La selección uruguaya atravesó su primer año calendario completo sin Óscar Washington Tabárez al frente de sus filas desde que en 2006 el seleccionador fuese contratado para su segunda etapa en el cargo. Un nuevo entrenador ya pasó por el sillón, se jugó un Mundial al que Uruguay clasificó y en el que decepcionó su rendimiento, y todavía no se conoce si habrá continuidad de Diego Alonso o si será tiempo de alguien más. En el horizonte aparecen las próximas elecciones de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) que, actos políticos mediante (debe conformarse la comisión electoral en enero), se realizarían en febrero. El inicio de las eliminatorias mundialistas quedó pautado para junio de 2023, y la próxima fecha FIFA se jugará en el mes de marzo. Con esas fechas en el cronograma, todavía hay algo de tiempo para conocer cuál será la decisión con respecto a Alonso y si hará falta nombrar un sucesor.

Más allá de quién ocupe el lugar en el banco durante el próximo período, la AUF tomó a principios de 2022 la decisión de contratar a Jorge Giordano como director de selecciones. Jorge Casales, integrante del Comité Ejecutivo y encargado de selecciones nacionales en este órgano junto a Matías Pérez, comentó a la diaria que el lugar para el que Giordano fue contratado era el que Tabárez ocupaba de hecho. “Antes supuestamente el cargo de Tabárez contemplaba la dirección de selecciones”, dijo Casales, y explicó que si bien esto no figuraba por escrito en el contrato del exentrenador, había un acuerdo de palabra. “En los hechos, efectivamente lo hacía”.

El dirigente explicó que el rol del director de selecciones tiene dentro de sus funciones aplicar la metodología de trabajo sobre las categorías juveniles, participar de los procesos de selección de quienes vayan a ocupar los puestos en los cuerpos técnicos –aunque las decisiones no las toma él en última instancia– y hacer un seguimiento del plan trazado.

Dicho plan, que no es de público conocimiento, existe por escrito, según Casales, y fue presentado por Giordano a las autoridades durante el proceso de contratación que lo llevó al cargo, antes de firmar el acuerdo. “El proyecto abarca a todas las selecciones nacionales, modelos de captación, la posibilidad de llevar la selección al interior, con centros de alto rendimiento en diversos puntos del país a los efectos de evitar el desarraigo de los chicos más chicos y no perder absolutamente ningún talento; y después el seguimiento de todas las selecciones desde el punto de vista deportivo, metodológico, operacional y logístico”, enumeró Casales.

Si bien Giordano contó a la diaria que sólo tuvo un diálogo “muy por arriba” con Tabárez desde que está en el cargo, cuando se encontraron en un evento, él se siente un continuador de las ideas suyas. “No me visto con ropa ajena. Esto es tratar de empujar la idea de él. Tendrá la impronta de los que estamos hoy en el lugar, pero la idea no es nuestra”, remarcó en relación a algunos aspectos de su trabajo, en particular a la apertura de centros de desarrollo de futbolistas en distintos departamentos.

Continuismo

Según el nuevo director de selecciones, en su primer año de gestión se han mantenido los microciclos de trabajo con las selecciones y se ha seguido priorizando que los juveniles jueguen partidos internacionales. “Lo que hizo Tabárez fue jerarquizar no sólo al fútbol sino a todo el deporte uruguayo. Le dio un salto de calidad y destaco en él que abrazó un proyecto por encima de lo personal. Porque durante ese proceso él tuvo muchísimos ofrecimientos –seguramente mejores económicamente– y sin embargo prefirió quedarse desarrollando el proyecto”, señaló el actual director de selecciones.

“El proyecto tiene una pata fuerte en lo que es empezar a trabajar a partir de los 8 años. Tenemos avanzado con la Organización Nacional de Fútbol Infantil (ONFI) y sobre todo con la Organización del Fútbol del Interior (OFI) –que es la segunda pata de los 12 a los 17 años–, un proyecto al que nos sumamos nosotros, que era de OFI”. Giordano se refiere a los centros de formación y la creación de academias para las edades más tempranas. “Seguramente Rocha inaugure el primer centro de formación en el Este y hay otros departamentos como Salto que lo tienen avanzado para sostener esos centros con formación que les van a dar nuestros profesionales (de la selección) a los profesionales del lugar”.

Al ser consultado sobre si esto también era una inquietud de Tabárez en su proyecto, Giordano fue claro: “Una inquietud no, era una de las patas fuertes del proyecto, pero que no ha podido caminar y nosotros le estamos poniendo mucha energía a eso, con la formación del profesional que va a formar al chiquilín”.

Con este objetivo están previstos los talleres de formación para los entrenadores que trabajan en los centros y el programa de trabajo está hecho de acuerdo a los nichos de edades. “Hacemos talleres de ida y vuelta: ellos vienen al Complejo Celeste, ven nuestros entrenamientos y tienen un taller teórico, y nosotros vamos luego al territorio para replicar y para seguir. Nuestros profesionales salen al interior a comentar lo que estamos haciendo en los procesos de selección y tratar de replicarlo, a veces con las mejoras que propone el lugar, o adecuándolo al lugar. Para mí, eso es desarrollar el recurso humano también”, sostiene.

Nacional

“El interior está en inmejorables condiciones de hacer todo, acá el tema más importante es que se acabe el discurso y se haga. Esto se viene proponiendo hace muchos años y no se cristaliza, llegó el momento de hablar lo menos posible y que realmente se abran los centros de formación”. Giordano entiende que en este momento es visible cuándo hay entusiasmo y cuándo no. “Algunas ciudades van a abrir y otras no, porque no están con ese entusiasmo”. Según cuenta, de parte de AUF, OFI y ONFI, “las tres organizaciones más importantes del fútbol de nuestro país”, la voluntad política no sólo existe, “están empujando a que el interior se desarrolle”.

A modo de ejemplo: “Tenemos que tratar de que en Salto entrenen de la misma manera que entrenan a nivel profesional, y poder elegir un chiquilín de Salto que venga a las selecciones sin que se produzca el famoso desarraigo. Esa es la intención. Hay departamentos que enseguida lo captan y se ponen a trabajar y hay otros que no. El que quiera va a tener todo el apoyo de AUF, OFI y ONFI”.

“Estamos preocupados por lo que puede pasar en 10 años hacia adelante”, dice Giordano, que advierte un desarrollo de infraestructura y metodología en otros países, en el que Uruguay está “un poco por detrás”. No es por falta de recursos profesionales, explica, sino porque a veces es difícil coordinar y se hace difícil la realización de lo que uno tiene en la cabeza. “Si vos me preguntás cuál es mi desafío: la constancia y la tenacidad para que las cosas se hagan”, concluye. Entre el 2022 y el 2026 (principio y final de su contrato) él se sentiría conforme si se lograran inaugurar ocho centros, y sabe que a largo plazo, el ideal son 18, uno por departamento.

Eso sí, dentro de la estructura de selecciones nacionales, dice el director, hay que ser claro: “Tiene una pata social que no descuidamos, de estar cerca del chiquilín y controlar lo curricular y sus costumbres, pero lo que nosotros estamos buscando son jugadores que puedan ser convocados para las selecciones. Estamos buscando rendimiento”.

Trinidad

“Estoy abocado a tres cosas fundamentales para mí que son: la metodología en las selecciones juveniles, la infraestructura y el desarrollo de los recursos humanos”, revela el director de selecciones. Su horizonte es el de fomentar la carrera de los recursos humanos del área deportiva dentro de la organización. “Por eso nosotros no contratamos cuerpos técnicos armados para los juveniles, los armamos nosotros”. La conformación lleva tiempo e implica buscar perfiles de profesionales para cada cargo. “Se hace en base a un protocolo y con entrevistas personales, un método que nos ha costado tiempo, pero nos ha dado mucha seguridad”, resalta.

“Dentro de la metodología, el paso que queremos dar y que ya en febrero se comienza a desarrollar es la conformación de más selecciones, para no perder edades, y de que las selecciones más chicas permanezcan más tiempo en los microciclos de trabajo”, explicó Giordano. En esa dirección también trabaja FIFA, proponiendo para próximos años más categorías de selecciones juveniles y más competencias, ya que según el año de nacimiento, algunas generaciones no quedan insertas de la mejor manera en este esquema.

En la órbita de la infraestructura, se realizó recientemente una inversión en un gimnasio que va a sostener 150 jugadores, que es la población que pasa o va a pasar por el Complejo Celeste. “Un gimnasio de última generación, con una clínica anexada que funciona para todos los deportes de AUF (playa, sala, femenino) en lo que hace a la recuperación de lesiones”. Para eso se hizo una inversión en aparatos de próxima generación “pensada para que en los próximos 15 años no se necesite inyectarle más nada”. En la mirada del director, colocar más gente dentro del complejo dispara tres cosas esenciales a atender: descanso, alimentación y entrenamiento.

Una de las inquietudes de Giordano es lograr que el complejo sea autosustentable, “que no tengamos que ir a buscar plata a la caja de la AUF, que podamos generar los recursos desde acá” y reveló que para eso están tratando de llevar adelante algunas ideas, junto con el departamento de marketing.

A qué jugamos

“Lo que proponemos en juveniles no es una idea de juego, sino que los futbolistas tengan los conceptos para poder jugar en cualquier idea de juego”. Con esas palabras Giordano comienza a desarrollar su idea de lo que hace falta. Dice que imponer un modelo de juego durante el proceso de selecciones no ayuda al jugador porque le enseña a jugar de una sola forma. “En cuanto al desarrollo de tomas de decisiones, nosotros estamos teniendo la posibilidad de formar un jugador con buena toma de decisiones porque tiene muchos programas de trabajo de distintos lugares, incluso en la selección ha sucedido que juegue en una posición y en el club en otra”, cuenta. El hincapié es preparar futbolistas que dominen las situaciones y las fases del juego.

“En las reuniones técnicas nosotros decimos: Ustedes tienen un núcleo de jugadores de ciertas características ¿cuál es la manera (de jugar) que aplica mejor para estos jugadores? Cuando los entrenadores nos dicen cuál es la manera que para ellos mejor aplica, les preguntamos cómo la van a entrenar, cuáles son los ejercicios, individuales y colectivos, cómo diagraman la competencia, cuáles son sus determinaciones en torneos en los que si perdés te tenés que volver, qué es más importante, la estrategia o la táctica”. Esos son los disparadores y de esas respuestas saldrá lo que el entrenador proponga. “Lo que hacemos es tratar de inducirlo a que maneje todo lo que sucede en la preparación y la competencia, y él mismo va formando su estructura de trabajo que nosotros obviamente vamos acompañando”, sintetizó.

Fracciones

“Esto hay que dividirlo en dos. Lo que es selecciones juveniles, que parten desde la captación hasta la sub 20, por un lado. Eso sí tiene una metodología de trabajo, hay un seguimiento, hay unificación de criterios en las formas de trabajar, reuniones técnicas todas las semanas donde se juntan todos los integrantes de los cuerpos técnicos. Esas cosas sí se hacen en la las selecciones juveniles”, explicó Jorge Cásales con respecto al funcionamiento de las categorías inferiores masculinas y su desarrollo.

El dirigente separa: “La selección mayor es otra cosa. Es la culminación de todo eso, que sí tiene que tener conexión sobre todo con la sub 20, pero que tiene un carácter distinto”.

Con esa fundamentación, no se prevé que Giordano tenga injerencia en la metodología de trabajo de la selección mayor. “Cuando se decide un entrenador, él viene con la suya”, aclara el director. “Podemos charlar de lo que estamos haciendo acá y qué cosas le gustaría saber. Mi manera de relacionarme, como soy entrenador y conozco a los entrenadores, es darle apoyo. Cuando yo veo que el entrenador necesita hablar conmigo lo hago y cuando no, lo dejo en total tranquilidad”, resumió.

En cuanto a la elección de los entrenadores recordó que hay un protocolo y de acuerdo a él se van eligiendo los perfiles, viendo quiénes calificarían en cuanto a las cualidades que tienen. “Conformamos ese núcleo de entrenadores, se entrevistan con presencia del Ejecutivo, se hace un informe y la decisión es del Ejecutivo. No es una decisión mía elegir al entrenador, sí asesorar” aclaró Giordano sobre su implicancia en el proceso.

Jorge Casales recordó que primero se debe determinar si el proceso de Diego Alonso seguirá o no. “En el caso de que él no siga determinaremos un perfil, de la misma manera que lo hicimos cuando lamentablemente tuvimos que discontinuar la relación laboral con Tabárez”. En base a eso quien más convenza al ejecutivo será elegido.

El perfil no será rígido en cuanto a preferir confirmar una lista de entrenadores con similares estilos de juego. “Es más un perfil de entrenador, la conformación de su cuerpo técnico, los resultados obtenidos en los últimos tiempos, y fundamentalmente la elección pasa por ahí”, cerró Cásales.

El orden establecido

El organigrama de la AUF en relación a las selecciones nacionales, tiene a la cabeza al presidente Ignacio Alonso, con Jorge Casales y Matías Pérez como los integrantes del Comité Ejecutivo a cargo del seguimiento del área de selecciones. Jorge Ananía es el gerente de selecciones, cargo que ocupaba Eduardo Belza hasta su renuncia en febrero de 2022. En el área deportiva, Jorge Giordano es el director de selecciones, con sus funciones centradas principalmente en las selecciones juveniles y en la captación y desarrollo de talento, así como en la preocupación por el mejoramiento de la infraestructura. En relación a la selección mayor, Giordano simplemente elabora informes y recomienda al ejecutivo, pero no tomará la decisión de quién será el nuevo entrenador, ni tendrá sobre él ninguna injerencia metodológica o en su toma de decisiones.