Lewis Hamilton venció en la ventosa pista de Portimão, al sur de Portugal, y amplió su ventaja en la tabla anual sobre Max Verstappen, que llegó segundo. La carrera, en la que la gestión de los neumáticos fue determinante, fue una batalla entre los dos líderes y Valtteri Bottas –compañero de Hamilton en el equipo Mercedes–, que partía desde la primera posición pero, una vez más, no pudo consolidar su ventaja durante la carrera y llegó tercero.

El momento más notable de la carrera tuvo lugar en las primeras vueltas, cuando intervino el auto de seguridad tras un torpe toque de Kimi Raikkonen sobre su compañero en el equipo Alfa Romeo, el italiano Antonio Giovinazzi. Tras la entrada del auto de seguridad, la carrera se relanzó en marcha y Verstappen le quitó la segunda posición a Hamilton al final de la recta principal. El británico enmendaría su error pocas vueltas después y continuaría la marcha hacia la primera posición, que le arrebató a Bottas con una excepcional maniobra por el exterior de la curva uno.

Tras ocupar la primera posición, Hamilton no se separó mucho de sus perseguidores, Bottas y Verstappen, que mantuvieron sus lugares hasta la parada en boxes. Allí el neerlandés aprovechó la temperatura de sus gomas y superó a Bottas en un tramo de la pista donde no suele haber sobrepasos.

Vientos del sur

La intensidad y la variabilidad del viento, sumado al poco agarre de una pista que fue repavimentada el año pasado, hicieron que, más que en otras competencias, el factor táctico sobre el uso de neumáticos fuera dominante. La combinación ganadora resultó ser gomas medias y luego duras.

Quienes, entre los que largaban en punta, se apartaron de esa combinación fueron perjudicados. Como el español Carlos Sainz, que partió con gomas blandas, vio cómo se desinflaba su carrera y terminó doceavo. Charles Leclerc, su compañero en Ferrari, culminó sexto, y el resultado debe decepcionar al equipo, que en las pruebas insinuó ser la tercera fuerza, detrás de Mercedes y Red Bull. Ese lugar de “mejor del resto” le cupo, otra vez, a McLaren: Lando Norris llegó quinto (detrás del Red Bull de Sergio Pérez), mientras que Daniel Ricciardo protagonizó una gran remontada del puesto 16 al 9.

La otra gran remontada fue la de Fernando Alonso, que largó 13º y, tras varios mano a mano durísimos, llegó octavo. El bicampeón español venía sufriendo en su retorno a la Fórmula 1, pero ahora pudo demostrar que mantiene su valor intacto.

Hamilton se va de Portugal con ocho puntos de ventaja, cuando había llegado con sólo uno. El próximo fin de semana, la lucha con Verstappen se reanudará en Barcelona, que recibirá el Gran Premio de España.