Defensor Sporting y River Plate jugaron un partido al pie. La pelota no conoció el aire salvo en casos muy específicos y en general dibujó estelas en el pasto. Estelas imposibles por momentos, para laberintos de turno. En un cajón donde los cuerpos achican el espacio, en el mediocampo donde los cuerpos juegan hasta el máximo de sus posibilidades.

La visita dirigida por Ignacio Ithurralde ha ido encontrando identidad con el paso de los partidos. Fue cosechando un campeonato silencioso, sumando puntos que lo colocan en un futuro prominente.

El exentrenador de Boston River y Montevideo City Torque vivió el partido como de costumbre, entre charlas hacia el banco de los suplentes y metido en el diálogo interno del juego. Cada indicación tiene una explicación colada; no hay impulsividad ni caciques, sino estudio y aplique del trabajo.

River Plate viene peleando consigo mismo para parecerse. Está en posición de entrar a la Copa Sudamericana y eso lo convierte indefectiblemente en uno de los mejores. De los más constantes o los más sostenidos desde la asunción del nuevo director técnico, que también se ubica entre los más respetados.

Los locales, los tuertos del Parque Rodó que dirige Marcelo Méndez, tienen una pelea aparte con Nacional. Ambos equipos quieren quedarse con el puesto de Uruguay 3 para la Copa Libertadores de América. Para eso, el equipo tricolor perdió una enorme cantidad de puntos que terminaron por dejarlo en una situación más que incómoda, y en el caso de quedar en el cuarto lugar, deberá saltar barreras antes de competir realmente por la copa más codiciada.

Defensor, por su parte, entró en la conversación final por el Clausura, pero una inesperada derrota lo corrió del tema. Sin embargo, los puntos adquiridos lo ubican tercero en la Anual pensando en la Libertadores de 2024.

Marcelo Méndez tuvo en Anderson Duarte una de las figuras. El futbolista pegó una en el palo desde fuera del área después de un giro perfecto. Otro que probó fue Gonzalo Freitas desde más lejos aún. Freitas es como los niños que crecen antes: resalta en el campo y derriba rivales. Otro de los destacados fue Joaquín Valiente en filas lilas, pero la expulsión de Alfonso Barco en el primer tiempo lo condicionó el resto del partido.

Cuando Defensor predominó sobre su rival, Horacio Salaberry fue figura en calma y orden para River. Cuando el darsenero encontró espacios y pudo vulnerar al violeta, fue con Joaquín Lavega, y, aunque errático, Jonathan dos Santos fue incisivo.

Ithurralde conversó con su ayudante el Pechu Fabián Yantorno cuando su equipo se plantó en campo rival y fue más. Buscó seguir creciendo con piezas de relevo. Defensor se dejó sorprender y tuvo en Kevin Ramírez un actor inquieto. Hace tiempo que la manija la lleva Fernando Elizari, un tipo que jugó en el Dorados de Maradona, ni más ni menos.

Fue Dos Santos quien quebró el marcador. Una pelota perdida en el área local fue captada por el delantero que había peleado todo el partido. Sobre los 60 minutos tuvo premio y River jugó con otra comodidad.

Méndez buscó con el Chino Álvaro Navarro como una fórmula mágica, y es cierto que el partido se puso algo áspero, pero Defensor no consiguió el empate ni con la estampita en su número 20. River dominó todo el segundo tiempo. Defensor puede quedar en cuarto lugar si este jueves Nacional vence a La Luz en Fray Bentos.