Si quitáramos a Uruguay, con su efectividad, y Argentina, la sensación de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026 es Colombia. La selección cafetera no sólo volvió a sacar un buen resultado como visitante, esta vez ganando 1-0 ante Paraguay, sino que continúa invicta luego de seis fechas, siendo la única selección en lograrlo. Si no fuera porque tiene tres empates, Colombia estaría primera o segunda.

Hay un convencimiento muy grande en los dirigidos por el argentino Néstor Lorenzo. El DT le ha encontrado los puntos a una selección entre veteranos y recambios, y ha logrado un equipo sólido que se para bien de local y visitante. Ante Paraguay, en Asunción, Colombia encontró la diferencia rápido; a los 11 Rafael Santos Borré convirtió de penal, y después manejó el partido. Manejó posta: en el primer tiempo tuvo el doble de chances que los locales y bien pudo terminar con algún gol más de diferencia.

Paraguay cambió de técnico pero no cambia la historia. Ha ganado un solo partido de seis y campea entre los puestos que se quedan sin nada y el séptimo lugar, ese que permitirá jugar un repechaje.

Luis Díaz, de Colombia, y Juan Cáceres, de Paraguay, en el estadio Defensores del Chaco en Asunción (21.11.2023).

Luis Díaz, de Colombia, y Juan Cáceres, de Paraguay, en el estadio Defensores del Chaco en Asunción (21.11.2023).

Foto: Norberto Duarte, AFP

Otro que cambió de entrenador pero no de suerte es Chile (Nicolás Córdova asumió de forma interina; los trasandinos elegirán DT para el año que viene), más allá de que en esta fecha tenía una de las más difíciles: visitar a Ecuador en la altura de Quito. Para colmo de males, la tri ecuatoriana comenzó ganando desde los 20, cuando Ángel Mena aprovechó un rebote del arquero Brayan Cortés y puso el 1-0. Las matemáticas hablan por sí solas, y si Ecuador no hubiera tenido la quita de tres puntos, también estaría en lo más alto de la tabla.

Más allá de que Ecuador jugó mejor y tuvo chances para ampliar la ventaja (el doble de oportunidades que Chile), nunca pudo lograr diferencias y eso dejó a los trasandinos en partido. Cuando los ecuatorianos sintieron que no podían vulnerar el arco chileno, se dedicaron a defender, replegando líneas para salir de contragolpe, una cuestión estratégica que usaron contra Uruguay por lógicas razones: los visitantes, con el correr del tiempo, acusan recibo de jugar en la altura y no rinden lo mismo físicamente. Más allá de eso, sufrió Ecuador tras algunos ataques chilenos.