En la tarde de este jueves, en el estadio a espaldas del gran monumento a Diego Armando Maradona, Uruguay enfrentará a la selección de Gambia en el partido correspondiente a los octavos de final del Mundial juvenil que se está desarrollando en Argentina.
Como se sabe, el equipo celeste, que vestirá por primera vez de blanco en el campeonato, no podrá repetir ninguna de las oncenas anteriores debido a las lesiones de Matías Abaldo y Andrés Ferrari. Más allá del velo de incertidumbre que persiste en torno a su estado sanitario y a su disponibilidad para lo que le reste a Uruguay en el torneo, es innegable que este jueves no estarán. El último partido en el que ambos fueron titulares fue ante Inglaterra, mientras que frente a Túnez Ferrari salió al presentar una molestia y Abaldo se lesionó.
A pesar de que el director técnico Marcelo Broli no hizo público cuál será la oncena que enfrentará por primera vez en la historia a Gambia –uno de los países más pequeños de África Occidental, que se independizó de Gran Bretaña en 1965 y se proclamó república en 1970–, es muy posible que se mantenga el mismo equipo que enfrentó a Túnez, con la variante obligada, ante la ausencia de Abaldo, del ingreso del tacuaremboense Anderson Duarte. Así las cosas, Uruguay jugaría con Randall Rodríguez; Mateo Ponte, Sebastián Boselli, Facundo González, Alan Matturro; Damián García, Fabricio González; Anderson Duarte, Franco González, Juan Cruz de los Santos; Luciano Rodríguez.
Es posible que sea así porque el miércoles Broli en el centro de entrenamiento de Central Córdoba dijo: “Vamos a asumir riesgo porque nos gusta jugar en cancha rival y tampoco es algo nuevo para nosotros. Hay que estar atentos en la vigilancia para que nos sorprendan lo menos posible”.
La otra acción posible sería ordenarse con tres en el fondo y dos laterales volantes. En ese caso es posible el ingreso del lateral zurdo Mathías de Ritis, quien en el Sudamericano jugó todo el campeonato. Con esa idea tal vez saldría De los Santos, y Duarte y Cepillo González quedarían detrás de Luciano Rodríguez.
Gambia es un rival de enorme capacidad y gran desenvoltura física. Pura potencia y velocidad, los africanos vienen de derrotar a Francia y Honduras, y empataron con Corea del Sur jugando ya clasificados. Aunque distintos, el choque de dos escuelas, la rioplatense y la africana, dio una muestra en la victoria nigeriana sobre Argentina, por lo que seguramente ese pellizcón servirá para redoblar atención y esfuerzos.
El ganador del partido, que si no se resuelve en los 90 minutos reglamentarios se deberá desempatar en el alargue o, de lo contrario, mediante la ejecución de penales, enfrentará el domingo en el mismo estadio a Estados Unidos, que el lunes eliminó a Nueva Zelanda al derrotarlo 4-0.