Con el partido recién acomodándose y sin que ninguno de los dos equipos lograra generar superioridad, Danubio golpeó primero y esfumó la esperanza de Nacional de ponerle nervios a Liverpool con un gol tempranero a su favor. Luego de un error en el fondo del tricolor, Rafael Haller llegó solo por el segundo palo y venció la portería de Martín Rodríguez.

Pero la alegría no le duró casi nada a la franja: pocos minutos después de ponerse en ventaja, Haller pasó de héroe a villano. El VAR asistió a Christian Ferreyra por una posible roja luego de un durísimo foul del jugador danubiano; luego del chequeo, lo expulsó. Apenas a los diez minutos de partido, las tribunas de Jardines del Hipódromo no paraban de hervir como respuesta al caos de los primeros minutos.

Y luego, calma. Nacional con la pelota, como es lógico ante la necesidad y el hombre de más, pero, en principio, sin generar muchas situaciones para empatar. Durante todo el campeonato, el oxígeno del tricolor fueron los espacios largos para correr: logró sus mejores momentos de fútbol con transiciones ofensivas verticales, con mucha velocidad y calidad para jugar la pelota rápido. Los equipos que más lo complicaron fueron los que plantearon bloques bajos y lo obligaron a tener que romper su defensa con combinaciones más largas.

Luego de la expulsión, Danubio apostó a eso: Jorge Fosatti transformó su clásica línea de tres en el fondo por una línea de cinco, los carrileros del local limitaron su tarea ofensiva y el resto del equipo se encargó de defender las zonas centrales del campo. Nacional no generó peligro a través de buenos movimientos en el último tercio, pero con base en ímpetu y pelotas quietas fue metiendo al local cada vez más contra su arco y generando ocasiones de gol.

En la franja, fue destacable el trabajo de Santiago Paiva, que generó un partido aparte con Nicolás Marichal y Leonardo Coelho. Constantemente presionó a los zagueros de Nacional, que no estuvieron muy seguros: los incomodó para que la salida desde el fondo no fuera limpia, peleó cada dividida e incluso pudo generar alguna situación de peligro. Y así, llegaron el descanso y el gol de Liverpool en su partido contra Fénix, que, de momento, lo consagraba campeón.

Danubio arrancó el segundo tiempo incluso mejor parado que en el primero, aun logró descansar con la pelota varias veces durante los primeros minutos y consiguió un par de fouls sobre el costado derecho. Pero el fútbol a veces es ingrato y no sabe de momentos. De la nada, casi que con bronca, Franco Fagúndez remató una pelota que recibió lejos del área, pero frontal al arco: la trayectoria del tiro se desvió un poco en la defensa de Danubio e hizo que se fuera más esquinado y que venciera la portería de Esteban Conde.

El cambio de Fagúndez por Alfonso Trezza al principio del primer tiempo le dio la razón a Óscar Quagliatta por el gol y su posicionamiento: sacó a Fagúndez de su puesto habitual como delantero y lo colocó al lado de Felipe Carballo en el centro del campo. Por ese posicionamiento es que el juvenil tricolor recibió la pelota a esa altura del campo en el gol. A partir de ahí, Nacional no paró de buscar el segundo tanto y contó con muchas chances de pasar a ganar el partido.

Quagliatta también decidió sacar a Marichal para poner a Leandro Otormín; la posición de zaguero la ocupó Yonathan Rodríguez, que en principio ayudó a mantener la posesión de Nacional, por su mejor calidad para distribuir la pelota. El problema estuvo en el área: una mano suya causó un penal para Danubio, que se encontró con la posibilidad de ponerse nuevamente en ventaja. Nicolás Rodríguez lo ejecutó y no desperdició la oportunidad: 2-1.

Similar al primer tiempo, el local atentó contra su propia tranquilidad luego de que el recién ingresado Ribair Rodríguez se hiciera echar de forma absurda por protestar de más ante Christian Ferreyra. El final fue un caos en el que Nacional buscó de forma desesperada el gol del empate con dos hombres de más. Sobre el final creció la figura de Esteban Conde, que consolidó un partido en el que hizo una serie de tajadas que fueron clave para que Danubio soportara la presión de Nacional. El partido finalizó con un consuelo mínimo para Nacional: la victoria de Liverpool no lo hubiera dejado ser campeón aunque hubiera ganado el partido. Por el lado de Danubio, esta victoria de local con dos hombres de menos quedará en la mejor historia del equipo.

Detalles

Torneo Apertura - Fecha 15
Estadio: Jardines del Hipódromo
Árbitros: Christian Ferreyra, Carlos Barreiro, Agustín Berisso.

Danubio (2): Esteban Conde, Emanuel Hernández, Martín Rea (81’ Cristian Cruz), Lucas Ferreira (81’ Ribair Rodríguez), Rafael Haller, Diego Vicente, Leandro Sosa, Nicolás Rodríguez, Guillermo May (81’ Gerónimo Bortagaray), Santiago Paiva, Sebastián Fernández (17’ Leandro Navarro). Entrenador: Jorge Fossati.

Nacional (1): Martín Rodríguez, Leandro Lozano, Nicolás Marichal (59’ Leandro Otormín), Leonardo Coelho, Camilo Cándido, Yonathan Rodríguez (86’ Manuel Monzeglio), Felipe Carballo, Alfonso Trezza (45’ Franco Fagúndez), Diego Zabala (59’ Juan Ignacio Ramírez), Alex Castro (76’ José Luis Rodríguez), Emmanuel Gigliotti. Entrenador: Óscar Quagliatta.

Goles: 5’ Rafael Haller (D), 60’ Franco Fagúndez (N), 71’ Nicolás Rodríguez (D).

Expulsados: 11’ Rafael Haller, 84’ Ribair Rodríguez.

Jugador del partido: Esteban Conde.