Después de empatar sin goles en los 90 minutos de juego, Peñarol, con una descollante actuación de Thiago Cardozo atajando penales, logró avanzar en la Copa Uruguay cuando en la definición desde los 12 pasos logró derrotar a Boston River 4-3 y se metió entre los ocho mejores del torneo. En la próxima instancia deberá enfrentar a Plaza Colonia.

Fue un espectáculo, una instancia muy particular, y de la alegría intensa y puramente afectiva se fue pasando a una angustia profundísima hasta que los aurinegros volvieron a respirar gracias al arquero lacazino y festejaron su cumple, la clasificación y una alegría necesaria después de tantos bajones.

Salvo los desvíos desagradables –que es necesario detener para desinstalar la violencia–, la fiesta de cumpleaños de Peñarol en el Campeón del Siglo fue removedora, linda de vivir. La gente estaba ahí, ya no como cada vez para ver el equipo, esperar el triunfo y los goles, sino que estaba por Peñarol, el sentimiento, la entidad.

Eso coincidió con el partido de octavos de final de la Copa Uruguay y, además, con un muy bajo momento de los aurinegros, que están haciendo su peor Campeonato Uruguayo en décadas. Coincidió, por otra parte, con la mejor temporada de Boston River, que dragone, como en los tiempos del sastre, a la Libertadores. Todo eso junto generó un mundo de sensaciones en el que, al final, predominó la alegría por sobre la tensión.

Te traje esta pavadita

Cuando a los 28 minutos el guiño del número puso luz y explosión al Campeón del Siglo generando un ambiente extraordinario –con la excepción de la gente trepada a los alambrados sin necesidad–, nadie hubiese pensado que los carboneros venían a los tumbos en una secuencia de malos momentos y peores resultados que lo han alejado de la punta del Uruguayo. La vibra festiva y emocional que rodeó la cancha se corporizó en sus futbolistas, que no habían estado mal pero desde ese momento hasta el descanso jugaron muy cerca del arco rojiverde defendido por Mauro Goicoechea.

El primer cuarto de juego fue muy dinámico, de un lado para el otro y con acciones que anticipaban situaciones de peligro, como el cabezazo de Sebastián Cristóforo tras un córner, que entre Goicoechea y el travesaño impidieron que se transformara en el primer grito de gol de la noche en el Campeón del Siglo.

Boston River, con juego atildado y cambios en todas sus líneas en relación a sus alineaciones tipo del Clausura, puso a correr varias veces a Cristian Quique Olivera y Agustín Rodríguez, pero la irrupción del joven pedrense Pedro Milans Carámbula, que debutó moviéndose por el lateral derecho aurinegro, fue la solución en la marca y aportó muchísimo en ofensiva.

En la segunda parte Peñarol no pudo repetir su exitoso proceso del primer tiempo y fue buscando como pudo, aunque nunca pudo. También lo hizo Boston en el último cuarto de hora, pero Cardozo tuvo tres intervenciones impecables. Entre goles errados y frustraciones atrasadas, se fueron a los penales y ahí volvió a aparecer Cardozo, el del mejor regalo de cumpleaños para Peñarol.

Copa Uruguay - Cuartos de final

Liverpool - Defensor Sp.
Progreso - MC Torque
Rampla Jrs. - La Luz
Plaza Colonia - Peñarol