A las 21.30 de nuestros relojes pero en Quito, Ecuador, Liverpool y Universidad Católica definirán quién avanza a la segunda ronda de la Copa Libertadores de América. Un partido para hacer historia.
Liverpool llega con ventaja tras ganar en el Parque Viera 2-1. La diferencia es corta, pero es diferencia al fin. A los uruguayos les alcanzará con empatar para seguir de largo, lo mismo si consiguen imponerse nuevamente. El 1-0 en contra o perder por más diferencia de goles los dejará por el camino.
Está clarísimo que a los uruguayos les sirven dos resultados para avanzar a la próxima fase del torneo continental, pero también es cierto que no será para nada fácil jugar en Quito, a 2.850 metros sobre el nivel del mar. Nunca ha sido fácil ese lugar del mundo para ningún equipo uruguayo. Sea por la falta de aire o por el calor, los ecuatorianos saben manejar esas variables como para que incidan en el juego.
Los negriazules han jugado una sola vez la Copa Libertadores y no pudieron superar la fase inicial. En aquel 2011 Liverpool quedó por el camino tras cruzarse con Grêmio de Porto Alegre, con el que empató en Montevideo y luego perdió en Brasil. Por eso, entre otras cuestiones, es un partido para hacer historia.
Once contra once
La ventaja del equipo de Marcelo Méndez es que llega bien rodado; no sólo por rodaje, sino porque anda primero en el Clausura y está empatado con Peñarol en el tercer puesto de la Tabla Anual. Es una temporada redonda para los de la cuchilla, que sueñan con entrar en la definición del campeonato uruguayo.
En ese rodaje hay varios nombres que están en niveles altísimos: el arquero Sebastián Lentinelly, los laterales Federico Pereira y Camilo Cándido, la mitad de la cancha dirigida y gobernada por Hernán Figueredo, más la calidad de Juan Ignacio Ramírez, goleador histórico del club.
Pero como cuando se dice una cosa se dice la otra, la desventaja de Liverpool sale de su propia ventaja: acumulación de partidos y físicos al límite. La exigencia de estar en ambas canchas le dio una semana bastante compleja, porque en el medio de su historia con Universidad Católica tuvo el juego con Peñarol, y ambas situaciones agregan, al desgaste físico, el desgaste emocional o de estrés que provocan los desafíos importantes.
Para la noche de este martes es probable que Liverpool juegue con el arquero y los laterales antes citados más Gonzalo Pérez y Christian Almeida como zagueros centrales; en la mitad de la cancha, Tofi Figueredo podría ser acompañado por Fabricio Díaz y Martín Fernández, aunque también corre con chances Gastón Pérez; en el ataque es una fija que Colo Ramírez irá desde el vamos, pero no están claros sus laderos. Tal vez Agustín Dávila sea uno, porque no jugó ante Peñarol y está fresquito –además de que hizo un golazo en la ida–; mientras el otro puesto se lo disputarán Alan Medina y Agustín Ocampo, quienes suelen ser los punteros definidos de los negriazules.
Los ecuatorianos vienen de empatar 3-3 con Manta por el torneo local. Guardaron a varios de los titulares en Montevideo, como al buen puntero derecho Andrés López, al volante Walter Chalá y al argentino Facundo Martínez.