Hay empates y empates. Este tuvo lo suyo: Rentistas ganaba 2-0 hasta el minuto 60 (goles de Luis Acevedo y Mathías Acuña) y Peñarol lo remontó con empuje y goles de cabeza (ambos del argentino Lucas Viatri). Sin embargo, lo que fue una reacción lo deja con sabor amargo al carbonero, porque cada vez pierde más pisada con los de arriba en el Torneo Clausura. A su vez, los tres puntos le hubieran servido mucho a un Rentistas que viene en la cuerda floja para mantener la categoría.

1. Puntos claros

Peñarol fue el equipo que más jugadores contrató para el Clausura. Salvo en el arco, fichó jugadores en todas las líneas. Después, cambió de entrenador en nombre de los resultados. El plan parecía bueno pensando en el último torneo de la temporada, el que, de ganarlo, habilita a definir el Campeonato Uruguayo. Sin embargo, pasando raya en la mitad del torneo, el carbonero no puede consigo mismo, no mejora su imagen ni consigue resultados: tiene la mitad de los puntos de los primeros, River Plate y Nacional.

Lo que dicen los números es lo que pasa en la cancha. Y ahí, en el fútbol, es donde el carbonero no puede funcionar bien. La defensa no logra ser segura, el doble cinco ante Rentistas fue nuevo (ver ficha) pero no tuvo un buen rendimiento, y el juego que les llega a los delanteros es poco, poquísimo.

Además, las distracciones: en el arranque del partido la defensa pierde a Acevedo, y el ex Peñarol aprovechó para convertir. A los 15 del complemento Acuña aprovecha otro error en la salida del manya y cobró carísimo.

2. Otra época

Algo es algo, es cierto, y Peñarol empató. Uno es más que cero. Pero lo malo de esto, sobre todo para los de Leonardo Ramos, es que ese empate lo encontró de la peor manera: jugando descontrolado, sin orden en el mediocampo, buscando centros a la desesperada. Y digo que es la peor manera porque un empate así sirve para eso, para no perder, pero no es un esquema de juego que se desee plantear cuando el partido comienza y están 0-0. De todas formas, digamos todo: Peñarol pudo ganar al ollazo.

A Rentistas, muy por el contrario, se le fue la arena entre los dedos. Es muy difícil que los bichos colorados puedan mantenerse en Primera, mucho más si dejan escapar partidos donde van ganando por dos goles.

3. En claro

Quedan ocho partidos. 24 puntos. Si Peñarol quiere pelear el Clausura debe ganarlos (casi) todos. Si Rentistas quiere quedarse en la A, también.