El viernes 24 de marzo, cuando a las 7.30 de nuestras pantallas, las 19.30 del Estadio Nacional de Tokio, la selección uruguaya enfrente a su similar de Japón, se producirá el retorno de la celeste a las canchas tras 101 días de su último partido, el que significó la eliminación de la selección en la fase de grupos del Mundial de Qatar 2022.

Aquel triunfo frente a Ghana –que por la combinación de otros resultados significó la más prematura eliminación mundialista desde 2002– tendrá conexión con el amistoso de fecha FIFA ante los nipones y también con el partido contra los coreanos, dado que deberá haber un mínimo de 15 futbolistas que estuvieron en Qatar, en virtud de que el acuerdo comercial que vinculó a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) con las federaciones de Japón y Corea establece una cláusula que demanda la presencia de ese mínimo sobre los 26 futbolistas que integraron la lista mundialista.

En aquel caso, se sabe, los futbolistas habían sido elegidos por Diego Alonso, que con éxito había dirigido los últimos cuatro encuentros de la clasificación mundialista, dado que en los otros 14, como en todos desde 2007, el seleccionador había sido Óscar Tabárez. Ahora, y sólo por estos dos partidos, el director técnico será Marcelo Broli, también recientemente integrado a las selecciones juveniles y con un exitoso pasaje por la selección sub 20, que se prepara para disputar el Mundial de la categoría, lo que le impedirá volver con la delegación porque debe participar en el sorteo, que se llevará a cabo en Bali el último día de marzo.

Vale dos

La nueva-vieja selección uruguaya jugará el viernes en Tokio y tendrá su segundo y último amistoso dirigido por Broli unos días después, el martes 28 de marzo, en Seúl a las 20.00 (las 8.00 de Uruguay) en el Seoul World Cup Stadium.

Después necesariamente deberá venir el nombramiento del nuevo director técnico de la selección nacional, que ya se anunció que bajo ninguna circunstancia será Broli. Es llamativo que no se sepa nada de la saga de Diego Alonso: desde hace tres meses no se sabe si le ofrecerán un nuevo contrato, si él quiere seguir dirigiendo a la selección, si fue del gusto de sus contratantes, si del análisis crítico que presentó la Gerencia Deportiva surge la recomendación de recontratarlo o si se apunta a otro profesional.

Es que ya en setiembre la celeste deberá comenzar su camino al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026, que contará por primera vez con 48 participantes en su fase final.

La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) no cedió a la demanda de la FIFA, seguramente vehiculizada por los clubes agrupados en la UEFA, de clasificar a seis selecciones y que un séptimo país vaya a la repesca en dos series de cinco seleccionados, lo que reduciría la cantidad de partidos en los que los clubes de Europa deberían ceder a sus jugadores. Habiéndose ya confirmado que se seguirá jugando en régimen de todos contra todos, lo que significa que haya 18 partidos en menos de tres años, en las últimas horas la Conmebol anunció que se jugará de acuerdo con el mismo calendario y orden de localías que en la Eliminatoria pasada (ver página siguiente). Esto significa que en setiembre de este año Uruguay recibirá a Chile –esta vez con público, ya que en 2020 el partido fue a tribunas vacías debido a la pandemia– y visitará a Ecuador, en octubre primero será visitante en Colombia y después local en el Centenario frente a Brasil, mientras que en noviembre deberá visitar a Argentina y después recibirá a Bolivia en Montevideo.

Orientalidad al mango

Al igual que en 2014 y en 2018, los dos primeros rivales de Uruguay tras sus participaciones mundialistas son Japón y Corea del Sur. Tras Brasil, y con el impacto de la suspensión de Luis Suárez, Uruguay derrotó a Japón en Sapporo 2-0 con goles de Edinson Cavani y Abel Hernández, y después derrotó a Corea 1-0 con gol de José María Giménez. Cuatro años después, tras la exitosa participación en Rusia 2018, en octubre de ese año Uruguay perdió con Corea 2-1 y con Japón 4-3. Siete de los futbolistas reservados en la lista de Broli estuvieron en los partidos de fecha FIFA de 2018: Sebastián Coates, Matías Vecino, Lucas Torreira, Federico Valverde, Giorgian de Arrascaeta, Maximiliano Gómez y Jonathan Rodríguez.

Esta vez por contrato comercial y no como una continuidad de un proceso deportivo, deberá haber un mínimo de 15 de los 26 futbolistas que estuvieron como mundialistas en Qatar 2022.

La lista que se conocerá este jueves tendrá a Sergio Rochet, Coates, Ronald Araújo, Guillermo Varela, José Luis Rodríguez, Mathías Olivera, Matías Viña, Lucas Torreira, Manuel Ugarte, Vecino, Valverde, Facundo Pellistri, Agustín Canobbio, Facundo Torres, De Arrascaeta, Darwin Núñez y Gómez como parte de los seguros 15 que deben viajar, y si van los 28 sólo habrá lugar para cinco futbolistas más, dado que la delegación será de 23. Por otra parte, Uruguay no contará con Nicolás de la Cruz, que se lesionó jugando en Argentina.

La delegación técnica viajará el 18 de marzo, los futbolistas que están participando en el Campeonato Uruguayo y que sean confirmados volarán un día después y, según anuncia la AUF, el resto de los deportistas viajarán desde el país en donde estén jugando. Se informa, asimismo, que el primer entrenamiento en Tokio será el martes 23 de marzo.

Probando, probando...

Desde la asunción de Tabárez en marzo de 2006, Uruguay aprovechó como nunca todas las oportunidades de fechas FIFA para salir a la cancha y competir. Era una suerte de preparación que al principio habilitaba el ensayo y error, y que años después, ya con el proceso en funcionamiento, fortificó la amortiguación y el desarrollo de jóvenes formados en las selecciones juveniles, que poco a poco fueron transformándose en el recambio.

Hay quienes cuestionan la relevancia de esta doble fecha con viajes tan largos y sin un director técnico que pueda evaluar para su propio futuro las prestaciones de los futbolistas nominados. Evidentemente, la acumulación de partidos y ensayos siempre tiene valor, incluso en este forzadísimo caso en el que no hay un entrenador definido, tres cuartas partes del plantel está decidida por un contrato comercial y muchos de los jugadores históricos no serán de la partida, por distintas razones: Luis Suárez, está definiendo el Gauchão y comenzará el Brasileirão jugando para Grêmio, por lo que se decidió, con razón, que no se lo reservara; Josema Giménez tiene, al igual que Edinson Cavani y Diego Godín –de quien no se sabe si seguirá– una suspensión que no les permitirá jugar en los primeros partidos de la Eliminatoria; Fernando Muslera recién en estos días volvió a jugar, después de una larga recuperación, y Martín Cáceres tiene apenas dos partidos jugados con Los Angeles Galaxy y tampoco se sabe si continuará en la selección.

“Volver a empezar, / que no termina el juego. / Volver a empezar, / que no se apague el fuego”, canta Alejandro Lerner. Aunque complicado y muy traumatizado, ojalá que así sea.

Que no se apague el fuego.