El martes 9 de marzo la Comisión Directiva de Danubio Fútbol Club aprobó por unanimidad la creación de una Comisión de Género conformada por y para todas las áreas del club (juveniles, fútbol femenino, fútbol masculino y básquetbol). El objetivo de implementar este organismo es que el club trabaje en su conjunto con perspectiva de género.

“Marzo es el mes de nuestro aniversario, mes de comienzo de clases en las escuelas del país. Danubio, forjado en la escuela 49 República de Nicaragua, fundado por niños en un recreo, es denominado como la Universidad del Fútbol, y ha formado a miles de niños y jóvenes como deportistas. Desde hace pocos años también forma niñas y mujeres como deportistas. Un club como Danubio, referente en una zona muy popular como la Curva de Maroñas, Malvín Norte o Jardines del Hipódromo, es una institución que aporta valores y enseñanzas tanto para deportistas, hinchas, vecinos, vecinas y/o comunidad en general. En este sentido, entendemos que debemos incluir una mirada, y acciones para que todos y todas nos sintamos cómodos en las actividades del club”, expresó el club en un comunicado oficial.

Además de informar y asesorar a la Comisión Directiva, la Comisión de Género realizará campañas de sensibilización y capacitación en los temas específicos, tanto a funcionarios como a dirigentes, jugadores, cuerpos técnicos, socias, socios e hinchas.

Tan necesario

El equipo de comunicación, junto con dirigentes y allegados de Danubio, decidió cambiar la modalidad de trabajo de cara al Día Internacional de la Mujer, debido a que en años anteriores realizaban campañas que visibilizaban hacia afuera lo que adentro también pasaba: violencias y discriminaciones hacia las mujeres, la problemática del fútbol femenino.

“Eso despertó el reclamo de las compañeras vinculadas a los juveniles y al fútbol femenino porque muchas veces esto termina siendo hipócrita, en el sentido de que se apuesta a la comunicación hacia el afuera y eso no tiene consecuencias directas en el trabajo interno del club, sabiendo que las gurisas del femenino no tienen todas las condiciones para practicar el deporte, o que en juveniles hay situaciones a corregir, como el vocabulario en los entrenamientos, donde los chiquilines se agreden verbalmente y no pasa nada”, comentó a Garra Victoria Licandro, una de las encargadas de Comunicación. “Por eso decidimos cambiar la forma de expresarnos el 8 de marzo. Si en Danubio nos identificamos como la universidad del fútbol por haber sido durante muchos años formadores de generaciones que brillaron a nivel local y mundial, no podemos solamente crear jugadores, debemos forjar personas con valores” agregó.

Por ende, con el objetivo claro de “desterrar algunas formas de discriminación y violencia, desde el entender que el club es para todas y todos y las mujeres debemos poder sentirnos cómodas en un entrenamiento, una asamblea, en la cancha o al integrar una lista”, en el 8M Danubio reflexionó sobre su realidad actual. Para conocerla en profundidad realizaron una encuesta a mujeres vinculadas al club ‒funcionarias, jugadoras, madres de jugadores, novias, allegadas, hinchas‒ en la que consultaron sobre situaciones de discriminación y desigualdad vividas en la institución. La información que surja de las respuestas será procesada y utilizada para crear acciones apuntando a la capacitación de entrenadores, dirigentes y demás personas con cargos de poder, “para que ellos mismos puedan dar talleres y enseñanzas para educar en valores, que haya un clic, que si un jugador dice una frase fuera de lugar el entrenador sepa qué responderle y cómo actuar”, sostuvo Licandro.

Caer en la cuenta

Ante preguntas como “¿En los últimos años, te sentiste discriminada por ser mujer en alguna actividad del club?” recibieron respuestas muy claras: “No hay actividades para mujeres; en las asambleas es difícil hablar”. Una de las mujeres que accedió a responder fue una socia vitalicia que fue homenajeada, que expuso: “Sí, me sentí discriminada, mi medalla de socia vitalicia dice ‘socio’ vitalicio”.

Lo interesante fue que 82% de quienes respondieron el cuestionario manifestaron estar interesadas en formar parte de la Comisión de Género (dicho cuestionario sigue disponible en la web oficial).

“Hay respuestas muy interesantes, porque por más que una se considere feminista e intente romper los micromachismos que vive, conocer otras situaciones da cuenta de que hay machismos que una misma no reconoce. Un claro ejemplo es la medalla del socio vitalicio: la homenajearon en una asamblea y le dieron una medalla escrita en masculino. Es algo impensado que a nadie se le haya ocurrido hacerla en femenino. Son situaciones fáciles de detectar y revertir, para que todos vayamos sumando en el accionar en el día a día”, finalizó Licandro.