Fluminense recibió en Brasil a Boca Juniors para una final de la Libertadores sintonizada en el mundo entero. En medio de un mar de violencia y fiesta, Boca y Flu jugaron por la gloria máxima continental, la histórica Copa Libertadores de América.

Felipe Melo lloró durante el himno de Brasil como parte de un drama que no soltó en ningún momento de la película. Se armó de todas sus máscaras, como la de llorar la patria, soltar la emoción o entrar en personaje. Como si ese llanto fuera la puerta a una forma de vibrar. Enseguida peleó con Luis Advíncula. El peruano se llevó puesto a un brasilero y Melo lo invitó a que la próxima fuese con él. Advíncula abrió los brazos y el diálogo del juego dio comienzo.

Boca tuvo la primera puñalada mientras Fluminense estudiaba. Fue un arranque de Valentín Colo Barco por la punta apretando brasileros y una descarga para Miguel Merentiel para avisar. El mismo Merentiel, que hizo de punta con su compatriota salteño y uruguayo, Edinson Cavani, generó otro contraataque que fue una coreografía de amagues. Cavani y Barco se llevaron las marcas, el mar se abrió y Merentiel tiró, demasiado recto.

Fluminense se agazapó como un felino cautivo mientras Cavani recibió del Colo Barco en el área. El uruguayo de números imbatibles pudo haber girado para tirar, pero claro, esas cosas sólo se ven de afuera. Prefirió apoyar para Medina, que pasó de largo. En una jugada siguiente hizo un gesto parecido y exquisito con el revés del botín que ya no es de cuero.

Guga, de Fluminense, durante el partido ante Boca Juniors, por la final de la Copa Libertadores.

Guga, de Fluminense, durante el partido ante Boca Juniors, por la final de la Copa Libertadores.

Foto: Carl de Souza, AFP

En las tribunas otro partido, uno en verso. Nicolás Valentini le pegó un cabezazo a Nino que pudo provocarle la expulsión. Fluminense avisó con cortinas en el área. Melo siguió haciendo de sí mismo, y Fluminense fue soltando el cuerpo y con triángulos se metió en el área. En el área vive Germán Cano, que con un paso tanguero cruzó un tiro inalcanzable para Sergio Romero. Además de ser el goleador de la Copa Libertadores, Cano se convirtió en el primer futbolista de la historia que, en dicha competencia, marcó goles en los dos partidos de cuartos de final, los dos de semis y la final.

El segundo tiempo empezó con la lesión que provocó la salida del juego de Melo, que venía siendo una guía. Boca se adelantó en la cancha y Fluminense supo resistir, aunque Boca nunca estuvo del todo fino. Advíncula quiso con una jugada que ya es marca registrada. El partido estuvo siempre en ebullición. Los argentinos se calentaron cuando los brasileros se empezaron a tirar. Cavani hizo el gesto de que estaban llorando de más y aportó al folclore, aunque llorar nunca está de más, pero sí hacer tiempo.

Fue el peruano Advíncula, otra vez con esa jugada que lo caracteriza, desde afuera hacia adentro y acompañando con la zurda la curva única que lleva al grito, el que empató el partido. Merentiel pudo ganar el partido faltando dos minutos desde afuera del área y el pelotazo pasó cerca. Boca también supo zafar cuando Diogo Barbosa se metió en el área y definió como si nunca lo hubiera hecho.

El alargue

Fernando Diniz atravesó la línea punteada, Almirón caminó de la raya para adentro. Melo se paró del banco como un técnico más, como un hincha, como un predicador. Boca se adelantó en la cancha y Fluminense volvió a especular. Pero una jugada rápida, un gesto técnico perfecto dejó a John Kennedy para que definiera de forma espectacular. El brasilero se enloqueció, subió a la tribuna y se abrazó con la hinchada, lo que le costó la segunda amarilla y la tarjeta roja. El partido se puso aún más tenso. Frank Fabra tiró un cachetazo en un tumulto en el que se protestaron tres cosas al mismo tiempo. Mediante el VAR, el árbitro terminó por expulsarlo.

Jorge Almirón se jugó el todo por el todo para el segundo tiempo del alargue. Puso al tercer uruguayo del cuadro como una estampita oriental. Paró el cuadro encima del local y Fluminense se dedicó a contener. Darío Benedetto giró y buscó el arco, Boca lo quiso siempre. Lo tuvo también con Vicente Taborda desde afuera. Fluminense respondió en un error de salida de la visita, pero no supo liquidarlo hasta que pitó el árbitro colombiano. Fluminense se anotó una Copa Libertadores por primera vez en su palmarés.

John Kennedy y Fernando Diniz, de Fluminense, luego de consagrarse campeones de la Copa Libertadores 2023, el sábado 4 de noviembre, en Río de Janeiro.

John Kennedy y Fernando Diniz, de Fluminense, luego de consagrarse campeones de la Copa Libertadores 2023, el sábado 4 de noviembre, en Río de Janeiro.

Foto: Carl de Souza, AFP

Detalles

Estadio: Maracaná
Árbitros: Wilmar Roldán, Alexander Guzmán y Dionisio Ruíz (Colombia).

Fluminense (2): Fabio; Samuel Xavier, Nino, Felipe Melo y Marcelo; André, Arias, Ganso y Keno; John Kennedy y Germán Cano. Entrenador: Fernando Diniz.

Boca Juniors (1): Sergio Chiquito Romero; Luis Advíncula, Nicolás Figal, Nicolás Valentini y Frank Fabra; Cristian Medina, Guillermo Pol Fernández, Ezequiel Equi Fernández y Valentín Barco; Miguel Merentiel y Edinson Cavani. Entrenador: Jorge Almirón.

Cambios: 51’ Marlon por Felipe Melo (F); 76’ Benedetto y Langoni por Cavani y Barco (B); 78’ Diogo Barbosa, Lima y John Kennedy por Ganso, Matheus Martinelli y Marcelo (F); 83’ Guga por Samuel Xavier (F); 90’ Lucas Janson por Miguel Merentiel (B); 102’ David Braz por Keno (F); 105’ Vicente Taborda y Marcelo Saracchi por Equi Fernández y Cristian Medina (B); 112’ Bruno Valdez por Nicolás Figal (B).

Goles: 35’ Germán Cano (F); 71’ Luis Advíncula (B); 101’ John Kennedy (F)

Tarjeta roja: 102’ John Kennedy (F), Frank Fabra (106’).