Había buenas expectativas dados los resultados anteriores: Cerro Largo ganaba y quedaba como único puntero o Peñarol se llevaba la victoria y estiraba diferencias con el resto. Nadie tenía la expectativa de empatar, sin embargo no pudieron salir de eso. Fue 0-0 entre melenses y carboneros.

1. Dos tiros al arco

En el primer tiempo, Peñarol y Cerro Largo, o sea primero y perseguidor del campeonato, patearon dos veces al arco. No en dos oportunidades cada uno, sino que una por lado. Es muy poco para dos equipos que pelean el torneo. Las razones de los pocos tiros al arco estuvieron en los planteamientos defensivos, que trancaron todo, peor que la Interbalnearia al cierre del domingo. Hubo lucha, faltas para un lado y para el otro, también despejes sin criterios donde reinó el “¡salimo!”, la pelota pasó más tiempo en el área que junto a los botines, apenas si –producto de la cantidad de faltas– aprovecharon los tiros libres para poner a trabajar a los arqueros.

En esa escasez, Hugo Silveira pudo convertir para Cerro Largo luego de un buen contragolpe de Nahuel Furtado por derecha, pero su tiro se fue arriba; Kevin Méndez, después, pegó un tiro en el palo que tenía pinta de 1-0 para Peñarol.

Kevin Méndez, de Peñarol, durante el juego ante Cerro Largo, en el estadio Arquitecto Antonio Ubilla, en Melo (09.04.2023).

Kevin Méndez, de Peñarol, durante el juego ante Cerro Largo, en el estadio Arquitecto Antonio Ubilla, en Melo (09.04.2023).

Foto: Fernando Morán

Hasta ahí todo lo del primer tiempo. Peor: porque como para reflejar lo peleado de todo, tras el pitazo del árbitro hubo escaramuzas y roces desde el centro de la cancha hasta dentro de los vestuarios.

2. Explicaciones

Cerro Largo tiene 19 puntos y para conseguirlos ha hecho sólo nueve goles en diez partidos; es uno de los casos donde efectividad mata galán. La necesaria lectura de esto, también, es que los melenses son muy buenos defendiendo, les complican la vida a los rivales en eso –porque así como han hecho pocos goles sólo le han convertido en cinco oportunidades–, y cuando atacan son efectivos. La foto del partido contra Peñarol fue que el arachán hizo todo lo posible para conservar el cero en su arco, cosa que en definitiva consiguió.

Peñarol dista mucho de su mejor versión, aquella inicial en el torneo donde se floreaba gracias a muy buenos desempeños colectivos y, cuando eso fallaba, con individualidades que ganaban partidos.

De todas maneras, Peñarol fue. Kevin Méndez fue el más incisivo rompiendo líneas o tirando pases profundos. Pero no pudo solo: el conductor habitual, Sebastián Rodríguez, fue bien absorbido y no generó lo que habitualmente genera. Matías Arezo, por su parte, que es uno de los que supieron hacer goles que significaron tres puntos, fue un náufrago solitario que no pudo encontrar una bola redonda para hacer lo que sabe. Tuvo una y hay que contarla: Renzo Bacchia voló y la sacó al córner. Porque Bacchia fue, sin dudas, clave para responder en los pocos tiros al arco de Peñarol.

Alfredo Arias, director técnico de Peñarol, en el estadio Arquitecto Antonio Ubilla, en Melo (09.04.2023).

Alfredo Arias, director técnico de Peñarol, en el estadio Arquitecto Antonio Ubilla, en Melo (09.04.2023).

Foto: Fernando Morán

En el final hubo un penal que el árbitro cobró, pero a instancias del VAR luego desestimó. Explotaron las dos tribunas, en una festejaron y en la otra insultaron.

3. Igual que ayer

Quedan cinco fechas para terminar el Apertura y Peñarol y Cerro Largo –también Defensor Sporting– siguen siendo los de arriba, el carbonero con dos puntos de ventaja sobre el resto. Por los últimos rendimientos, el final del torneo aparenta parejo y con cierre apretado.