Por penales (4-3), después de empatar sin goles, Danubio derrotó a Defensor en el Gran Parque Central y clasificó a la fase de grupos de la Sudamericana, lo que le reporta un piso mínimo de seis partidos más y un ingreso seguro de 900.000 dólares, a los que podrá sumar 100.000 más por cada triunfo que obtenga en la próxima fase, que se sorteará el 22 de marzo.

Un paso trascendente para los danubianos y el fin de la actividad internacional para los defensoristas.

Es bravo, y una experiencia nueva, cuando todo el posible desarrollo futuro de un campeonato se decide en un partido. Es como si se estuviese en el alargue, o en un tercer partido, y todo lo que vendrá se decidiese ahí. Todo lo que vendrá significa o un montón de plata junta y al menos seis partidos más de alta competencia, o ya no jugar ni un partido más a nivel internacional en toda la temporada, a la que le quedan nueve meses más.

Es bravo. Y más bravo aún si eso, ese dar el salto o caer en el aviso, sucede en un clásico. Porque ya no importa si durante años hemos discutido si es clásico o no. Lo es o lo será, y ya llegará el momento en que nuestros sucesores no pondrán en cuestión si es clásico o no.

Seguramente hasta después del primer título de Defensor en 1976, hasta después de los primeros éxitos danubianos en la década del 80, y hasta su primer uruguayo en 1988, a nadie se le ocurría definirlo como el clásico, pero ya está, ya lo es, ya lo será.

Antes que se volaran las chapas

O acaso ustedes no recuerdan el clásico de la tormenta perfecta, el 23 de agosto de 2005, en este mismo Gran Parque Central, o en uno que era muy distinto, cuando con Eolo jugando de 9 Defensor Sporting dio vuelta la llave contra el arco de la Héctor Scarone mientras volaban las chapas y casi también el Coco Esteban Conde, que aquella noche defendía el arco del club que anoche dirigió.

Casi 18 años después estaban en el Gran Parque Central dos sobrevivientes futbolísticos de aquella noche: Conde, que seguramente habrá pensado varias veces cuando se decidió que los penales se ejecutarían en la Scarone, en lo que sufrió por 50 minutos en ese arco aquella terrible noche de temporal, y el Chino Álvaro Navarro, jovencito delantero triunfal de aquel día en Defensor.

Fue todo el tiempo muy irregular y bastante chato en cuanto a juego, a ataques, y ni hablemos de posibilidades de gol, que sólo tuvo dos en todo el partido y ambas fueron de Defensor.

Sin viento (y con mucho sudor) en la camiseta

El partido no terminaba de armarse. Al principio pareció que Danubio sería quien cargaría con mayor fuerza ofensiva en campo contrario, pero al rato fue defensor quién empezó a jugar sobre el arco de Goicoechea.

A los 25 minutos de juego Defensor generó la mejor jugada hasta ese momento y sólo un mal golpe de definición de Rocky Adrián Balboa, que había quedado solo ante Goicoechea, fue lo que dejó el marcador sin goles.

Casi un tiempo después fue el tacuaremboense Anderson Duarte, que entró en la segunda parte, quien estuvo a punto de vencer a Goicoechea con gran cabezazo de pique al suelo, pero esta vez el arquero danubiano fue enorme protagonista y metió una mano imponente que sacó la pelota hacia el caño.

Tal vez Defensor haya estado ligeramente mejor en la primera parte, Danubio trató de estarlo en el complemento, pero en los 90 era un empate clavado, y entonces hubo que decidir todo en los penales, y ahí los arqueros estuvieron muy bien, atajando un par cada uno, y en el único errado, el sexto remate defensorista, se decidió todo para el equipo de Conde, que 18 años después tuvo su revancha de aquella noche.

Detalles

Estadio: Gran Parque Central
Árbitros: Bruno Arley, Rodrigo Correa y Rafael da Silva (brasileños)

Defensor Sp. (0): Matías Dufour, Juan de Dios Pintado (55′ Facundo Bonifazi), Sebastián Boselli, Matías Rocha, Nicolás Rodríguez, Gonzalo Freitas, Lucas Paul de los Santos, Fernando Elizari (78′ Lucas Agazzi), Matías Abaldo, Andrés Ferrari (69′ Anderson Duarte), Adrián Balboa (78′ Álvaro Navarro). Entrenador: Marcelo Méndez.

Danubio (0): Mauro Goicoechea, Rafael Haller, Martín Rea, Lucas Ferreira, Kevin Lewis, Juan Millán, Franco González (67′ Guillermo May), Leandro Sosa (89’ Ribair Rodríguez), Alejo Cruz (89’ F. Silvera), Diego Vera (46′ Jammenson Sarmiento), Sebastián Fernández (80′ Santiago Silva). Entrenador: Esteban Conde.

Goles: no hubo.

Penales: Millán (D), gol; Navarro (DS), gol; Haller (D), atajado; Rocha (DS), atajado; R. Rodríguez (D), atajado; De los Santos (DS), al ángulo; Ferreira (D), gol; Duarte (DS), atajado; May (D), gol; N. Rodríguez (DS), gol; Sarmiento (D), al ángulo; Abaldo (DS), afuera.