El trofeo que será entregado al ganador de la Copa Sudamericana, Fortaleza de Brasil o Liga de Quito de Ecuador, se presentó este jueves. Sebastián Abreu fue el encargado de presentar la copa en un evento que se realizó en Punta del Este.

“Tener la posibilidad de tener esta final de la Sudamericana nuevamente en Uruguay es una experiencia espectacular, porque nos permite ver un fútbol de alto nivel”, reconoció el delantero, que ha defendido tantos equipos que el Guinness se fijó en su nombre.

Por historia, el mejor perfilado para ganar esta final parece ser el rey de copas de Ecuador, que ostenta cuatro trofeos internacionales en sus vitrinas: Libertadores 2008, Sudamericana 2009 y dos Recopa Sudamericana, de 2009 y 2010, además de 11 títulos del torneo local (1969, 1974, 1975, 1990, 1998, 1999, 2003, 2005, 2007, 2010, 2018). También es el que tiene mejor presente en resultados, ya que no conoce la derrota hace cinco compromisos. Fortaleza sólo ganó un título de la serie B en 2018. Sus hinchas han poblado la ciudad de Montevideo, sin embargo, y se espera gran convocatoria.

Abreu dijo que se pondrán cara a cara “dos estilos diferentes”, al tiempo que agregó que uno de los equipos sabe lo que es ser campeón, mientras que el otro llegará con la “euforia” de tener su primera experiencia en un partido de este tipo.

Además, detalló que el conjunto ecuatoriano “tiene un juego más directo” y que los brasileños “apuestan más por la posesión de balón”. Al quedar en el debe de ganar esa copa como futbolista, Abreu dijo que “espera hacerlo como entrenador”.

Al ser consultado por el equipo con el que le gustaría hacerlo, indicó que con Nacional, pero al mismo tiempo prefirió no referirse por respeto al mal momento de su equipo y a la nueva asunción del Chino Álvaro Recoba, a quien ve con buenos ojos para dirigir al albo.

Finalmente, el autor de “la picada del Loco”, que de alguna manera es una manera criolla de representar el gol “inaugurado” por Antonín Panenka, rememoró un encuentro por la Sudamericana en el que defendió al Audax Italiano y consiguió así el Récord Guinness por haber jugado en 26 equipos, cifra que le permitió quebrar la marca que ostentaba el arquero alemán Lutz Pfannenstiel.