Con una gran noche del efectivo y efectista Yefferson Soteldo, autor de un gol, una asistencia y por lo menos tres carreras maravillosas que después se terminaron contando en goles, Venezuela derrotó por 3-0 a Chile con goles del propio Soteldo, Salomón Rondón y Darwin Machís, y a pesar de que falta un montón sigue soñando con algo que nunca ha conseguido: clasificar a la fase final de un mundial.
Impresionante
“El que no salte no es venezolano”, rezaba una enorme bandera de 50 metros que obligaba al director de cámaras a encontrar planos picados, para tratar de disimular la omnipresente sentencia que en otras cosas disimulaba por completo la propaganda en LCD que pretendía vendernos algo más que la visualización del partido. Al término del match todos saltaban, Venezuela abrochaba una nueva victoria, la segunda, aunque emocionalmente podría ser la tercera si se cuenta así el empate en Brasil, y llegan a los 7 puntos.
Los primeros diez minutos fueron de dominio visitante, y no se sabe cómo no llegó el primer gol después de que Alexis Sánchez metiera un centro gol para Ben Brereton, que no la pudo cabecear bien en el área chica y peor después el remate al arco descubierto de Charlez Aránguiz que se fue muy lejos.
Unos minutos después fue el joven de Huachipato, Felipe Loyola, que entrenaba con la selección panamericana y fue citado por Eduardo Berizzo por las ausencias de Matías Catalán y Guillermo Maripán para terminar jugando de titular como lateral derecho, quien entró como un tren por derecha y reventó el travesaño.
Fue recién después del mojón del cuarto de hora que Venezuela descubrió el arco de enfrente y después de varios amagues de progresión por izquierda del efectista Soteldo, titular esta vez por la franja izquierda, llegó un centro de Samuel Sosa que encontró libre y atento a Rondón que metió potente cabezazo que motivó una impresionante tapada de Brayan Cortés.
Y desde ahí para adelante los venezolanos, fundamentalmente a través de las potentes carreras de Rondón generaron peligro, y de haber embocado al arco en las tres que generaron se hubiesen puesto en ventaja.
La rápida salida por lesión de Diego Valdés en Chile propició el ingreso del jovencito de 19 años Dario Osorio, futbolista promovido y respaldado por el lesionado Arturo Vidal. La salida de Valdés fue coincidente con la pérdida de pie en el campo de los chilenos que empezaron a sufrir el partido sin poder sostener las arrancadas de Rondón y compañía.
Al final del primer tiempo una pésima salida de Gary Medel, propició la presión y el esfuerzo de José Martínez que robó, avanzó y cedió a Soteldo que entrando por derecha la cruzó al segundo palo de Cortés para poner el 1-0 y hacer explotar al Metropolitano de Maturín.
Un sueño
La segunda parte inició como se había dado al comienzo del partido con Chile muy volcado sobre el arco de Romo, pero otra vez el elenco del argentino Fernando Batista empezó lentamente a controlar el trámite, mientras que se les complicó mucho más a los chilenos cuando el recién ingresado Marcelino Núñez vio la roja dejando a su selección uno abajo en goles y en futbolistas.
Se le abrió el partido a los locales, y en sus contras no lograba una definición ajustada, hasta que antes de la media hora del complemento Soteldo hizo una jugada maravillosa, de las que pocas veces le salen, desbordó a potencia y engañó a Gary Medel, y en el fondo mismo de la cancha por izquierda le metió un pase gol a Rondón que se metió con pelota y todo para marcar el 2-0. Iban 27 y parecía que empezaba a liquidarse el partido, cosa que sucedió apenas unos minutos después cuando Darwin Machís honró otra vez la noche de Soteldo ya maravilloso por la banda izquierda y otra vez llegó hasta el fondo, cabeceó Rondón y le quedó el arco vacío a Machís para poner el 3-0.
Así terminó, pudo haber sido inclusive más amplia la victoria que aún se festeja en Venezuela.