La inquietud por jugar el último partido del Torneo Apertura, al que Liverpool llegó como máximo candidato a salir campeón, invadió el cuerpo y la mente de los futbolistas negriazules durante toda la semana previa al partido contra Fénix. Alan Medina, joven de 24 años que se formó, creció y debutó en Primera con los negros de la cuchilla, lo vivió con mucha ansiedad, ganas y confianza. Dice que esa fiabilidad es la que experimenta desde siempre con los de Belvedere.

A ese barrio llegó siendo un niño de 12 años –nació en 1998–, lleno de deseos y de metas relacionadas con el deporte que siempre admiró. Comenzó a vivirlo con los colores negro y azul, los tonos del equipo que, asegura, es su casa, donde entre otros tantos momentos supo, literalmente, vivir porque la institución siempre le abrió las puertas y lo agasajó, apostando a un chiquilín que tenía muchas ganas de superarse.

Ese niño que admiraba a Ronaldhino se convirtió en un adolescente que seguía a Neymar y que, con el pasar de los años, llegó a cumplir algunos de sus sueños con Liverpool. El primero de todos: fichar y debutar en la cancha grande. El segundo: levantar una copa cuando con el director técnico Román Cuello logró la Supercopa, para luego levantar la segunda cuando, bajo la orden de Marcelo Méndez, ganó el trofeo Clausura.

Su última alegría data del domingo pasado, cuando la confianza en él y en el equipo se transformó en la herramienta más poderosa para alcanzar el objetivo: ganarle a Fénix para convertirse en campeones, porque sólo dependían de sí mismos para obtener esa victoria. Medina fue el goleador del equipo con cinco goles. El delantero, que sólo estuvo ausente en uno de los encuentros, jugó más de 1.000 minutos.

Crecer desde el pie

¿Qué significa haber obtenido este título?

Fue una alegría inmensa salir campeón con la gente siendo jugador de Liverpool, y mucho más porque fue en Belvedere, algo muy emotivo. Estoy muy feliz de haber logrado el torneo.

¿Cómo fue tu proceso personal y deportivo en el club?

Empecé a los 12 en Liverpool, hice todas las formativas desde séptima hasta primera división. Noto que crecí mucho como persona y como jugador, y eso es lo más importante.

Son varios los formados en la casa.

Sí, lo hablamos siempre en el vestuario. Somos muchos juveniles del club jugando actualmente; está bueno. Eso nos hace ver que la institución nos tiene confianza, y el hecho de que apueste a los juveniles es algo que suma. Siempre decimos que somos muchos juveniles que nos metimos en la historia del club. Bromeamos siempre con Tofi [Hernán Figueredo], porque siendo juveniles logramos tantas cosas en tan poco tiempo, algo muy bueno como grupo y en lo personal.

Conquista negriazul

¿Qué características, en cuánto a lo deportivo, aportaron para que salieran campeones?

Somos un equipo fuerte ofensivamente, pero también defensivamente. Recibimos pocos goles y eso nos jugó a favor. Por otra parte, somos un grupo unido, algo que es muy necesario para que las cosas funcionen bien. En nuestro caso sentimos que somos una familia y eso es lo que nos lleva a la victoria.

¿Cómo es la relación de los jugadores con el director técnico?

Es muy buena. Tenemos charla mutua, intercambio de ideas, lo tuvimos de compañero en el vestuario y eso hace que la relación fluya mejor. Él acepta todos nuestros planteos y ese intercambio nos sirve a todos.

Alan Medina.

Alan Medina.

Foto: Alessandro Maradei

¿Hay rastros del modelo Pezzolano en este triunfo?

Claro que sí. El Papa [Paulo Pezzolano] fue el que empezó el proceso, el que inició el camino. Luego vino [Román] Cuello, que siguió de la misma forma, y con él llegamos a la Supercopa. Después estuvo Marcelo Méndez y logramos el Clausura, y ahora con Jorge el Apertura. Lo que aportó es que todos mantuvieron una línea; eso es bueno para los jugadores, porque sabemos por dónde seguir cuando hay cambios. Este logro también es gracias a eso.

¿Cuál fue la clave para lograr el campeonato?

Entrenar duro y ser constantes. Supimos esperar el momento cuando las cosas no salían, siempre trabajando juntos y tirando todos para el mismo lado.

La dicha no es sólo una cosa alegre

“En el día de ayer, el jugador del plantel principal Alan Medina tuvo una serie de convulsiones, por lo que se encuentra internado en observación en la Médica Uruguaya. La resonancia informó una malformación vascular. Se le dará el alta y será medicado. Se evaluará la operación”, publicó Liverpool en su cuenta oficial hace dos años. ¿Cómo fue atravesar ese mal momento?

Fue complicado ese episodio en 2020. Estaba durmiendo y convulsioné, entonces me hicieron varios estudios que resultaron en una malformación vascular. Tuve momentos en los que pensé en dejar el fútbol, porque me parecía que no iba a ser el mismo. Pero con la ayuda de mi familia y de mi novia, que estuvo ahí en todo momento diciéndome cosas positivas, además de mis compañeros, que siempre me tiraban buena vibra, pude seguir jugando y creyendo en mí. En su momento me querían operar. Con mi representante buscamos alternativas en Argentina y nos dijeron que no era necesario operarme, y la seguimos acá para ver cómo seguía y evolucioné bien.

Esta conquista fue la primera de Liverpool en su casa. El estadio estuvo a tope de gente. La hinchada acompañó con globos y banderas, y no paró de alentar a esos varones que se jugaban la alegría de muchos. ¿Cómo fue vivirlo con la gente?

La gente acompañó durante todo el campeonato, pero lo que se vivió el domingo en Belvedere fue tremendo. Estaba lleno y sentimos la alegría de todos los hinchas durante todo el partido.

¿Qué sentiste cuando terminó el partido?

No me di cuenta cuando el juez pitó el final. Cuando vi a los compañeros del banco ingresar a la cancha, caí. Sentí alivio, porque en su momento la pasamos mal y peleamos mucho para conseguir este título. Lo merecíamos, y lo mejor fue poder festejarlo con la gente.

¿Cómo están trabajando ahora?

Ya estamos enfocados al Intermedio. Nos propusimos el objetivo de pelear también este torneo, de llegar a la final y coronarnos campeones de nuevo.

¿Y el futuro? ¿Qué aspiraciones personales tenés en este momento de tu carrera?

Quiero dar el salto. Creo que es lo mejor para un jugador. Lo que todos sueñan es llegar a Primera, consagrarse en su club y después dar el salto afuera; eso es lo que sueño. Me gusta la liga de Inglaterra, es tremenda; la mexicana también me gusta.

Gozar el doble

Para Medina su pareja –que también juega al fútbol– es su apoyo incondicional. El domingo, al finalizar el partido, corrió a besar a Julieta Cassina López a través de los alambrados que separan la tribuna de la cancha, tal como lo había hecho al finalizar el encuentro ante River Plate, cuando el momento quedó registrado por varias cámaras y esa foto se hizo viral, por lo romántica o porque refleja la humanidad de los futbolistas, que también son hijos, hermanos y novios, y porque en esas acciones se demuestra que cuando la alegría es compartida se disfruta el doble.

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