El serbio número uno del mundo, Novak Djokovic, irá por algo que muy pocos –Don Budge, Rod Laver (dos veces), Maureen Connolly, Margaret Court y Steffi Graff– han logrado en la historia del tenis: ganar los cuatro Grand Slam en la misma temporada. Graff, en 1988, además de ganar los cuatro Slams, también se quedó con el oro olímpico en Seúl, siendo ella la única tenista en la historia en obtener el Golden Slam (los cuatro grandes más el oro en la misma temporada), algo a lo que Djokovic aspiraba este año. Ese sueño fue truncado tras caer en semis de Tokio frente al alemán Alexander Zverev, a la postre, campeón olímpico.

Podemos decir que Zverev es quien llega con mejores sensaciones a Nueva York. Campeón olímpico en Tokio y campeón del Masters 1000 de Cincinnati dos semanas después, sumando de esta manera 11 victorias consecutivas, además de haber sido finalista en la edición de 2020. Otros que llegan en un buen momento son los rusos Daniil Medvedev y Andrey Rublev, campeón del Masters 1000 de Canadá y finalista de Cincinnati, respectivamente. Es difícil imaginar un campeón fuera de los cuatro favoritos, pero puede haber alguna sorpresa. El británico Cameron Norrie viene teniendo una excelente temporada con un título, tres finales y 37 victorias, y otro que está jugando bien y llega con confianza es el joven noruego Casper Ruud, con cuatro títulos y 39 victorias.

Lo interesante

Por su parte, aunque por números la australiana número uno del mundo, Ashleigh Barty, es la gran favorita, ya que llega a Nueva York con cinco títulos bajo el brazo, entre ellos Wimbledon, y 40 victorias en la temporada, el cuadro femenino parece ser más parejo. La bielorrusa Aryna Sabalenka es la segunda favorita a quedarse con el título y buscará en Flushing Meadows su primer Grand Slam. En 2018 se dio su mejor actuación, cuando llegó hasta cuartos de final.

La suiza Belinda Bencic dio la sorpresa en Tokio al quedarse con la medalla de oro en singles y la de plata en dobles, junto a su compatriota Viktorija Golubic. Otra que viene en un ascenso constante es la española Paula Badosa, quien en las últimas 52 semanas ha escalado del puesto 94 al 26. Su fuerte es jugar sobre polvo de ladrillo, pero su crecimiento permite pensar que puede llegar a ser una de las atracciones del torneo. Será su tercer US Open y buscará su primera victoria, ya que cayó en la primera ronda en 2019 y 2020. Tampoco podemos descartar a la medallista de bronce, la ucraniana Elina Svitolina. Sin duda, el cuadro femenino promete y mucho en este US Open.

Latitud sur

Como hace unos cuantos años ya viene sucediendo en el circuito, la presencia sudamericana no es abundante. Habrá seis argentinos, un uruguayo, un chileno y un brasileño. El argentino Diego Schwartzman es el mejor rankeado –está en el puesto 14– e iniciará su participación frente al lituano Ricardas Berankis; el chileno Cristian Garín hará lo propio frente al eslovaco Norbert Gombos, mientras que el uruguayo Pablo Cuevas hará su debut frente al local Ernesto Escobedo, en el que será el primer encuentro entre ambos.

En el cuadro femenino esta situación se acentúa aún más y solamente hay dos representantes sudamericanas: la argentina Nadia Podoroska y la colombiana María Camila Osorio, 37 y 80 del mundo, respectivamente. Para Podoroska será su segundo US Open tras el disputado en 2016 e iniciará su campaña frente a la letona Jelena Ostapenko, mientras que la joven colombiana de 19 años hará su debut en el Slam estadounidense frente a la serbia Ivana Jorovic.

Ariel Behar y Gonzalo Escobar, novena mejor pareja del año, buscarán en Nueva York sumar puntos claves para clasificar al masters de fin de año en Londres, al que acceden las mejores ocho parejas de la temporada. Para conocer a sus rivales debemos esperar a que se realice el sorteo este lunes.