Bielsa vino. El entrenador argentino fue presentado bajo las luces en el estadio Centenario, a horas de aterrizar en el aeropuerto de Carrasco y poner la firma a un acuerdo que lo vincula hasta 2026, con renovación automática sujeta a la clasificación al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá.

La puesta en público del arreglo fue precedida por casi cinco meses de negociaciones que fluyeron generalmente en buen sentido, hijas de indefectibles concesiones de ambas partes. Un tímido tanteo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) se proyectó hasta la concreción del tercer trato del entrenador con una selección nacional, tras Argentina (1998-2004) y Chile (2007-2011).

En acuerdo

Las pretensiones económicas de Bielsa multiplicaron las chances de la AUF. Aunque vasta, la diferencia no determinó el rumbo final del caso por asunto de una causa grande: el interés puntual y manifiesto del rosarino por la propuesta. Eligió a Uruguay.

Además de rechazar a México y Estados Unidos, lo ponderó por encima del Everton inglés, club que lo incitó a asumir su dirección técnica en plena lucha por la permanencia. El argentino rechazó la oferta tras intercambios que lo acercaban, a horas del millonario acuerdo.

Para informar lo resuelto, viajó expresamente a la ciudad de Liverpool y se reunió personalmente con las autoridades del club. La decisión estuvo condicionada por el interés en el proyecto de Uruguay, combinado con su evaluación sobre el pasar deportivo de Everton y la consideración subjetiva de las singularidades históricas de un club que, en palabras del fallecido futbolista y periodista inglés Michael Robinson –hincha de Liverpool, rival local–, “representaba a la aristocracia”, vinculado a la clase dominante, “mientras que en el Liverpool se cantaban las canciones de The Beatles”.

Ese primer paso

El primer acercamiento a Bielsa lo ejecutó Jorge Giordano, director de Selecciones Nacionales, conocido del argentino, quien le permitió asistir a entrenamientos durante su curso en Chile. La puerta se entreabrió, entonces, en diciembre. El cauto interés se apuntaló con la efectivización del contacto mediante reuniones que lideró, en representación de la AUF, el presidente de la institución, Ignacio Alonso.

Los intercambios se distinguieron por la trascendente disposición del entrenador, quien manifestó un profundo respeto por la cultura futbolística de Uruguay. Un elemento de atención en los encuentros fue la valorización enfáticamente positiva que Bielsa expresó sobre la cotidianidad local, signada por el respeto y la buena convivencia que dijo percibir en los períodos en que vive en Montevideo, en un hotel, reiterados en los últimos años sin estridencias en su andar por la ciudad, habitué de ómnibus y rambla.

En las reuniones Bielsa se mostró conocedor de los asuntos políticos que enmarcan la vida y el día a día de la asociación. La presentación de un amplísimo informe acerca de la selección nacional, su entorno y sus futbolistas fue una formalidad que el Loco aplicó. A Uruguay le expuso, entre más, descripciones al extremo concretas sobre un cuantioso grupo de jugadores. Fortalezas, debilidades. Y más: ejercicios concretos individualizados para el tratamiento de los defectos de cada futbolista, uno a uno, tras analizarlos con su grupo de trabajo.

El aporte

Días atrás, los partidos amistosos que la selección sub 20 le ganó a Honduras y Uzbekistán fueron objeto de análisis que el grupo que lidera Bielsa elevó a las pocas horas a la AUF. También el equipo sub 17 que participó en el Sudamericano fue minuciosamente analizado por el cuerpo técnico, con informe derivado.

Bielsa definió, a su vez, su intención de dirigir al equipo que participará del Torneo Preolímpico que se jugará en Venezuela en 2024. En el certamen, clasificatorio para París 2024, participará la generación sub 23.

El entrenador tiene especial interés en clasificar a los Juegos Olímpicos, instancia que valora particularmente por su aporte al desarrollo competitivo y personal del deportista. En 2004, dirigiendo a la selección argentina, logró la medalla de oro de forma invicta y sin goles en contra.

Bielsa pisó las canchas del Complejo Celeste en compañía de Alonso y Giordano. No apuntó la necesidad de grandes reformas al recinto, que sí requiere adaptaciones puntuales, según sugirió. El exigente estudio de la infraestructura ha sido factor común en las anteriores experiencias y negociaciones del argentino por todo el mundo.

En relación con ese elemento y el deportivo, había planteado a la AUF la conveniencia de fijar un punto de entrenamiento en Europa de cara a la fecha FIFA de junio. La posibilidad de ubicarlo en Alemania por diez días se declinó tras haber evaluado la AUF el aspecto económico. En todo caso, Bielsa visitará a varios futbolistas celestes en Europa en las próximas semanas.

Uruguay jugará en el Centenario el 14 y el 20 de junio, ante Cuba y Nicaragua, respectivamente, en el estreno del nuevo entrenador. Los rivales, de bajo prestigio competitivo, son producto de las posibilidades en la gestión de la AUF y de la necesidad deportiva de implementar primariamente el modelo de juego propuesto por Bielsa, exigente en sus bases.