La novena edición de la Copa América femenina se está celebrando en Colombia. Esta competencia es histórica por varias cuestiones. En primer lugar, otorga por primera vez tres cupos directos para el Mundial Australia-Nueva Zelanda 2023 y dos para un repechaje intercontinental, debido a que será la primera vez que la Copa del Mundo se dispute entre 32 selecciones. Además, la Copa América también entrega dos cupos para los Juegos Olímpicos de París 2024 y otros tres para los Juegos Panamericanos de 2023.

Hechos, no palabras

Otra de las cuestiones que hacen que esta competencia sea histórica es la presencia de las mujeres en los roles más importantes de los equipos. Esta Copa América es la edición con más mujeres entrenadoras. Ellas son: Rosana Gómez de Bolivia, Pía Sundhage de Brasil, Emily Lima de Ecuador y Pamela Conti de Venezuela.

La argentina Rosana Gómez asumió la conducción técnica de las Selecciones de Bolivia de cara a la Copa América. Gómez dirigía en el torneo de ascenso de su país al Club Argentino de Rosario.

Se trata de su segunda experiencia al frente de un conjunto nacional, ya que dirigió la Selección Universitaria Argentina, y esta es su primera oportunidad en el extranjero. Como jugadora debutó en Rosario Central, y luego defendió durante catorce años a Boca Juniors, equipo con el que obtuvo dieciocho títulos en el fútbol argentino.

Además de entrenar a la selección boliviana, trabaja desde 2017 como asesora de Conmebol en el área de Desarrollo de Fútbol Femenino, participando en diversas charlas y actividades que tienen el objetivo de fomentar la equidad de género en este deporte.

Pia Sundhage, que dirige a Brasil, es otra de las mujeres técnicas en esta copa. Es una entrenadora sueca que tuvo carrera como futbolista entre las décadas del 70 y 80. Comenzó jugando en el Ulricehamn y luego pasó por el Falköping, el Jitex, el Öster y la Lazio, para después alternar entre el Jitex y el Hammarby hasta retirarse en 1996, tras jugar los Juegos Olímpicos de Atlanta.

Otra de las entrenadoras es la de Ecuador, la brasileña Emily Lima. Como jugadora defendió al Euromat de Gerona, el Prainsa Zaragoza y el Estudiantes de Huelva. En Brasil estuvo en Santos, Saad, Teresópolis y Veranópolis, se despidió en 2009 en el Nápoles italiano. Como entrenadora, pasó por los equipos brasileños Juventus y Sao Paulo.

La cuarta entrenadora mujer de esta Copa es la italiana Pamela Conti, que dirige a Venezuela. Debutó como futbolista en 1996, en el equipo Aquile Palermo, de la tercera división. En 1998 defendió por primera vez a la selección italiana. También vistió la camiseta del Torres de la Serie A, con el que debutó en la Liga de Campeones. Sus otros equipos fueron el Levante de la Superliga española, el Espanyol y de Rusia el Energiya Voronezh y el Zorky Krasnogorsk. Con la selección italiana disputó Eurocopas de 2005 y 2009. Dirige la selección venezolana desde octubre de 2019.

En otros roles, todas las encargadas de impartir justicia durante todo el torneo son mujeres. La designación de árbitras cuenta además con un equipo arbitral proveniente de UEFA. A diferencia del fútbol masculino, no hay VAR en ningún partido. Tres uruguayas participan entre las juezas: Anahí Fernández, Luciana Mascaraña, Adela Sánchez.

No es todo, pero como ayuda

La Conmebol confirmó que, a partir de esta edición, el campeonato pasará a jugarse cada dos años. Con esto se busca darle mayor rodaje y destaque al fútbol femenino de la región.

Que el dinero es básico y necesario para que el fútbol femenino crezca no es novedad. Lo que sí es novedad es que, por primera vez en la Copa América de esta rama del deporte, se entregarán premios monetarios a las selecciones finalistas.

El equipo que gane el trofeo no solo se clasificará para la Copa Mundial Femenina 2023, y el torneo de fútbol femenino de los Juegos Olímpicos de París 2024, sino que también recibirá 1.500.000 dólares en premios. La selección que finalice en segundo lugar, además de los cupos directos a los mismos torneos que las ganadoras, se hará de 500.000 dólares.

Protagonistas y referentes

En la cancha juegan futbolistas de trayectoria más que destacable, como la ídola colombiana Catalina Usme de 32 años, goleadora histórica de todas las selecciones de Colombia, jugadora del América de Cali. En 2021 fue nominada a la mejor jugadora del mundo de ese año por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS)

Actualmente, esta selección, -al igual que sucede en todos los equipos-, tiene un perfecto equilibrio entre las jugadoras experientes como Usme, y otras jóvenes, como Linda Caicedo. Linda es futbolista del Deportivo Cali, y con 17 años ya forma parte de la selección mayor. Debutó con 14 años de edad como profesional en 2019 en la Liga Femenina, siendo la goleadora y campeona con América de Cali, club del que salió para fichar con Deportivo Cali, con el que obtuvo su segundo título nacional en 2021.

En Venezuela hay figuras como Deyna Castellanos, de 23 años, que es delantera del Manchester City y es la máxima goleadora histórica de los sudamericanos sub 17. En Brasil, entre otras grandes figuras, está Debinha, con 30 años defiende al North Carolina Courage de Estados Unidos desde 2017. En 2019 fue nombrada como la mejor jugadora de la liga nacional de ese país.

Jugadoras de nivel hay en todos los equipos: en Argentina, Estefanía Banini de 32 años, que también jugó en Estados Unidos y Chile, actualmente se desempeña en el Atlético de Madrid. La capitana de la selección chilena, Christiane Endler, de 30 años, que defiende al en el Olympique de Lyon, es considerada una de las mejores arqueras del mundo. Entre otros equipos, pasó por el Chelsea, el Colo Colo, el Valencia o Paris Saint Germain.