Muchos empates en esta décima fecha, principalmente en los partidos que jugaron los tres primeros del Clausura, que son también los tres primeros de la Anual. En el Cerro, el local y Defensor Sporting empataron 1-1. Ese resultado no les sirvió a los cerrenses para seguir mejorando su promedio y tratar de escapar definitivamente del descenso; tampoco a los visitantes, que querían escalar a la segunda posición del Clausura y descontar en la Anual.
Los goles fueron anotados uno en cada tiempo. En la primera parte Cristhian Tizón marcó para Cerro, y el empate lo hizo Anderson Duarte en el inicio del complemento. Pareció haber estado más cerca la visita, pero la oncena local no estuvo mal y tuvo fuerzas como para querer quedarse con los tres puntos.
Defensor había empezado marcando su posición en el campo contrario sobre la llamativa y felizmente buena gramilla del Tróccoli, que en un 90% de su extensión estaba verde y plana, adornada por unas peladuras extremas en dos o tres pequeños sectores. Pareció que tempranamente el violeta podría imponer su ambición ofensiva en el campo cerrense, pero al toque los locales empezaron a responder con amplitud de juego hacia los extremos y con Tizón insinuándose por la izquierda.
Fue precisamente el Colorado Tizón quien a los diez minutos abrió el marcador generando cierta sorpresa. El argentino Mariano Peralta Bauer desbordó por la derecha. Sobre el segundo palo venía entrando Tizón, que, de zurda y de primera, la cruzó hacia el arco. Un rebote fortuito en Rodrigo Pérez terminó de descolocar al arquero Dufour para poner a Cerro 1-0.
Tono violeta
Después, salvo dos aislados contragolpes cerrenses de Tizón y Dylan Nandín –uno de ellos generó una estupenda atajada de Dufour que salvó del segundo–, el partido pasó a ser todo de Defensor, que atacó de manera permanente aunque sin poder encontrar la jugada que le permitiera el empate.
Hubo en la primera parte dos manos defensivas en las áreas que llamativamente el VAR no hizo revisar, o revisó y entendió que ni siquiera la debía ver el árbitro central Javier Férez.
Para el complemento Marcelo Méndez, que se veía disgustado con la exposición de su equipo, hizo una variante interesante al colocar en el campo a Rodrigo Cabrera, pero su gran cambio consistió en pasar hacia el lateral derecho al Ojito Nicolás Rodríguez para que con su pierna hábil generara desbordes, ataques y centros. Como el que realizó a los ocho minutos, después de más de un intento, cuando apenas pasando los tres cuartos de campo, por la raya del costado derecho puso un centro con rosca casi perfecto para que, ingresando por el centro del área, el tacuaremboense Duarte hiciera sinergia con el envío y poniéndole su pierna izquierda, anticipándose a todos, potenciara la velocidad del remate final, que casi rompe las redes.
El 1-1 se correspondía mucho más con lo que había sido el trámite del partido y volvió a colocar a Defensor en una situación de neto dominio del juego.
Poco antes de llegar a la media hora, el violeta estuvo a punto de poner el desequilibrio con dos jugadas en cinco segundos que, primero entre Darío Denis y el palo frente a un remate de Fernando Elizari, y de inmediato un cruce excepcional de Fernando Souza para salvar el arco del remate de Kevin Ramírez, dejó a Cerro con el empate colgando del pretil.
Ambos directores técnicos hicieron cambios que demostraban que lo querían ganar. Defensor tenía más fuerzas para buscar el triunfo, pero Cerro no renunciaba. La viola no cejó en su esfuerzo de volver a derrotar a un inmenso Darío Denis, de gran labor, acompañado por dos centrales como los de antes en el Tróccoli –el Mono Gómez y el Coco Lacoste, que mueven los cimientos de cualquier ataque que quiera instalarse en su área– y todo terminó como estaba: 1-1 y a otra cosa, mariposa.
Los próximos 15 puntos que tienen que jugar cada uno resolverán a qué parte de la Libertadores llega Defensor y si Cerro se mantiene en la A y se acomoda por algún cupo de Sudamericana.