Era el partido de la fecha. La expectativa se había dilatado por el paro de los futbolistas, que duró un mes, pero Peñarol es Peñarol, Defensor Sporting es Defensor Sporting, y cada vez que juegan entre sí la cosa tiene un atractivo especial. Además, para esta cuarta fecha del Clausura llegaban como primero y segundo de la Tabla Anual, respectivamente.

Ganó Peñarol. Empezó perdiendo, pero reaccionó a tiempo para dar vuelta la historia. El carbonero, que jugó de negro, tuvo como sus mejores exponentes a Sebastián Rodríguez y Franco González. Lo del primero ya no es llamativo: es el jugador más regular de Peñarol en la temporada, el único al que la hinchada aplaudía cuando las cosas no le salían bien al equipo; en cuanto al Cepillo González, nadie dudaba de sus cualidades, pero es cierto que ante un nuevo equipo había que ver cómo se ajustaba a sus nuevos compañeros, al nuevo DT y al ensamble de todo eso. Nada parece costarle demasiado al chiquilín campeón del mundo sub 20: se dio el lujo de tirar finta dentro del área para, luego, empatar justo a tiempo, cuando el descanso se avecinaba y Peñarol perdía 1-0.

No sólo se trató de ganarle a Defensor Sporting -a quien, tras la derrota, Nacional y Liverpool pasaron en la Tabla Anual-, sino que Peñarol ganó en certezas: en el arco, encontró cierta solvencia con Guillermo de Amores; en la defensa Maximiliano Olivera le dio la templanza que le faltaba al sector izquierdo, a la vez que hizo una buena dupla con Leo Coelho; Damián García jugó de volante central y fue la solución en algo que a Peñarol siempre le ha costado: el enlace entre defensa y ataque. García lo hizo bien y fue el responsable de sacar la pelota redonda; como contrapartida, quizá no fue el mejor partido de Carlos Pato Sánchez y del argentino Ángel González, pero Darío Rodríguez encontró soluciones con lo que tenía en el banco: Valentín Rodríguez jugó bien por la zurda, Camilo Mayada entró bien y dejó la sensación de que si vuelve al ritmo que alguna vez tuvo, puede ser determinante, e incluso Sebastián Cristóforo entró bien desde el banco, con más aire que cuando juega desde el inicio.

Era trascendental ganar para Peñarol y eso lo dejó claro el entrenador. Darío dijo luego del partido que lo importante para ganar fue que su equipo “mantuvo la templanza y siguió creyendo en que se podía revertir la situación” después de empezar perdiendo cuando Álvaro Navarro marcó de penal para el violeta.

Darío habló de la importancia de saber sufrir: “Defensor había puesto cuatro delanteros, casi que habían partido el equipo y estaban jugando directo. Creo que lo logramos, más allá de que en los últimos minutos sufrimos un poquito con los centros y con la posibilidad de conectar del rival. Supimos sufrir y es un resultado que está bien por cómo se dio el trámite del juego”.

En proyección

Peñarol va invicto en el Clausura, pero tiene un punto menos que Boston River -a quien le ganó-. En la quinta fecha tendrá que visitar a Deportivo Maldonado, equipo de irregular campaña que está luchando por meterse entre los puestos que repartirán cupos para las copas internacionales. Se sabe que el partido será el viernes 13 y de noche, pero aún no está confirmado dónde jugarán: los fernandinos querían hacerlo en el estadio Centenario, pero la decisión está en veremos porque la Asociación Uruguaya de Fútbol no quiere que se juegue antes de que Uruguay reciba a Brasil el martes 17.