Historia repetida para Defensor Sporting. Tercer fin de semana consecutivo dejando puntos para los de Parque Rodó, que empataron 1 a 1 frente a Deportivo Maldonado en el Franzini. En un choque parejo y bastante impreciso, el violeta comprometió sus intenciones de mantener las primeras posiciones del Torneo Apertura. Por otra parte, la visita se quedó con un empate valioso en una cancha difícil para hacer pie en un campeonato en el que aún no encuentra regularidad.

Al principio los visitantes no la prestaron; toques y toques al borde del último tercio, donde era cuestión de oxígeno que el útil no dejara de pasar por los pies de Maxi Cantera. Como es habitual, el 10 del Depor hizo gala de su don para mostrarse sin pelota y su capacidad para darle fluidez a sus compañeros, y maniató a un Defensor que sufrió mucho para salir de su propia cancha en los primeros minutos.

Lucas Agazzi, de Defensor Sporting, durante el encuentro ante Deportivo Maldonado, el 22 de abril en el estadio Luis Franzini.

Lucas Agazzi, de Defensor Sporting, durante el encuentro ante Deportivo Maldonado, el 22 de abril en el estadio Luis Franzini.

Foto: Ramiro Cicao

A la visita le faltó punch en la zona en que duele, pero también hubo mérito de los violetas, que supieron resistir en bloque bajo, un papel que no suelen representar. De todas formas, pasó el tiempo y la visita se diluyó. Los dirigidos por Marcelo Méndez empezaron a tomar un poco más la pelota y el partido se empezó a jugar más en la mitad del campo.

Finalmente, a cinco minutos del descanso, llegó la profundidad para el equipo de Fabián Coito, pero estuvo lejos de la versión asociativa que intentó desde el inicio. Pelota larga y aérea desde el fondo, que luego de una disputa en el cielo del área, derivó en los pies de Diego Romero, con espacio para llegar hasta el fondo por izquierda. El lateral tiró un centro que no encontró la cabeza de ninguno de sus compañeros, pero la fortuna llegó de forma inesperada.

En un intento de desactivar el peligro, el violeta Guillermo de los Santos se volvió su propio verdugo e infló la red de su equipo: 1 a 0. El local quiso responder el golpe en contra, que dolió doble por ser propio, y dio un paso adelante, pero no tuvo ningún acercamiento claro antes de que terminara la primera mitad.

Lucas Agazzi, de Defensor Sporting, durante el partido ante Deportivo Maldonado, el 22 d eabril, en el estadio Luis Franzini.

Lucas Agazzi, de Defensor Sporting, durante el partido ante Deportivo Maldonado, el 22 d eabril, en el estadio Luis Franzini.

Foto: Ramiro Cicao

Cambio de chip lógico para el segundo acto. Defensor ejercitó su memoria y recordó qué lo llevó a las primeras posiciones del campeonato. Más pelota e iniciativa para los de Méndez, que antes de llegar a los diez minutos del complemento generaron un penal. Turno para el Chino Navarro, interminable goleador de Defensor, que no mostró piedad y continúa sumando dianas que agigantan su legado: 1 a 1.

Nuevo impulso para los de Parque Rodó, que se vieron reanimados por la igualdad y por su hinchada, ilusionada con la remontada. Del otro lado, se perdió todo lo bueno de los primeros minutos del encuentro. Los fernandinos cedieron progresivamente la pelota y se alejaron cada vez más de Cantera, al que ya le había faltado estar fino en el toque final cuando el escenario era más conveniente.

De todas formas, más espacio para ambos. Los locales, llamados por la ambición de no perder pisada ante Peñarol y no ceder terreno ante Cerro Largo y Nacional, intentaron ir por la victoria con más ganas que precisión. Mientras que la visita contó con nuevos espacios para contragolpear y poder lograr un nuevo tanto que pusiera al marcador nuevamente a su favor.

Los jugadores de Deportivo Maldonado festejan, luego del gol a Defensor Sporting, el 22 de abril, en el estadio Luis Franzini.

Los jugadores de Deportivo Maldonado festejan, luego del gol a Defensor Sporting, el 22 de abril, en el estadio Luis Franzini.

Foto: Ramiro Cicao

Las imprecisiones gobernaron la mayoría de los intentos y la falta de profundidad fue la tónica del partido. “¡Con huevo que ganamos!”, cantaba la hinchada violeta, que con su aliento buscó enardecer a sus jugadores para alimentar la ilusión de seguir estando en la conversación por el título. Sin embargo, a pesar de las ganas, faltó buen juego.

El Depor fue más inteligente y supo alternar los últimos minutos entre torear a su rival con la pelota, jugando con su desesperación, y atacar los enormes espacios a espaldas de su rival con contragolpes rápidos. El cierre no tuvo grandes emociones, algún que otro acercamiento a las áreas, pero nada que hiciera pensar seriamente en un cambio en el marcador, cosa que al final no sucedió.