Abriendo la duodécima fecha, Cerro Largo volvió a hacerse fuerte en el estadio Ubilla de Melo y venció en atractivo partido a Racing por 2-1. Todos los goles fueron en el primer tiempo, cuando Mauro Brasil y Hugo Silveira pusieron en clara ventaja a los arachanes tempranamente, pero Luis Gorocito, que jugó un gran partido para los de Sayago, puso el 1-2 con el que los montevideanos persiguieron la ilusión del empate hasta el minuto final del encuentro.

La victoria del equipo dirigido por el cardonense Eduardo Espinel le permite volver a acercarse al líder Peñarol y quedar a dos unidades de los aurinegros, por lo menos hasta que estos jueguen ante Plaza.

Fue interesantísimo el partido. A veces parece que los televisados de viernes a la noche están llamados a ser encuentros atrayentes y de final incierto. Cuando se empiezan a jugar los últimos puntos de cada torneo, la atracción, la expectativa y la tensión parecen multiplicarse aun para aquellos que simplemente están frente a la pantalla apreciando un juego.

Poniendo cabeza

Lo de dos cabezazos en el área es gol es un falso axioma. Hay miles de veces en que en el área contraria hay dos cabezazos ofensivos y la pelota ni cerca de es gol; sin embargo, tiene valor como definición de lo sorpresivo que puede resultar un cabezazo en el primer palo para desbaratar toda la atención defensiva prevista en un tiro de esquina o en un centro. Eso fue lo que pasó a los 11 minutos de juego en el Ubilla cuando, tras el lanzamiento del córner, Hugo Silveira se agachó en el primer palo y la peinó hacia el otro caño donde Mauro Brasil venía entrando con toda la intención de colocar su cabeza y mandar la pelota a las redes, cosa que hizo y puso a Cerro largo uno a cero.

A los 25 minutos, otra vez de cabeza, Cerro Largo llegó al segundo gol. En este caso, el protagonista central fue Hugo Silveira, quien, con perfecto gesto técnico, cabeceó la pelota desde el punto penal y la colocó contra el caño derecho de Nicolás Gentilio.

Estaba lindo el partido a pesar de la diferencia de Cerro Largo, porque Racing buscaba y buscaba, hasta que a los 38’, en una jugada de Agustín Alaniz por derecha, logró mandar el centro y Luis Gorocito -de muy buen partido-, que anticipó a los centrales arachanes y puso el pie para marcar el gol, después de cuatro minutos, subió al marcador por la habilitación que le brindó el VAR.

En el segundo tiempo Racing buscó en todo momento arrimar al empate, mientras que Cerro Largo buscó ampliar la diferencia. En buena parte del partido se entreveraron, pero también es cierto que hubo otros tantos tramos del complemento en los que estuvieron cerca de un gol que no llegó.

Al final, Espinel desde la línea pedía jugar más liso, que sus jugadores fueran más expeditivos y que la pelota saliera de campo local porque los de Racing estaban intensos.

Tuvieron un par de claras, pero entre el travesaño, Renzo Bacchia y la línea final, los melenses pudieron aguantar y después festejar un muy importante triunfo.