Pese al comienzo electrizante, Nacional y Cerro igualaron 2-2 en el Tróccoli, en un duelo impreciso donde las diferencias se sacaron, por un lado, con rebotes y, por otro, con golazos. Con este resultado, el tricolor llegó a los 8 puntos en el Torneo Apertura y continúa sin ganar como visitante, mientras que el albiceleste sumó 5 unidades y sacó un buen resultado contra un grande.

Los primeros minutos fueron de transiciones, ambos equipos jugaron a intercambiar golpes sin poner demasiada oposición en el centro del campo. En ese escenario, Nacional sacó a relucir la mayor calidad de sus futbolistas y contó con las mejores ocasiones de gol. Gastón Pereiro estuvo particularmente peligroso exigiendo al golero local, Darío Denis, con su gran golpeo de larga distancia.

El bolso no demoró mucho en inclinar la balanza, ya que a los 12 minutos Diego Zabala sacó un tremendo contragolpe con una gran conducción desde la izquierda. Al llegar a los tres cuartos, puso un gran pase al centro que Juan Ignacio Colo Ramírez dejó pasar, con mucha inteligencia, para que la pelota llegara a Alfonso Trezza. El extremo tricolor remató y tuvo la suerte de que la pelota rebotó en un defensa de Cerro; el disparo se desvió, descolocó a Denis y se transformó en el 1-0.

El gol consolidó el dominio de Nacional, que tuvo más posibilidades para estirar el marcador, nuevamente de la mano de un Pereiro muy inspirado que continuó probando a Denis a larga distancia. Pero de la nada, luego de una disputa en la que la pelota quedó boyando en la frontal del área del tricolor, el albiceleste Lucas Rodríguez la calzó de volea y marcó un golazo: 1-1.

Luego de la igualdad, Cerro abandonó el golpe por golpe, que pudo ser suicida, y empezó a controlar más la pelota. Con eso, disminuyó el número de situaciones del tricolor y dejó de sufrir tanto el partido. También fue sumando peligro con remates a larga distancia de Cristhian Tizón, que pareció entonado por el gran gol de Rodríguez. Así se fueron al descanso.

Juan Ignacio Ramiíez, de Nacional y Nicolás Cabral, de Cerro, el 4 de marzo, en el estadio Luis Tróccoli.

Juan Ignacio Ramiíez, de Nacional y Nicolás Cabral, de Cerro, el 4 de marzo, en el estadio Luis Tróccoli.

Foto: Camilo dos Santos

El segundo tiempo empezó muy impreciso. En Nacional, Pereiro bajó su rendimiento y Franco Fagúndez estuvo lejos de su mejor versión, con muchas dificultades para ejecutar y tomar buenas decisiones. La consecuencia fue que el equipo tuvo muchos problemas para tener la posesión y habilitar bien a sus definidores. Por el lado de Cerro, su manejo de pelota en la mitad del campo fue correcto, sobre todo gracias a la labor de Rodríguez, que manejó muy bien el ritmo de su equipo y lo ayudó a avanzar en bloque con pases cortos. El problema fue la resolución de los atacantes cerrenses en el último tercio, que no estuvieron claros.

Entre tanta monotonía, Mathías Abero cumplió con la ley del ex y con un tremendo zapatazo, nuevamente a larga distancia, anotó el segundo gol para Cerro y confirmó la remontada para su equipo. Pero no lo pudo disfrutar ni cinco minutos, porque Nacional se reactivó ante la adversidad, cargó el área con gente, y luego de que el golero local salvara su arco con una gran atajada, Pereiro tomó el rebote y, después de mucha insistencia, pudo vencer a Denis: 2-2.

La fugaz seguidilla de emociones fue sólo un engaño, la promesa de nuevas situaciones de gol se desvaneció nuevamente. Pero, en contrapartida, el partido tuvo una mayor actividad de Nahuel Acosta; el puntero derecho albiceleste no fue claro, pero en el segundo tiempo sus intervenciones fueron sumando cada vez más de su habitual creatividad, gambeta y desparpajo. Ese fue el principal argumento ofensivo de Cerro y lo único que sacó del aburrimiento al espectador en los últimos minutos.

La visita fue por el resultado, sin claridad y con cansancio, pero no hubo recompensa. Aunque hizo pasar a Cerro un buen susto en los segundos finales, ya que Ramírez le ganó la espalda a la defensa del local en la última pelota del partido e intentó definir por arriba ante Denis, que salió a achicar y adivinó, contuvo la pelota y tuvo tiempo para hacer una segunda atajada ante un nuevo remate. Y así, sufriendo de más al final, Cerro consolidó el empate.