Peñarol le ganó 1-0 a Nacional y se coronó campeón del Torneo Clausura. El triunfo tuvo varias alegrías: fue en casa propia y el manya consiguió un triunfo clásico luego de ocho partidos sin poder hacerlo. Las dirigidas por Cecilia Santo fueron contundentes: generaron chances desde el primer momento y Wendy Carballo tuvo la efectividad de mandarla a guardar en el complemento.
Jornada de rivalidad
Hubo clásico en el Campeón del Siglo, algo que no es normal en el fútbol de mujeres. El partido tuvo todos los condimentos que hacen a un encuentro interesante: buen fútbol, hinchada y mucha rivalidad en la cancha.
La casa aurinegra lució espectacular para la felicidad de las anfitrionas que, desde que jugaron en su casa por primera vez, el 21 de setiembre de 2018, anhelan siempre poder ser locales en casa propia, y este domingo llegó el segundo clásico en el recinto mirasol. De aquel día que marcó un hito histórico sólo repitieron en esta ocasión Daiana Farías y Jemina Rolfo, además de Sofía Ferrada por Nacional.
Las estadísticas en la previa del encuentro marcaban que hacía ocho clásicos que Peñarol no podía ganarles a las tricolores. En esos ocho partidos anteriores Nacional ganó cuatro y el resto fueron empates. Pero como las estadísticas están para romperse, las carboneras dieron el batacazo y tuvieron la celebración más esperada y de locales, lo que según Jemina Rolfo vale el doble.
Las locales necesitaban un triunfo para coronarse campeonas del último torneo del año y lo consiguieron, accediendo a la final del Campeonato Uruguayo que jugarán justamente ante sus clásicas rivales -que fueron las campeonas del Torneo Apertura y también del Intermedio-.
El mano a mano
La novedad en las de Cecilia Santo fue el ingreso de Núñez en lugar de Josefina Villa, mientras que en las dirigidas por Diego Testas jugaron Solange Lemos y Alison Latua de titulares, por lo que quedaron afuera del once inicial Martina Terra y Maytel Costa.
Las locales, que concentraron en la Ciudad Deportiva y por ende fueron caminando a su estadio, salieron encendidas a la cancha, y lo único que hizo que no abrieran el marcador tempranamente fue el accionar de la arquera ecuatoriana Andrea Morán, que estuvo atenta para tapar las tres llegadas del comienzo del partido. Pudieron ser tres, pero Lucía Flores no encontró a nadie cuando mandó un buen centro tras la corrida por izquierda, mientras Peñarol copaba el área de la visita, y Vanina Sburlati era una simple espectadora del encuentro.
La sintonía era de clásico: Testas no paraba de protestar y desde la tribuna -donde sólo había hinchada local- le llovían insultos. En la cancha no pasaba nada distinto; Oriana Fontán recibió amarilla por una entrada violenta a Wendy Carballo, y mientras Yamila Badell largaba alguna protesta y Daiana Farías calmaba a sus jugadoras, la tribuna amarilla y negra vibraba intensamente.
Lucía Flores se encargaba de incursionar en el área tricolor, luego de elaboraciones ofensivas que nacían desde la zona de creación. El carbonero hacía cine con su despliegue futbolístico.
Nacional no se quedaba atrás, pero ese afán de desplegar su fútbol de tenencia en este caso le jugaba en contra, porque la pelota la tenían las rivales y no se las ingeniaba para generar de otra manera.
Todo igual
Ambos equipos salieron sin cambios al complemento, y en una segunda parte muy friccionada y llena de pausas por las reiteradas faltas que se cometían de un lado y de otro, hubo un punto de inflexión cuando las mirasoles protestaron una falta sobre Wendy Carballo. Se desató el tole-tole, entonces hubo más amarillas: a Núñez en Peñarol y a Ferrada en Nacional.
Testas tomó la decisión de sacar a Fontán porque ya no estaba al 100% y porque era la responsable de varias de las faltas. En su lugar ingresó Costa, pero la sintonía del partido continuó igual, con un Peñarol dominante que estaba a punto de abrir el marcador.
Y llegó. A los 55’ Wendy Carballo abrió el marcador tras una buena jugada colectiva, porque la tercera es la vencida, y este fue mucho más que el tercer intento.
El triunfo es justo y merecido, y más que emocionante para las dueñas de casa, que levantaron su primera copa del año y que ahora pelearán el Campeonato Uruguayo con sus rivales de siempre.