Manuela Rotundo hizo historia: disputó su primer Mundial de Atletismo sub 20 y se subió al podio en el tercer lugar con su segunda mejor marca personal: 55,11 metros. En la final de lanzamiento de jabalina fue superada por la colombiana Valentina Barrios, que marcó 57,84 metros, y la serbia Adriana Vilagós, que ganó la copa con una marca de 63,52.

El camino

La sanducera compite desde hace relativamente poco tiempo en lanzamiento de jabalina. Comenzó a practicar esta disciplina hace cuatro años. Antes, se inició en los juegos escolares y posteriormente pasó a los liceales. Luego, se presentó a competir y lo hizo en los juegos nacionales pero en otras pruebas: salto largo y disco.

Más tarde empezó a competir específicamente en atletismo, con el entrenador Julio Acosta de Paysandú, y al comenzar a entrenar en la pista quiso clasificar en jabalina porque le gustaba también. Ahí empezó a practicar esta disciplina y nunca más paró, y si bien sigue entrenando con Julio, se sumaron al equipo otros entrenadores, como Milton Cardozo.

En el Mundial, en la prueba clasificatoria hizo un lanzamiento de 52,28 metros y así se metió en la final. El clasificatorio fue bastante complicado porque hubo mucho desgaste emocional. Luego de la disputa descansó, y ya en la tarde noche miró los videos, evaluó los errores, y corrigió lo que su entrenador le sugirió: algunas cuestiones de la previa de la final relacionadas al calentamiento y a la forma de encararlo.

Final de bronce

Al día siguiente se disputó la prueba final, en la que obtuvo la medalla de bronce en su primer mundial. Durante esta prueba se sintió muy tranquila, sobre todo al principio. “Pude ir progresando a medida que avanzaba la competencia. Si bien estaba tensa porque era mi primer mundial y no estaba acostumbrada a este nivel, fui progresando en la competencia y terminé con un lanzamiento que me llevó del sexto lugar al tercero”, contó a la diaria la uruguaya.

Sobre el logro obtenido sostuvo que está muy feliz, tanto con el equipo, es decir, los entrenadores, y quienes la apoyaron, y que “no esperábamos para nada esta medalla, fue una gran sorpresa”.

Ya en la final, su entrenador, Milton Cardozo, vivió la prueba con una mezcla de nerviosismo y confianza: “Hay elementos que no dependen de nosotros, por ejemplo las rivales, pero con la confianza de que en cualquier momento iba a salir la mejor versión de Manuela en el torneo”, alegó.

“Los primeros tres tiros de la final para clasificar se complicaron más de lo que esperábamos, Manuela ingresa a la final y en los últimos tres lanzamientos pasan ocho lanzadoras y ella clasifica en el séptimo lugar. Después la prueba se empezó a perfilar a dos lanzadoras muy buenas, la serbia, que era la última campeona mundial, y la locataria colombiana, que había logrado el récord nacional, y la tercera medalla empezó a quedar más peleada, ahí fue cuando vimos que era posible”, contó Cardozo a la diaria.

Cuando se acercaba el último lanzamiento el equipo tuvo la charla final con Manuela: “Entendió perfectamente que era el momento de aprovechar la oportunidad y salió ese lanzamiento que a su vez es la segunda mejor marca personal que tiene. Estamos muy contentos, no es sorpresa el rendimiento de ella porque desde noviembre del año pasado se estaba preparando física, técnica y mentalmente, y por suerte salió todo redondito y rindió en el momento que tenía que rendir”, finalizó Cardozo.

De ahora en más seguirá entrenando y trabajando como hasta ahora, para prepararse para otras competencias que se avecinan. “De ahora en adelante seguiremos trabajando como hasta ahora porque nos está dando resultado. En unos meses se viene el sudamericano U23 en Brasil y para cerrar el año son los Juegos Odesur en Paraguay. Esa competencia va a estar genial, seguiremos preparándonos como siempre y dándolo todo”, finalizó Rotundo.