Fue la primera vez en el Torneo Intermedio que Nacional no pudo ganar. Sin embargo, el empate sin goles ante Cerro Largo en el siempre difícil Ubilla de Melo lo sigue dejando arriba en su grupo y le sirve para mantenerse invicto en el campeonato corto. También pudo perder el tricolor, porque el arachán hizo méritos para llevarse la victoria, pero en el arco de Nacional estuvo la enorme figura de Sergio Rochet, cada vez más determinante cuando las cosas no le salen a su equipo.
En la vereda contraria, a Cerro Largo, que no ha hecho buena campaña y sigue peleando los puestos del descenso, le vino bien el punto. El entrenador de los arachanes, el argentino Héctor Bracamonte, quedó satisfecho de haber podido “controlar todas las facetas de Nacional” y de haberse llevado un punto.
Cancha complicada
Los cuestionamientos sobre el escenario estuvieron presentes durante todo el fin de semana por las intensas lluvias que inundaron la cancha de Cerro Largo, pero el recinto, que por primera vez recibe a Nacional luego de sus refacciones en tribunas y campo de juego, estaba en perfecto estado a la hora del comienzo del juego, a excepción del acceso al estadio, que estaba colmado de agua.
La primera parte fue chata, y no hubo emoción ni en forma de juego ni en forma de gol. Cerro Largo llegó primero y jugó mejor, con buen juego colectivo y la buena actuación de Adolfo Lima, pero ninguno de sus socios, Jonathan Ramis y Emiliano Villar, pudieron vencer a Rochet, ya importante en los primeros 45.
El local fue superior porque encontró más espacios y porque no fue vulnerado por Nacional, que directamente no llegó al arco, a excepción del remate de Yonathan Rodríguez faltando un minuto para que terminara el primer tiempo, tiro nada difícil para el arquero local.
En el complemento pudo convertir el argentino Emmanuel Gigliotti, pero no iba a ser su tarde y la pelota se perdió fuera del arco. Molesto por la situación, Pablo Repetto decidió cambiar el ataque. Así como el primer tiempo fue de Cerro Largo, en el complemento jugó mejor Nacional e hizo méritos (y chances de gol) como para llevarse los tres puntos. Juan Ignacio Ramírez tuvo buenos minutos, Brian Ocampo propuso su siempre buen juego de pie a pie, lo mismo que el colombiano Alex Castro. Firme, siempre firme, los arachanes aguantaron bien el ventarrón. Es más, de contragolpe bien pudieron hacer algún gol, pero, claro, estaba Rochet bajo los tres palos de los tricolores.
Faltando diez para el final pudo cambiar la historia: Camilo Cándido tiró con la derecha, la de palo, y la pelota salió lamiendo el poste. Si ese tiro se transformaba en gol, Nacional conseguía los tres puntos y superaba a Liverpool en la tabla Anual, además de quedar a nada de ganar el grupo. Pero no, fue afuera, y ahora la historia es otra.