Faltan siete fechas para que termine este aperitivo eterno. Ocho o nueve para los que en diciembre tuvieron que postergar sus partidos debido a la ola de ómicron y ahora esperan, sentados a la mesa, un plato que llega cada vez más frío.

Brooklyn Nets, uno de los grandes favoritos al anillo cuando todo comenzó, abraza la noticia de que Nueva York ya no exigirá certificado de vacunación para practicar deporte y entonces hoy, domingo 27 de marzo, Kyrie Irving vuelve a jugar en su casa por primera vez en la temporada, un partido clave contra Charlotte Hornets en busca de los playoffs.

Contra todo pronóstico, los avispones dan el batacazo en el Barclays Center y ahora ambos tienen el mismo récord (39-36), pero, según la letra chica del reglamento, Charlotte es octavo y Brooklyn noveno.

Philadelphia 76ers, primero del Este, visita a Phoenix Suns, primero del Oeste y mejor equipo de la liga. Los soles se llevan el triunfo y los Sixers caen al ¡cuarto lugar! del Este, donde ahora comanda Boston Celtics tras ganarle por 20 a Minnesota Timberwolves, aunque veremos por cuánto tiempo, ya que primero, cuarto, segundo (Miami Heat) y tercero (Milwaukee Bucks) tienen los mismos partidos perdidos y en los próximos días juegan entre sí. La definición es tan inédita como apasionante.

Este (aquel) domingo de marzo se cierra de forma aún más dramática porque Los Angeles Lakers viajan a Nueva Orleans para medirse con los Pelicans. LeBron James y compañía han tirado demasiado de la piola y ahora se debaten entre la postemporada y las vacaciones. Hoy son favoritos, están acostumbrados a la presión, y aun si el juego colectivo llegara a faltar a la cita, cuentan con individualidades contrastadas capaces de dar la cara por el equipo.

Los Lakers empiezan ganando 10-0, un tanteador tan infrecuente como peligroso, y al entretiempo se van 20 puntos arriba. Nada puede salir mal... pero esto es básquetbol, un juego de rachas, entonces pestañeaste, Brandon Ingram te mandó a la escuela un par de veces y finalmente los pelícanos se llevan el punto y ahora son ellos novenos y los Lakers décimos, al borde del oprobio, para urticaria de Jack Nicholson.

Volver al futuro

El domingo 10 terminó la primera parte de la temporada, como no podía ser de otra forma, con incertidumbre y suspenso hasta el último minuto, algo que ya venía ocurriendo en la semana previa; dada la enorme paridad, a medida que se jugaban los partidos las posiciones iban cambiando a un ritmo frenético y se hacía imposible aventurar qué equipos seguirían en carrera y cuáles no.

Atlanta, Cleveland, Brooklyn, Charlotte, Utah, Dallas, Golden State y Denver disputaron su último encuentro como si fuera una final, con el objetivo de terminar lo más arriba posible, ya fuese dentro de los seis primeros o entre los cuatro que van a la repesca.

Así las cosas, el martes 12 comenzó el play-in, el minitorneo que la NBA instauró el año pasado mediante el cual cuatro equipos de ambas conferencias compiten, a partido único, por las dos últimas plazas para ingresar a los playoffs.

En la conferencia del Este, Brooklyn recibió a Cleveland y no hubo sorpresas. Irving y Kevin Durant fueron demasiado para los caballeros, los Nets ratificaron su séptima posición y ahora se verán las caras con Boston (2), una serie sumamente pareja y por demás atractiva. Los Cavs tuvieron una segunda oportunidad contra Atlanta (9), que le había ganado de forma contundente a Charlotte (10), pero tampoco supieron aprovecharla, aun siendo locales y con la vuelta de su protector del aro Jarrett Allen. Los de Trae Young logran el octavo lugar y ahora Miami (1) espera por ellos.

En el Oeste, el play-in se inició con la victoria de Minnesota frente a los Clippers, y ahora van contra Memphis (2). Los angelinos tuvieron revancha con New Orleans (9), que previamente había derrotado a San Antonio (10), pero, tras una gran remontada en el tercer cuarto, sucumbieron sobre el cierre. Paul George, su máxima figura, dio positivo de covid el día anterior y no fue de la partida, otro aciago capítulo para seguir alimentando el mito de la maldición de los Clippers. Los Pelicans avanzan como octavos, camino a Phoenix (1), el mejor récord de la liga.

La noticia más resonante de la temporada, sin embargo, fue la prematura eliminación de Los Angeles Lakers, una de las franquicias más ganadoras de la NBA. Campeones en 2020 bajo las órdenes de Frank Vogel, este año nunca llegaron a ser un equipo sólido y fiable, en parte debido a una rotación corta y mediocre, pero sobre todo porque sus dos máximos baluartes –James y Anthony Davis– estuvieron mucho tiempo fuera por lesión, incluso en la recta final, cuando el equipo más los necesitaba.

Foto del artículo 'Prohibido dormir: comenzaron los playoffs de la NBA, la etapa más emocionante de la temporada'

Plato principal

Una vez conocidos los séptimos y octavos de ambas conferencias, el fin de semana comenzaron los playoffs de la NBA. Ocho equipos en el Este, ocho en el Oeste, cruces eliminatorios al mejor de siete, partidos electrizantes casi todos los días durante dos meses, y en junio dale un beso a tu favorito antes de las finales.

La primera sorpresa la dio Minnesota el sábado tras vencer a domicilio a Memphis y recuperar el factor cancha. El novato Anthony Edwards firmó un brillante debut en postemporada con 36 puntos, muy bien acompañado por el dominicano Karl-Anthony Towns. El martes los Grizzlies, de la mano de la revelación del campeonato Ja Morant, hicieron ajustes y empataron la serie. Osos contra lobos, serie zarpada si las hay.

Con la baja sensible de su estrella Luka Doncic, Dallas Mavericks perdió la localía frente a Utah Jazz, pero en el segundo encuentro se recuperó gracias a una descollante actuación de Jalen Brunson, quien anotó 41 puntos y no tuvo pérdidas, más el valioso aporte desde la banca del alemán Maxi Kleber con 8-11 en triples. Hay mucho hermetismo en cuanto a la situación sanitaria del base esloveno; al cierre de esta edición era una incógnita si vería acción o no hoy cuando la serie se mude a Utah.

Los Sixers de Joel Embiid y James Harden se impusieron con autoridad ante Toronto Raptors. Tyrese Maxey no quiso ser menos que Edwards y convirtió 38 puntos en su primera aparición en los playoffs. La serie, que ya está 2-0, ayer viajó a Toronto para los partidos tres y cuatro, encuentros que Matisse Thybulle verá por televisión ya que Canadá no permite el ingreso a extranjeros que no tengan el esquema de vacunación contra el coronavirus completo, condición que el alero de los Sixers por el momento no cumple. En alargue y con un triple en la hora de Embiid, los Sixers pusieron la serie 3-0; si ganan el próximo partido, serán uno de los mejores cuatro del Este.

La jornada sabatina culminó con la victoria contundente de Golden State Warriors frente a Denver Nuggets. El regreso del base Stephen Curry tras varios días fuera por lesión se vio eclipsado por la notable faena con la que se despachó el joven Jordan Poole, quien con 30 puntos y cinco triples fue la figura del partido. Los dirigidos por Steve Kerr tienen una de las mejores rotaciones del torneo, trabajan muy bien en defensa y son sumamente explosivos (el lunes en el segundo partido hicieron 44 puntos sólo en el tercer cuarto); todo lo contrario a Denver, que suele preferir ataques estáticos enfocados siempre en su jugador franquicia Nikola Jokic. La serie está 2-0 y muy encaminada para que los Warriors avancen de ronda.

Domingo de resurrección

Miami Heat quiere demostrar que está para grandes cosas y en consecuencia no está teniendo piedad con Atlanta Hawks, al que ya supera 2-0. Los de Erik Spoelstra son completos: buena rotación, tiro exterior, juego interno y –lo más importante– una defensa asfixiante y durísima que nunca pierde la concentración ni la intensidad. Young, el excelso goleador de los Hawks, fue completamente absorbido en el primer partido (6 pérdidas y apenas 8 puntos), mientras que en el segundo, el martes, el inimitable Jimmy Butler –según cierta teoría, es el hijo no reconocido de Michael Jordan– estuvo intratable en los Heat: 45 puntos, cero faltas, cero pérdidas.

Milwaukee Bucks se estrenó con triunfo ante Chicago Bulls, a pesar de que, contra todo pronóstico, le costó muchísimo. Fue un partido chungo que tuvo a los dos equipos con pésimos porcentajes. Los liderados por Giannis Antetokounmpo –máximo anotador de la franquicia tras superar los 14.211 puntos del mítico Kareem Abdul-Jabbar– son muy superiores a los Bulls en todos los aspectos, y al cierre de esta edición intentaban confirmarlo en el segundo duelo de la serie. Parece poco probable incluso que Demar DeRozan y los suyos puedan robarles siquiera un punto a los vigentes campeones.

Phoenix Suns derrotó a New Orleans Pelicans de forma contundente, pero el martes, en el segundo encuentro, CJ McCollum y sobre todo Ingram (37 puntos y 11 rebotes) fueron clave para robar la localía y demostrar que darán pelea a uno de los favoritos al anillo. Para los soles, peor que perder fue la lesión que sufrió Devin Booker en el tercer cuarto. El alero venía en modo asesino (31 puntos en 25 minutos), pero en una instancia defensiva sintió un pinchazo en la pierna, salió y no volvió más a la duela.

Boston Celtics-Brooklyn Nets quizás sea la serie más pareja de todas, aunque las posiciones indiquen lo contrario. El domingo jugaron un partido vibrante, de altísima emoción. La actuación estelar de Irving (39 puntos) contra su exequipo no alcanzó, porque en la última bola, cuando parecía que los de Steve Nash daban el golpe, tras una distracción flagrante de la defensa, los Celtics ganaron el partido.

Jayson Tatum fue la gran figura: ofició de gran pasador en la primera parte, se encargó de neutralizar por completo a Durant, contribuyó en el goleo y además fue el autor de ese reverso maravilloso sobre la chicharra para llevarse el punto.

El miércoles de noche Boston volvió a ganar. La serie está 2-0 y ahora viaja a Brooklyn.