Fue un gran partido. Tal vez sin las luces europeas donde parecen jugar los mejores de los nuestros, pero sí con lo mejor de la construcción histórica de una competencia sin igual como es la Libertadores.
Estudiantes de La Plata derrotó 1-0 a Nacional con gol en la primera parte del duraznense Manuel Castro, llegó a 10 puntos en el grupo C y quedó en las puertas de la clasificación a octavos de final, al sacarle al tercero (Nacional) 6 puntos de ventaja cuando quedan 6 por jugar. Bragantino (4) y Vélez (1), los otros componentes del grupo, se enfrentan este jueves en Bragança paulista.
Una línea de tiempo
Pudo haber sido en 1969 cuando el hombre llegó a la Luna, en el 70, cuando Uruguay estuvo cerca de la final del Mundial, o en 1971 cuando las elecciones. Tucho, hijo de crack, sobrino de crack, paraba en el almacén y bar de la esquina. Era enorme aspirante a ocupar una de las plazas de los grandes cinco de arriba, pero era chico todavía. Francisco, el portugués, también jugaba al fútbol como su amigo, también paraba en el estaño del bar del Gallego, a un metro del mostrador, enchapado por donde giraba la manivela de la máquina de cortar fiambre. Cualquiera de esas noches, cualquiera de esos refuerzos de mortadela, de esas botellitas de vidrio de Coca-Cola, o de esas medidas lloronas de Espinillar, el Tucho y el portugués deben haber confirmado que los partidos con Estudiantes de La Plata son un infierno. En la época mágica de los pincharratas, el equipo de la Bruja Verón y del doctor Bilardo jugó tres finales coperas consecutivas, con Nacional en 1969 y 1971, y con Peñarol en 1970. Unos encuentros extraordinarios, bárbaros en su doble acepción, excepcionales.
Ayer en las calles 1 y 60, en La Plata, al Tucho, al portugués, a sus amigos o sus conocidos de aquellos años les pareció que ese partido de Estudiantes parecía salido del túnel del tiempo de aquellos refuerzos, botitas color whisky y vaqueros sanforizados.
Tenían razón, fue un partido a la medida de aquella línea de tiempo.
Ni pestañear
Justipreciar debidamente las capacidades del oponente es una línea de acción que, bien ejecutada, le da el toque justo a la forma de jugar, de pararse, de intentar desarrollar un partido.
Lo hizo Nacional en ese gran partido en la cancha de Estudiantes. Lo hizo de buena manera, pero las propias alternativas de la competencia le impidieron sacar un mejor resultado. Ya estamos en la recta final del primer tiempo. Nacional sostenía sin problemas la complicada competencia con Estudiantes, con sus hinchas, con su cancha, pero en el minuto 38 todo sucedió. Se lesionó Brian Ocampo, salió, y llegó el gol de Estudiantes cuando nadie se lo esperaba. Desbordaron por la franja defensiva izquierda, tal vez aprovechando la ausencia de Ocampo, que jugó por esa banda tricolor. Leandro Godoy, el futbolista pincharrata, se fue hasta el fondo de la cancha, la bordeó y mandó el centro atrás en pelota de gol que tomó el duraznense Manuel Castro, para vencer a Sergio Rochet. Un baldazo de agua fría que premiaba merecidamente al interior derecho uruguayo, quien venció a sus compatriotas.
Antes de eso, y después de eso, el equipo de Pablo Repetto hizo un buen partido, cargando contra el arco argentino aunque sin poder generar ninguna acción concreta.
En el segundo tiempo, sobre todo, Nacional desarrolló un juego con cuerpo y personalidad, pero con carencias en algunos detalles finales que impidieron que en varias jugadas bien concebidas se pudiera llegar a una instancia de gol. Demoras innecesarias a veces, falta de precisión técnica en otras, inexperiencia en otras tantas fueron obstáculos para que los uruguayos llegaran al empate.
Ahora el gran rival de Nacional será Bragantino en su intención de seguir adelante en la Libertadores. No será fácil, pero puede hacerlo.
Detalles
Copa Libertadores 2022 – Grupo C
Estadio: Uno de La Plata
Árbitros: Wilmar Roldán, Alexander Guzmán y Wilmar Navarro (Colombia)
Estudiantes de La Plata (1): Mariano Andújar, Leonardo Godoy, Agustín Rogel, Fabián Noguera, Emmanuel Más; Jorge Agustín Rodríguez, Fernando Zuqui; Manuel Castro (70' Matías Pellegrini), Gustavo del Prete (80′ Franco Zapiola), Leandro Díaz (62′ Jorge Morel) y Mauro Boselli. Entrenador: Ricardo Zielinski.
Nacional (0): Sergio Rochet, José Luis Rodríguez (83′ Christian Almeida), Leonardo Coelho, Nicolás Marichal, Leandro Lozano; Yonathan Rodríguez, Felipe Carballo; Alfonso Trezza (83′ Juan Ignacio Ramírez), Manuel Monzeglio (58′ Leandro Otormín), Brian Ocampo (41′ Diego Zabala); Emmanuel Gigliotti. Entrenador: Pablo Repetto.
Gol: 38’ Manuel Castro (E).