El fin de semana se jugaron los partidos de ida de los cuartos de final de la Copa Nacional de Selecciones. Campeones y vicecampeones de Litoral, Este, Sur y Litoral Norte volvieron a las canchas, ahora para pensar en el más soñado de los éxitos deportivos de un futbolista que compite en la Organización del Fútbol del Interior: nuestro mundial.

Hubo dos empates, un triunfo de visitante y un único triunfo de local, lo que deja las cuatro llaves absolutamente abiertas para las revanchas de este fin de semana cuando se decidan los cuatro semifinalistas del campeonato del interior.

Los partidos arrancaron a jugarse el sábado de tarde, con la gente aún en las costas de Fray Bentos, en Las Cañas meta playa para achicar los treinta y pico de grados; la televisión hizo jugar el sábado al sol el cruce de ida entre Río Negro y Lavalleja. Empataron 2-2 y ya abundaremos acerca del juego y el resultado, pero resulta altamente doloroso que un evento que ha construido su jerarquía año tras año, década tras década, sea menospreciado y mal valorado ya no sólo por quien detenta sus derechos de imagen, sino básicamente por quien los enajena con tal liviandad que permite a los compradores hacer lo que quieran con el día y la hora del partido. No es de nuestra incumbencia una acción de compraventa entre privados, pero sí es preocupante que no se resguarde la jerarquía y el interés de un evento consagrado a través del esfuerzo de miles de uruguayos.

El otro partido sabatino fue el de la única victoria como local, la de Durazno, que de atrás derrotó a Salto 2-1.

El domingo volvió a programarse un televisado a la caída del sol, y el Municipal de Guichón fue escenario de un partido que empezó sin la gente que el pueblo merecía. Empataron 1-1 Guichón con Zona Oeste de Maldonado.

El último de los partidos de ida se jugó el domingo a las 21.00 en Tacuarembó, y fue victoria visitante, dado que Florida ganó en el Goyenola 2-1. Este partido, así como el de Durazno-Salto del sábado de noche, no fue televisado. Hay un dato que puede ser un patrón: Tacuarembó ya lleva jugados nueve partidos y en ninguno de ellos contó con la televisación de Tenfield.

¿Qué hay de nuevo, viejo?

Andrés Berrueta ha pasado más de la mitad de su vida convirtiéndose, por su idoneidad y capacidad técnica para jugar al fútbol, en una suerte de héroe a la sombra de miles de habitantes de las sierras minuanas.

A Berrueta le dicen el Pelo, y su fama trasciende largamente las canchas de Minas, Lavalleja, Rocha, Maldonado, Treinta y Tres y Artigas, donde hace 14 años le dio el título de mejor a Lavalleja.

Hay gente que se ha prometido tratar de no faltar a la visualización en cancha o en pantalla de estos tal vez sus penúltimos partidos del Pelo con la selección de Lavalleja. Nunca se sabe cuál será el último, pero ahora en estas instancias de llaves eliminatorias la idea sobrevuela, y los ilusionistas igual creen que habrá otro verano.

A las 19.50 del sábado un minuano alerta desde sus redes: #AlertaPelo Berrueta en cancha. En ese momento ganaban los fraybentinos con gol en el primer tiempo de Brandon González, lo empató en la segunda parte Germán Fernández, volvió a pasar Río Negro con gol de Ezequiel Cabral, pero estaba Oscar Andrés Berrueta en cancha.

Ancho, saliendo de una inactividad por una fisura en un par de costillas, fuera de forma, y con un calor del infierno, estaba el Pelo Berrueta en cancha. Es el minuto 92, a Berrueta le habían cobrado una falta queriendo recibir un larguísimo pelotazo de su defensa. El Pelo se pone en el círculo central como barrera, saca Río Negro, la pelota da en él, y sale hacia la derecha de la defensa tripera. Va Andrés como un tanque, se cae el central albiceleste y el Pelo gana la pelota con inestabilidad y lejísimo del arco, y ahí se aúnan la simpleza, la genialidad y la bohemia: le pega un zurdazo de 40 metros por encima de Renato González, el arquero fraybentino, y se consuma el golazo.

Berrueta, al ser entrevistado por VTV, declaró que le pegó porque no le daría para avanzar, porque su estado físico no se lo permitiría. Crack.

Cepa 1987

Raúl Giménez es de 1987, como Luis Suárez, pero él ni es de Salto ni juega de delantero. Giménez es de Florida, juega desde años como defensor, y se la rebusca para laburar y jugar, y además para de vez en cuando meter goles que trascienden. Giménez, que es uno de los tres centrales en la removedora propuesta de Fernando Bruno dirigiendo a Florida, va todas las veces que puede de orilla a orilla a ver si se pesca algo, y en Tacuarembó a los 10 de juego quedó, como Luis, para la pasadita en el segundo palo y se llenó el pie para poner el 1-0 para Florida en el Goyenola. Golazo. Al rato Diego Torres, que sí juega de delantero y es uno de los mejores del interior, habilitó a Kevin Lacuesta y el duraznense, rápido como los más rápido, acelero y puso el 2-0.

Al inicio del segundo tiempo Anderson Pérez puso el 2-1 para Tacuarembó y así se cerraría el partido.

Ida y vuelta

Zona Oeste de Maldonado, que así se llama y así se debe nombrar, y no con el nombre administrativo de expediente de Maldonado Interior, jugó de visitante ante Guichón. Los de Pan de Azúcar, Piriápolis, Las Flores y Pueblo Obrero debieron hacer los 450 kilómetros que unen Pan de Azúcar con Guichón en el mismo día del partido. Seis o siete horas para ir y otras tantas para volver, recuperando con un refuerzo de milanesa. El esfuerzo le jugó en contra a la Zona, pero también la fantástica representación de Guichón que le puso muchísimas ganas y esfuerzo para empatar 1-1 un partido que tuvo sus goles en la segunda parte: Andrés Santos había abierto el marcador para los maldonadenses, y Ayrton Fernández ya cerca del final puso el empate para los guichonenses.

Esto sigue

El sábado en el Landoni, Durazno, el más ganador del interior, demostró una vez más que los grandes saben levantarse, y seis días después de haber perdido inapelablemente la final del Sur ante Florida logró rehacerse y de atrás derrotó a Salto 2-1. Empezó ganando la albirroja salteña con gol de Junior Rodríguez, pero antes de que terminase la primera parte Durazno lo dio vuelta con goles de Diego Seoane y Mauro Olivera.

El próximo fin de semana se jugará la revancha en el Dickinson, también se jugarán en el Juan Antonio Lavalleja de Minas, en el Julio Cesar Abaddie de Pan de Azúcar y en el Campeones Olímpicos de Florida, y serán semifinalistas los que consigan más puntos, o tengan más goles, y si empataran en ese rubro decidirán con la ejecución de penales.

El ganador de la llave de Lavalleja-Río Negro se cruzará con el de Zona Oeste-Guichón, mientras que el de Florida- Tacuarembó, con quien se adueñe de la llave Salto-Durazno.