Liverpool se coronó campeón del Campeonato Uruguayo tras una temporada de oro en la que el conjunto de Jorge Bava fue contundente gracias a una idea de juego ofensiva que pudo mantener en el tiempo, para lo que fueron cruciales las fichas de gran calidad que supieron ejecutarla de forma perfecta. Para lograr la primera copa del Uruguayo, los negros de la cuchilla necesitaron de muchos goles. En el registro final Rubén Bentancourt está primero con 13, Luciano Rodríguez se ubica segundo con nueve, Alan Medina y Thiago Vecino tienen siete, Gastón Martinera y Gonzalo Nápoli tienen cuatro, Leandro Otormín y Federico Pereira tres, Miguel Samudio, Juan Izquierdo y Macelo Meli facturaron dos, mientras que Mateo Antoni, Rodrigo River, Matías Ocampo, Martín Barrios y Renzo Machado apartaron uno.

Defensa sólida

La mayor cualidad del equipo más regular de la temporada es quizás el equilibrio en el rendimiento de los jugadores en todos los sectores de la cancha. Sebastián Britos, como una muralla en el arco, hizo el tándem perfecto con sus compañeros de defensa, donde jugadores como Federico Pereira, Juan Izquierdo, Mateo Antoni, Miguel Samudio y Marcelo Meli se encargaron de proteger el arco pero también de iniciar la mayoría de las jugadas que terminaron en gol, porque en el juego de Bava mucho tuvo que ver la construcción colectiva.

Esas jugadas se desarrollaron en los pies de Luciano Rodríguez, Marcelo Meli, Martín Barrios, Alan Medina, Rubén Bentancourt, Thiago Vecino, Gonzalo Nápoli, Rodrigo Rivero y Matías Ocampo, entre varios otros futbolistas que se encargaron de colectivizar sus grandes rendimientos individuales para que todo el equipo funcionara a la par.

Juan Izquierdo, pieza clave en la defensa del Liverpool campeón, dijo sentir “mucha alegría” tras el título, y la tranquilidad de lograr el objetivo grande que el equipo se propuso a principio de año. “Primero era más un sueño que una realidad, pero a medida que pasaban los partidos ese sueño empezaba a ser más real. Creo que somos justos ganadores del campeonato porque estuvimos a la altura en la mayoría de los partidos”, confesó el zaguero de 26 años.

El futbolista destacó la inteligencia que tuvo el grupo en los momentos cruciales del año, recordando algunas excepciones como la primera final. “Nos hizo aprender, abrimos los ojos y supimos que no podíamos perder nuestro estilo de juego ni nuestro ADN. Eso fue lo que fuimos a hacer a Belvedere y nos dio la ventaja”, sostuvo.

Izquierdo elogió a su compañero de zaga Mateo Antoni, quien a su entender “tiene unas condiciones estupendas y le queda mucho por aprender”. “Escucha mucho a los compañeros e hizo un campeonato tremendo. Se lo merece”, alegó.

Frente de ataque

Otra de las cualidades del conjunto de Belvedere es que tiene una fusión perfecta entre la juventud y la experiencia. En cuanto a las fichas de mayor trayectoria, uno de los más destacados fue Bentancourt, uno de los 9 de área que se complementaron muy bien con Luciano Rodríguez, luego de sumarse al equipo tras un año en Peñarol en el que no tuvo el rendimiento esperado.

El jugador de 30 años recordó que llegó a Liverpool tras una llamada de Jorge Bava que terminó incidiendo luego en su rendimiento. “Vení que te necesito, yo te quise antes y no pude traerte, ahora te quiero. Sos el mejor en tu puesto por tus movimientos”, fueron las palabras del DT en esa primera conversación. El jugador tenía contrato en el aurinegro y decidió rescindir a pesar de que Alfredo Arias lo quería. “Yo me iba a quedar igual, entrenaba con los que llegaron, no pasaba nada pero con la llegada de Diego Rolan y estando Óscar Cruz decidió irse para seguir teniendo minutos, “y para sentirme importante en un equipo, eso me dio Jorge con el equipo de entrenadores que me ayudaron muchísimo”, confesó en conversación con Punto penal y agregó, “como profesional, nadie de Peñarol me puede decir nada”.

Su compañero de posición, Luciano Rodríguez, tuvo su mejor año con la pelota. Proveniente de Progreso, el delantero se destacó en el Sudamericano sub 20 a comienzo de año, donde anotó cinco goles. A pesar de que su nombre sonó para varios equipos internacionales, el negriazul fue más rápido para cerrar su incorporación. Luego de debutar en primera con los de Belvedere jugó la Copa del Mundo sub 20 con Uruguay y brilló en la final donde anotó nada más y nada menos que el gol que le dio el título de campeón a la celeste por primera vez en su historia, en la inolvidable final ante Italia en el Estadio Único de La Plata.

Una vez de vuelta en el equipo negriazul, Rodríguez terminó de consolidarse como una ficha fundamental para Bava. En total, jugó 14 de los 15 partidos del Torneo Clausura, convirtió seis goles y aportó tres asistencias, además de los tres encuentros finales ante Peñarol.

Como si lo que vivió en este 2023 fuera poco, cerró el año levantando la primera copa uruguaya de la historia de Liverpool, y siendo una de las fichas que José Luis Palma intentará retener.

Tras levantar la copa del Uruguayo, Luciano reconoció que a veces tendría que pasarles más la pelota a sus compañeros, porque su afán por “ir al frente” lo materializa en un impulso de búsqueda constante en la última línea de su equipo, pero esa necesidad de gol tuvo mucho que ver con la coronación de este título.