Nicolás de la Cruz, el futbolista del River Plate de Marcelo Gallardo, viajó con la selección uruguaya a disputar la Copa América en Brasil, en medio de una pandemia y miles de opiniones pululando. El Bolita habló con Garra de su momento en el equipo de la banda, del arribo a la selección uruguaya y de la Copa América que disputará con la celeste, la más campeona de todas.

La historia de Nicolás de la Cruz está cargada de los elementos ficcionales de una estrella. A la vez, hay otros sucesos de la vida del joven futbolista del River Plate de Marcelo Gallardo que están bien arraigados a la realidad que viven un montón de botijas que pululan por las canchas de inferiores a lo largo y ancho del país. Al igual que su hermano Carlos Sánchez, futbolista del Santos de Brasil, llegó a las inferiores del negro de la Cuchilla de Belvedere cuando apenas le asomaba la quijada. Creció atrás de la guinda. Forjó amistades como paredes a las que aferrarse cuando el piso tiembla. O cuando el mundo entero vibra por una pandemia casi indescifrable: “Me gusta estar en casa, y más ahora, en esta situación. Soy familiero, siempre trato de que haya algún familiar, algún amigo en casa, así no salgo. Está complicada la situación en Argentina, en general está complicada. Pero allá hemos estado casi todo el tiempo en cuarentena obligatoria, llegó un momento en que la gente no aguantó más y empezó a salir a la calle. Como que la gente no terminó de respetar y los casos siguieron aumentando. Por suerte, nosotros nos pudimos venir con la familia para Uruguay, me instalé y me quedé cuatro o cinco meses. Aproveché ese tiempo que en general no estoy”.

Sacarse la camiseta de Liverpool para ponerse la histórica casaca de River Plate de Argentina puede sugerir un hecho ficcional y hasta onírico, pero el Bolita de la Cruz fue otro de los encargados soñadores de torcer los imposibles y convertirlos en ciertos. La camiseta de la banda roja sobre un mundo blanco le calzó perfecta y el muchacho no ha parado de descoser balones de marca. Uno de los últimos hitos del equipo del legendario Marcelo Gallardo fue vencer a los parseros de Santa Fe con apenas diez jugadores disponibles, pero con una lógica identitaria que no hizo más que romper una vez más con aquello de la ficción y la realidad. De La Cruz fue uno de los que tuvo que seguir el partido por televisión, aquejado por el virus que ha torcido el gesto del mundo: “Fue un hecho histórico. A mí, que lo estaba mirando por la tele, se me ponía la piel de gallina por el orgullo de cómo nos estaban representando los compañeros. Más allá de que las reglas son para todos iguales, fue algo anormal, les ha pasado a otros clubes. Pero el hecho de salir al campo y representarnos de esa manera es motivo de orgullo. La única forma de representar a los otros era plantarse como se plantaron para conseguir el triunfo. Fijate que ese partido nos termina depositando en la próxima fase. Nosotros en River tenemos que reinventarnos siempre, porque en cada mercado de pases se nos van jugadores importantes. Pero logramos una identidad que nos ha marcado en los últimos tiempos. Eso ayuda en el día a día, en la forma de trabajar, en cómo se siente el grupo, en cómo uno se siente cuando va a entrenar”.

En medio de la pandemia, los torneos de fútbol internacional se continuaron jugando a toda costa una vez que se consumó la reanudación. Esa necedad de la Conmebol permitió que existan este tipo de hechos. Quizá la arbitrariedad de los manejos, o la presión de la coyuntura, también hizo que la mismísima Copa América haya corrido peligro de suspensión, o al menos que haya sido manoseada en los escritorios y las pantallas. Lo cierto es que la pelota volvió a girar y Uruguay partió a Brasil, donde finalmente se hizo luz el certamen, aunque lo de la luz sea relativo. “Pensé que no se jugaba la Copa América. Por la situación de los países, porque habían bajado a Colombia y después a Argentina. Más allá de todo, es un placer jugarla. Los que venimos en rodaje ya vimos que la Copa Sudamericana se siguió jugando y la Copa Libertadores lo mismo; los viajes son iguales, de entrar, jugar y salir de los países sin ver a nadie. Fuimos incluso a Colombia, donde se estaba pasando mal, y fue donde tuvimos el brote de contagio. Eso fue difícil, se estaban definiendo todos los torneos, las clasificaciones, el torneo argentino. Eso nos mató. Pero bueno, el mundo entero se tuvo que acostumbrar a la nueva situación. Nos tocó a todos, a unos más, a otros menos. Nosotros tenemos que agradecer porque dentro de todo la pasamos bastante bien; hubo gente que la pasó mal, que le tocó la muerte. Yo pude estar con mi familia y son las cosas positivas que se pueden sacar”.

Recién estamos llegando

Uruguay y Argentina se enfrentarán mañana, viernes, en la capital brasileña, lo que significará el debut de la selección más campeona de todas en este torneo continental. Nicolás de la Cruz, el botija de las inferiores de Liverpool que es figura en el equipo de Núñez, espera con ansias mansas atravesar la línea de cal con la camiseta celeste y el pantalón negro. Vestido de clásico, dice: “Nos hemos preparado bien, esta fecha libre nos dio un poco más de tiempo para trabajar algunos aspectos que el entrenador quería tocar y también para asentarnos en el grupo, ya que algunos somos nuevos, recién estamos llegando. Eso nos dio un margen para ver cómo se desenvolvió Argentina en su partido. Hemos ganado tiempo, esperemos estar a la altura”. Del otro lado, la Argentina de Lionel Messi y sus secuaces viene de debutar contra la poderosa selección chilena del uruguayo Martín Lasarte y el variopinto Arturo Vidal. Con una gran actuación del astro de Barcelona, los hermanos del Río de la Plata empataron en uno y pudieron sacar conclusiones tales como el gran momento de Messi y la variable temblorosa del puesto de arquero: “Obviamente estaremos ante uno de los mayores futbolistas de la historia del fútbol, es un plus enfrentarlo. Es la primera vez que me toca jugar contra él, pero nosotros estamos convencidos, pensando en lo nuestro y en contrarrestar las virtudes que tienen como equipo y como individualidades. A veces las Eliminatorias no te dan mucho tiempo de preparación, en este caso vamos a estar en una burbuja. Son torneos muy complicados, son distintos, pero los objetivos están claros, están marcados, y vamos a encarar todos los partidos como siempre: los amistosos, la Copa América, las Eliminatorias y todos los partidos que se jueguen. Los clásicos son importantes, pero más allá de eso, todos los partidos son importantes con la camiseta de Uruguay”.

El futbolista de 24 años hizo referencia a su situación particular y también a un hecho puesto sobre la mesa en las últimas horas, la promitente transferencia del Colo Juan Ignacio Ramírez a uno de los equipos grandes de Argentina, o a la potente Europa donde tantos criollos han brillado. Ambos jugadores transitaron las divisiones inferiores juntos, Nicolás partió apenas un tiempo después de su debut en la primera del negro, mientras que Ramírez esperó a convertirse en el máximo goleador de la historia de su club para estar en el tapete de los mejores clubes del mundo. “En lo personal me siento bien; me tocó jugar un rato en el último partido de la doble fecha. Venía de haber sufrido la covid, entonces físicamente me sentía un poco en debe, pero esos 30 minutos me vinieron bien, lo mismo los entrenamientos previo al debut de la Copa América. A nivel grupal también, nos dio el tiempo para afinar cosas como el esquema táctico, así que vamos a llegar bien, con la ambición de ganar. Me pone muy contento que se hable del Colo [Juan Ignacio] Ramírez; es importante para él y para Liverpool, es un grandísimo jugador que tiene unas condiciones terribles para ir a jugar al fútbol argentino o al europeo. Hicimos todo el proceso juntos de inferiores, me pone feliz que haya logrado títulos y cosas importantes para Liverpool, que fue donde nos criamos; le deseo lo mejor, que siga con su humildad y su forma de trabajar, que es lo que lo ha llevado a que tantos clubes se fijen en él”. Por último, De la Cruz, una de las cartas de Tabárez para el partido clásico a disputarse mañana en Brasilia, habló sobre la situación sufrida por su colega del Inter de Milán y la selección danesa, Christian Eriksen, que tuvo que ser reanimado tras desplomarse en el partido que su selección disputó frente a Finlandia por la Eurocopa: “Fue una noticia muy dura, pero por suerte ya se encuentra estable. Es algo por lo que hay que estar alerta, que viene pasando seguido. En los últimos tiempos la tecnología ha avanzado muchísimo, pero hay otras cosas que siguen pasando desapercibidas. Siempre está bien hacer estudios secundarios que dejen tranquilos a la familia y al equipo de trabajo. Nosotros en River cada cinco o seis meses nos hacemos estudios, pero repito, nunca se sabe y nunca se está del todo preparado para esas situaciones”.

Con la celeste

Nacido el 1º de junio de 1997, Nicolás de la Cruz debutó el 8 de octubre de 2020 con la selección mayor. Desde entonces, ha participado hasta el momento en cinco partidos –tres veces como titular–, todos ellos correspondientes a las Eliminatorias rumbo a Catar 2022. Estuvo un total de 236 minutos en las victorias 2-1 sobre Chile y 3-0 sobre Colombia, en las derrotas 2-4 con Ecuador y 0-2 con Brasil, e ingresó en el segundo tiempo en el empate 0-0 con Venezuela del 8 de junio. Todavía no ha convertido su primer gol.