El Mundial de básquet tiene nuevo campeón. Tras un 83-77 sobre Serbia, el 10 de setiembre en Manila se transformó en un día para siempre para Alemania: ganar el título por primera vez en su historia. El merecimiento es absoluto, para un equipo que fue invicto y tuvo el enorme mérito de haber dejado por el camino a Estados Unidos, que con sus jóvenes NBA era el máximo candidato.

La final fue un partido emocionante. Tuvo dos primeros cuartos parejos, tan parejos que se fueron al descanso empatados en 47. El quiebre fue en el tercer chico, donde los germanos hicieron un impecable parcial de 22-10, liderados en ataque por Dennis Schröder, pero también con una enorme labor defensiva, dejando al siempre determinante Bogdan Bogdanovic sin su mejor juego. Si bien en el último período Serbia pudo acercarse y quedar a una pelota de distancia cuando se terminaba el juego –pudo empatarlo Marko Guduric, pero erró una bandeja y un triple, ambos tiros en situaciones de conversión inmejorables–, Schröder y compañía fueron certeros en las pelotas claves y lograron cerrar el partido a favor. El base fue el goleador de la final con 28 puntos, siendo bien secundado por Franz Wagner, quien cerró su planilla con 19 tantos.

Para salir campeón Alemania derrotó a Australia, Japón y Finlandia –todos por el grupo E–, después venció a Georgia y Eslovenia en la serie previa a los cuartos de final, para después imponerse ante Letonia, Estados Unidos en semifinales y la final contra los serbios. Hasta el domingo, los germanos sólo tenían un bronce obtenido en el Mundial de 2002, además de haber ganado el Eurobasket de 1993.

Todo el torneo

Previo a la final entre alemanes y serbios, Canadá derrotó 127-118 a Estados Unidos y se quedó con la medalla de bronce del tercer puesto. Además, las cuatro selecciones se clasificaron para los Juegos Olímpicos 2024. Otros que se ganaron el acceso a la cita olímpica fueron Australia, que ocupó el décimo puesto pero clasificó como mejor de Oceanía; Sudán del Este, que se ubicó como el mejor africano en el puesto 17 de la tabla general; y Japón, quien accedió a los Juegos como mejor de Asia.

En cuanto a los premios individuales, el alemán Schröder fue elegido como el MVP del torneo, y también integró el quinteto ideal junto a Anthony Edwards (Estados Unidos), Luka Doncic (Eslovenia), Bogdanovic y Shai Gilgeous-Alexander (Canadá). El mejor jugador emergente fue el australiano Josh Giddey, el mejor defensivamente fue el canadiense Dillon Brooks, mientras que el mejor técnico fue Luca Banchi, italiano que dirigió a Letonia.