Fue apenas un momento. Nada más lejos que una reunión o una instancia colectiva en que los participantes pudieran interactuar, intercambiar visiones entre ellos. Javier Alberro, presidente de Progreso e integrante de la Comisión de Estatuto, entró caminando solo por el portón de entrada de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales. En una de sus manos llevaba el documento elaborado por los clubes para entregarles a los directivos del gremio. Escasos minutos después, Alberro se fue por donde entró.

La Mutual se tomó unas horas para estudiar los nuevos planteos de los clubes. Casi dos horas después, Diego Scotti salió de la sede y habló con los medios de prensa presentes. El presidente de la Mutual dijo, tras leer el documento, que están “más alejados” para encontrar puntos de acuerdo. Scotti entiende que “no hay voluntad” porque “hay clubes que quieren el caos”.

El exfutbolista también confesó estar “sorprendido” por la propuesta, más allá de que ni él ni sus compañeros eran “optimistas”. En ese sentido, agregó que “estamos dolidos por la forma desleal y falta de ética de ciertos integrantes [de la Comisión de Estatuto]”.

Scotti, en el cierre de sus declaraciones, dejó claro cuál será el próximo paso de la Mutual: “Vamos a pedir una reunión urgente con el Ejecutivo de la AUF”.

Ninguno de los dos actores, los clubes en su conjunto por un lado y los jugadores por otro, hizo públicos los puntos que contiene el documento. Los clubes no lo hicieron la semana pasada, luego de la reunión entre la Unión de Clubes, las sociedades anónimas deportivas y Nacional, y tampoco lo hizo Alberro en la jornada del lunes.

Sin liga

Julio Trotschansky, delegado de Peñarol y también integrante de la Comisión de Estatuto, en medio de la negociación para tratar de levantar el paro hizo un posteo en la red social X. Lejos de una postura de acercamiento, el dirigente escribió: “Sin Liga no hay fútbol”. Esto responde a que la Unión de Clubes está muy decidida a que se cree oficialmente la Liga del Fútbol Profesional, y que sea ella la que laude el nuevo Estatuto del Jugador junto con la Mutual, situación que se contrapone a lo que aspiran tanto los jugadores como el Ejecutivo de la AUF, que es que sean ellos quienes firmen el acuerdo.