“Los pueblos de la América del Sur están íntimamente unidos por vínculos de naturaleza e intereses recíprocos”. La frase es de José Gervasio Artigas, muchísimo antes de saber que el fútbol también uniría a minuanos y encarnacenos.

El pasado fin de semana en el estadio Juan Antonio Lavalleja de Minas la selección campeona del interior en Uruguay, Lavalleja, le ganó de atrás a la selección campeona de la Unión del Fútbol del Interior (UFI) de Paraguay, la Liga Encarnacena, por 2-1 en partido correspondiente al juego de ida de la Copa San Isidro de Curuguaty, la cual se juega cada dos años entre la selección campeona de la Organización del Fútbol del Interior de Uruguay y la de la UFI.

La Liga Encarnacena es una de las 14 ligas del departamento de Itapuá, que tiene, justamente, como capital a Encarnación. El reciente triunfo de Encarnacena en el Campeonato Nacional de Interligas 2022-23 les dio a los albirrojos la posibilidad de jugar en la segunda división del fútbol paraguayo, la Intermedia, y para ello ya se articuló el recientemente creado Encarnación FC, que es a la medida de nuestro campeón, como si se creara el Lavalleja de la Liga Minuana de Fútbol para jugar en la B el año que viene.

O sea, este equipo al que venció Lavalleja 2-1 es ya un equipo de la segunda división de Paraguay.

Cancha e historia

Los paraguayos dominaron en la primera parte y terminaron 1-0 la primera mitad con anotación de Juan Carlos González, pero para la segunda parte el equipo de Gerardo Cano encontró todo su fútbol y antes del cuarto de hora del complemento ya estaba 2-1 con goles de Santiago Genta (a los 51) y Edgardo Velozo (siete más tarde, a los 58), y pudo haber aumentado la mínima diferencia.

La revancha y la definición será en el moderno estadio Villa Alegre de Encarnación el 10 de junio.

El torneo ante los paraguayos se disputa cada dos años sin interrupciones desde 1978, pero ya se había jugado también en 1956, 1959, 1963 y 1966. La Villa San Isidro de Curuguaty fue la población que recibió a Artigas en su exilio paraguayo en 1820.

La Copa San Isidro de Curuguaty ya lleva 24 ediciones, y tiene 15 triunfos de los paraguayos y nueve uruguayos. Los primeros cuatro títulos fueron uruguayos y los ganadores fueron Flores, Río Negro, Colonia y Tacuarembó, pero en las últimas diez ediciones hubo clara superioridad paraguaya con ocho conquistas frente a las dos de la OFI que fueron de San José y Colonia.

Ni Lavalleja ni Encarnacena la habían disputado antes, por tanto el ganador será un nuevo nombre en la lista que encabezan Colonia y Maldonado por parte de OFI con dos conquistas, y la Liga Paranaense también con dos triunfos de parte de la UFI.

El lugar

José Gervasio Artigas estuvo primero recluido en el Convento de la Mercedes de Asunción del Paraguay por disposición de José Gaspar Rodríguez de Francia, el Dictador Perpetuo. A fines de 1820, el dictador decidió enviar al prócer a vivir en la villa de San Isidro Labrador. Artigas tenía 56 años, lo mandaron allí con unas mudas de ropa y unas monedas. Vivió por décadas en una chacra cercana a la frontera con Brasil, lleno de yerbales.

Curuguaty (originalmente llamada San Isidro Labrador de Curuguaty) fue el lugar de residencia de Artigas en buena parte de sus últimos 30 años de vida, y fue allí donde convivió con Clara Gómez Alonso. De esta unión nació Juan Simeón en el año 1827, quien llegó a ser teniente coronel en Paraguay y hombre de confianza del mariscal Francisco Solano López. Juan Simeón Artigas convivió con su padre hasta su muerte en 1850. La existencia de esta mujer y de su hijo, con la cual vivió más años que con ninguna (son unos 25 años), puede ser uno de los motivos que no han sido totalmente sopesados para entender por qué Artigas nunca dejó el Paraguay.