendo los de química del liceo de ellos”, comenta.

“Además, se genera un vínculo con la familia. Pasamos a ser su soporte, a veces oficiamos de psicólogos. Si bien tienen una cuidadora, Silvia, que trabaja todos los días a toda hora con ellos, ella no puede con todo y nuestro aporte es fundamental. Una vez fueron a operar a uno de los chiquilines del interior, la familia no podía venir a tener la consulta con el médico, y yo lo acompañé. Esas cosas te dejan mucho, sentís que estás dando un granito de arena a ellos y al club, que es súper importante porque algo que decimos siempre en formativas es que no estamos formando a jugadores de fútbol solamente, sino a personas, con valores, educación, estudio”.

Compromiso con la equidad de género

La primera vez que Nacho Ruglio se postuló para presidente, Patricia no pudo integrar la lista por un tema estatutario: los socios del club deben pertenecer a la categoría “activo” para ejercer el voto. Hasta las elecciones anteriores los varones pasaban automáticamente a esta categoría a los tres años de ser socios, mientras que las mujeres podían pasar recién a los seis años, pero además debían solicitar el cambio, por lo que ese año no pudo participar; sólo militó y apoyó al grupo. Ese estatuto se modificó y en las siguientes elecciones ya formó parte de la lista y Ruglio le ofreció que fuera su suplente.

Patricia López.

Patricia López.

Foto: Alessandro Maradei

Desde que la agrupación Sentimiento 1891 ganó la presidencia de Peñarol se dieron grandes logros a nivel de equidad entre varones y mujeres en el club. El 8 de enero de este año se reunió por primera vez en la historia del fútbol uruguayo un Consejo Directivo integrado en su totalidad por mujeres. Uno de los objetivos que impulsó esta modalidad de reunión fue la creación de la Secretaría de Género, que funciona desde entonces en el club y trabaja en varios proyectos.

Uno de los planteos que surgieron en esta reunión fue hacer crecer la cantidad de socias: “Son muy pocas en comparación con los varones. Desde la Secretaría de Género queremos trabajar para que esto cambie, que las mujeres en el club tengan más oportunidades, que se acerquen a trabajar, porque las puertas están abiertas y nosotras queremos que sea más equitativo. Es complejo y delicado porque por cada mujer socia hay un montón de varones, por lo que desde el Consejo Directivo se tiene que analizar bien y ver qué y cómo hacerlo, ya que somos muy pocas socias”, sostuvo.

Además, están creando una cláusula para agregar a los contratos de los jugadores que pena la violencia de género en caso de que un futbolista reciba una denuncia y posterior sentencia. “Protocolos, talleres, intervenciones, tenemos mucho por hacer. En Argentina hay una jugadora trans integrando un equipo de fútbol femenino, son un montón de cosas a contemplar en las que tenemos que trabajar”, sostuvo López.

“Ni yo ni ninguna de mis compañeras consejeras estamos cumpliendo una cuota social por ser mujeres, esto es merecimiento y valoración”.

Capacidades más allá del género

Llegar a donde hoy está junto con las demás mujeres que ocupan cargos en los distintos organismos del club no fue fácil. “Fueron muchos años de trabajo, fui sumando labores y escalando; que valoren la constancia que tuve es genial. El tema de las mujeres dentro del club es algo complejo, porque ni yo ni ninguna de mis compañeras consejeras estamos cumpliendo una cuota social por ser mujeres, esto es merecimiento y valoración. Participábamos, pero no teníamos un puesto determinante en el club, que es algo de lo que estamos cambiando ahora. A veces se ve como un premio, pero no lo es. Es valorar nuestro trabajo y nuestra constancia, y por ende las mujeres también podemos ocupar estos espacios en el club”, dijo Patricia a Garra.

Es la primera vez en la historia de Peñarol que hay tantas mujeres en las comisiones, y algunas con más poder. “Al principio era casi que la única mujer integrando la comisión junto con Sandra [González], la presidenta de la Asociación Uruguaya de Fútbol Infantil, que también me acompaña en el Consejo y en la Secretaría, pero no había nadie más. Entonces, si bien nunca me pasó de vivir algo fuerte, por así decirlo, siempre estaba la diferencia entre varón y mujer, a ellos le daban más corte, a mí no tanto. Es un mundo muy machista el del fútbol. Eso está cambiando un poco, yo lo siento así. Vamos a seguir en esa línea, aportando desde cada una lo que se precise. Va a llegar un momento en que los consejos sean mixtos y cuando algún directivo varón no pueda participar lo va a suplantar una mujer”, finalizó.

Abriendo el camino

Mientras nos sumergimos en una extensa charla sobre qué significa ser mujer y llegar a este espacio dentro de una institución deportiva como Peñarol, abro un paréntesis para decirle: “Pero con todo esto que haces, ¿seguís con los juveniles? ¿Cuánto tiempo te demanda Peñarol semanalmente?”.

Patricia sonríe y responde: “Sí, con los juveniles siempre. Esta semana estuve toda la semana para Peñarol. Tuve reuniones por los juveniles, Consejo Directivo, con el presidente por un tema de la Comisión de Género; me lleva mucho tiempo, pero el tiempo una se lo hace para lo que ama”.

Ser la primera mujer suplente de presidencia en Peñarol a Patricia le genera “honor y alegría. Es un orgullo. Que Nacho me haya tenido en cuenta lo veo como el fruto del compromiso y la lealtad hacia el club, de vivir y respirar Peñarol las 24 horas del día. Es el club de mis amores, lo que más amo, y me alegra poder ser ejemplo y generar que haya más mujeres dentro del fútbol. Mi modelo fue Gladys Ruglio, la primera mujer en integrar un Consejo Directivo, y quiero ser pionera y ejemplo yo también. Que esto se copie en otros clubes de Uruguay sería tremendo. Estamos dando un gran mensaje. Yo les digo que se animen, cuando empecé tenía ese miedo de no saber si podía estar a la altura. Y claro que se puede, somos lo mismo”.