Wanderers consiguió una épica y extremadamente trabajosa victoria sobre La Luz después de ir perdiendo 0–2 y de estar absolutamente superado en el juego. Los goles bohemios, todos en el segundo tiempo, fueron de Santiago Carrera en contra, de Facundo Milán y de Nicolás Albarracín con un inolvidable remate, mientras que los de La Luz, ambos en el primer tiempo, fueron de Nicolás Royón de penal y de Aníbal Hernández.

Fue un partido en el que la intervención del joven técnico de Wanderers, Sergio Chapita Blanco, fue determinante pues, ante la mala gestión de su colectivo en el primer tiempo, resolvió con rapidez y riesgo colocar cuatro variantes para el reinicio del partido. Un hermoso partido con un emocionante final.

Álvaro Gonzalez , de La Luz, y Matías Fonseca, de Wanderers.

Álvaro Gonzalez , de La Luz, y Matías Fonseca, de Wanderers.

Foto: Ernesto Ryan

Cuando se hizo La Luz

Al comienzo del partido la propuesta de La Luz era de colocar la intensidad y presión a la última línea de Wanderers y fue así que en dos minutos generó dos sensaciones de gol de alta intensidad que el palo y el golero salvaron a los bohemios.

No fueron sólo esos dos minutos, sino que el dominio de La Luz se fue extendiendo en el tiempo. Ello sucedió, claro está, por el acierto de los futbolistas merengues, casi todos destacados, y con la gran gestión de Nicolás Royón, a quien acompañaba en ofensiva Luis Machado. Con el paso del tiempo se empezó a advertir que también era por la enorme incomodidad y desconcierto por desacierto que tenían los wanderistas, que no lograban acertar casi ninguna jugada en las pocas veces que tenían la pelota e intentaban progresar.

Mauro Silveira, de Wanderers, en el gol de Nicolás Royón.

Mauro Silveira, de Wanderers, en el gol de Nicolás Royón.

Foto: Ernesto Ryan

Apenitas pasada la media hora, llegó el penal por medio del que Nicolás Royón anotó el primer gol de La Luz. Fue una jugada por la franja derecha, como casi toda esa hora en que La Luz cargaba sobre el arco de Wanderers, y el centro de Ancheta terminó dando en la mano de Gonzalo Camargo. Nicolás Royón, con un excelente remate, puso 1-0 para los de Aires Puros.

Si existiera justicia en el fútbol, fue justísimo el gol de los merengues y además que lo haya anotado Royón, que había sido determinante en el primer tiempo. Un rato pasados los 45 pero en los cortos descuentos que dio el árbitro Vignolo después de haber parado para la revisión de dos penales más la lesión de un par de futbolistas, Aníbal Hernández conquistó en una bonita jugada el segundo gol de La Luz: fue una pelota que con excelencia bajó de cabeza Nicolás Royón y, ganando el espacio y metiéndose entre zagueros y arquero, la punteó Aníbal Hernández para después rematar sobre la línea.

Jugadores Wanderers, al final del partido.

Jugadores Wanderers, al final del partido.

Foto: Ernesto Ryan

Cambiar para ganar

Metió cuatro cambios Wanderers para el segundo tiempo, pero al inicio del complemento se repitió lo del comienzo del partido y estuvo a nada de concretar el tercero. Sin embargo, a los 10’, un remate cruzado del lateral derecho rochense Juan Joya Acosta impactó violentamente en la cabeza de Santiago Carrera y se metió en el arco de La Luz poniendo el partido 1-2 y generando una ola ofensiva posterior que a los de Aires Puros les costó surfear.

El equipo dirigido por Sergio Chapita Blanco pareció reencontrar el fútbol que le permitió la goleada anterior ante River Plate. Los cambios propuestos, el ya citado Juan Acosta, Emiliano García, Agustín Albarracín y el minuano Leonardo Pais primero, y Facundo Milán después, dieron sus frutos en el cambio del juego de Wanderers, y también en el resultado. Es que un minuto después de ingresado Milán, el delantero surgido en Defensor Sporting colocó el empate. Iban 28’ cuando una exquisita habilitación de espaldas de Leonardo Pais encontró después de una cortina de Agustín Albarracín a Milán con los siete metros y pico del arco rival de frente, y le metió un buen zurdazo al fondo de las redes.

Wanderers siguió y siguió buscando la pequeña hazaña de ganar de atrás después de un 0-2 contundente en la primera mitad, y lo consiguió como lo merecen los triunfos teñidos de épica. Con un zurdazo megatónico de Nicolás Albarracín ya al final del partido, puso el 3-2 con el que consiguió su segundo triunfo consecutivo, que lo coloca provisoriamente en la segunda colocación de la serie A del Intermedio y con la posibilidad de pelear ser finalista del torneo.