Meses atrás, la Comisión Especial de Deporte de la Cámara de Diputados convocó a los integrantes de la Comisión de Fútbol Femenino de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y a la Mesa Ejecutiva de la misma rama.

A la infrecuente reunión, con interés periodístico concurrí al Parlamento y mantuve diálogos, antes y después, con quienes concurrieron representando al fútbol femenino. Obtuve respuestas generales y amables pero muy breves y cautas como para formalizar una nota. Antes de entrar, entre los dirigentes aufistas primaban las interrogantes sobre las razones existentes para las que habían sido convocados, y, al salir, luego de más de una hora de intensa sesión, no existía ámbito como para recoger impresiones concretas sobre lo intercambiado.

Después se nos informó que los concurrentes iban a dar cuenta de lo sucedido a los múltiples protagonistas del fútbol femenino uruguayo. No consta que ello haya sucedido ni a plenitud ni parcialmente.

Ahora, a casi cinco meses, parece provechoso hacer una revisión de lo allí sucedido según consta en las actas parlamentarias, porque a lo largo de la sesión se dieron informaciones, se debatió sobre visiones encontradas, se colaron desinformaciones de los parlamentarios, se mencionaron muchísimas situaciones con responsabilidad final en las autoridades máximas de la AUF, ya por acción y más por omisión.

Por la Comisión de Fútbol Femenino estuvieron en la reunión del 1º de agosto la presidenta, Mariana Fernández, y Alberto Rodríguez. Por la Mesa Ejecutiva se hicieron presentes Mauricio Pérez como su presidente, el doctor Diego Moreno y Walter Grignetti.

Comienza el intercambio

El presidente de la comisión, Pedro Jisdonian, abrió la sesión: “Los hemos convocado por una razón de público conocimiento. A raíz de las distintas medidas que se tomaron en lo que refiere a los campeonatos de fútbol femenino organizados por la AUF y a las reivindicaciones que han hecho las jugadoras que pertenecen a varios clubes, queríamos, como comisión, conocer de primera mano la visión de ustedes. Por eso surgió la iniciativa de esta convocatoria. Vamos a dar la palabra a la delegación para que cada uno pueda expresar lo que tenga interés de que sea de conocimiento de la comisión y luego abriremos la instancia para que los diputados puedan hacer las preguntas”.

La primera en hablar fue Mariana Fernández, quien fue breve y cortante: “Soy la presidenta de la Comisión de Fútbol Femenino y en este momento me estoy enterando de la causa de la convocatoria. Me gustaría que ampliaran la versión que tienen de ese hecho concreto. Entiendo que deberían pedir una explicación a las jugadoras y no a nosotros”.

Enseguida volvió a hablar Jisdonian: “La comunicación con respecto a esta convocatoria dice que está motivada por la solicitud de información sobre la situación actual del fútbol femenino. Tuvimos esta iniciativa por la información que trascendió en los medios. Nos interesaba, además de tener la opinión de los jugadores y de la Mutual, tener el punto de vista de ustedes como parte integrante del fútbol femenino; no es ni más ni menos que eso”.

Entonces intervino el representante Carlos Varela Nestier: “Damos la bienvenida a la delegación. Tal vez sería interesante que hicieran una introducción sobre la situación del fútbol femenino, que se ha venido desarrollando en los últimos años en el país, y que luego pudiéramos hacer algunas preguntas específicas, ya que nos han planteado algunos cuestionamientos y queremos trasladarlos a las autoridades. Sería bueno contextualizar, de acuerdo con la visión de ustedes, en qué situación está hoy el fútbol femenino en el Uruguay”.

Entonces, retomó Fernández: “Creo que el fútbol femenino ha hecho una explosión y, como suele decir el presidente [de la AUF, Ignacio] Alonso, estamos con los dolores de crecimiento. Alberto [Rodríguez] trajo unos números que va a compartir con ustedes para que tengan la real dimensión de cuánto se está jugando. Los problemas que tenemos, básicamente, tienen que ver con los lugares físicos, porque somos la última opción tanto a la hora de elegir canchas para los partidos como cuando las chicas practican en sus clubes. No hay árbitros suficientes. La Asociación se ha visto bastante desbordada en ese sentido y aumentan los costos. Entonces, como en todos los órdenes de la vida, esto termina siendo un tema de dinero. No quiero monopolizar el uso de la palabra; quiero hacer partícipes a mis compañeros para que también puedan aportar al respecto”.

Intervino Grignetti: “Soy integrante de la Mesa del Fútbol Femenino. Es importante que nos hayan invitado a esta reunión porque es relevante que nuestros legisladores conozcan la realidad del deporte uruguayo. Es muy fácil muchas veces quejarse o hablar cuando no se está en el lugar indicado y se desconoce la actualidad del deporte uruguayo. El deporte nuestro carece de muchas cosas; carece de canchas, de estadios deportivos con baños adecuados, con tribunas adecuadas, con estacionamientos adecuados y con seguridades adecuadas. Es muy importante para mí que esta comisión haya tomado interés por el deporte. Creo que todos juntos, legisladores, AUF y dirigentes, podemos lograr cambios que pueden ser muy productivos para todos”.

Los “números de Alberto”

En su aporte inmediato, Alberto Rodríguez, quien ha sido, desde muchos años atrás, dirigente del fútbol femenino de la Organización del Fútbol del Interior (OFI) y de la AUF en los últimos años, dijo: “Para que se hagan una idea de cómo está creciendo y de cómo queremos hacer participar más a la mujer en el fútbol y en el deporte, les cuento que este año está programado lo siguiente. En la Primera División A juegan 11 equipos y tendremos 136 partidos. Jugamos campeonato Apertura, Intermedio y Clausura. Este año incluimos 11 equipos –el año pasado fueron nueve– e incorporamos el Torneo Intermedio. En la divisional B juegan 12 equipos a dos ruedas, Apertura y Clausura, con 132 partidos de actividad. En la sub 19 juegan 14 equipos; el total del campeonato es de 182 partidos, también en Apertura y Clausura. En la sub 16 tenemos 20 equipos que dividimos en dos series, A y B; eso intenta que haya más paridad entre una divisional y otra, porque, de lo contrario, puede haber diferencias muy grandes. Hay ciertos partidos en los que los resultados tienen una diferencia grande entre un equipo y otro, pero para solucionar eso necesitamos tiempo. Por ese motivo tenemos dos categorías, y en cada una de esas categorías jugamos Apertura, Clausura e Intermedio. Cada categoría juega 111 partidos, lo que quiere decir que en toda la sub 19 se juegan 222 partidos. En la sub 14 hay siete equipos y juegan 63 partidos a tres ruedas. En todas esas categorías que mencioné, la AUF va a jugar un total de 735 partidos. Se juegan 31 por fin de semana, y ahí están los problemas de árbitros que tenemos. Como dijo ella, se nombran todos los árbitros para los partidos masculinos y al final los femeninos. A veces, la Mesa tiene que estar cambiando la cancha porque no tenemos cancha o no tenemos árbitro. De afuera puede parecer muy lindo, pero estar adentro es difícil. De estos 735 partidos, el año pasado íbamos a jugar 600. Queremos crecer jugando, pero falta infraestructura. Hay muchos partidos que llevan cierta seguridad y otros piden más; está bien que lo hablemos y de pronto entre todos podamos sacar algo positivo”.

Al terminar Rodríguez, intervino el diputado Martín Tierno: “Como dijeron recién, es importante que como legisladores conozcamos la realidad de lo que sucede en este deporte, que ha tenido un crecimiento exponencial, como dijo el compañero Varela. Quiero hacerles un par de preguntas. ¿Qué apoyo hay de los clubes profesionales, que son los de primera y segunda categoría a nivel de AUF, para el fútbol femenino? Esto tiene un costo; cada partido tiene jueces pagados por la AUF y seguridad que paga la AUF, también hay que pagar las canchas. ¿Qué apoyo hay de la Confederación [Sudamericana de Fútbol] o de la FIFA para que se desarrolle y crezca el fútbol femenino en nuestro país?

Sin que surgieran respuestas inmediatas a las interrogantes de Tierno, comenzó a hablar la diputada Elsa Capillera: “Yo voy bastante a la cancha –chica o grande– y conozco las dificultades del fútbol femenino. Sé que les falta indumentaria y que muchas veces no tienen delegados. También sé que donde juegan no hay ambulancias; no se trata solamente de que haya cancha y jueces. Quisiera saber de qué manera podemos colaborar en ese sentido. Por otro lado, me llama la atención –esto no es por feminista– que sea fútbol femenino y haya solo una representante femenina”.

Esa última observación sonó como algo raro, en tanto una sola mujer había de los dos lados, en la delegación visitante como en la de los integrantes de la comisión parlamentaria. Recién sobre el final de la sesión, más de media hora después, hubo una respuesta a la observación de Capillera y corrió por cuenta de la presidenta Fernández, quien culminó su participación diciendo: “Finalmente, como mujer, quiero responderle a la diputada Capillera que la cantidad de mujeres es más o menos la misma que veo representada acá. Lamentablemente, quienes nos designan son hombres, y creo que eso lo dice todo”.

Cuando un diputado renueva temas polémicos

El diputado Carlos Reutor, trabajador del transporte y dirigente sindical, le puso picante al encuentro: “Esta comisión siempre ha tenido la solvencia de trabajar todos los temas deportivos, en este y en otros períodos, y de estar al tanto de lo que pasa en el deporte de nuestro país; esta es la temática que manejamos cotidianamente. Por lo tanto, siempre estamos tratando de entrevistarnos con distintas delegaciones para ver cómo podemos ayudar desde nuestro lugar a los deportistas y a las instituciones en todo lo que fuese necesario. Quería decir eso en primera instancia porque me parece que es bueno dejar constancia del trabajo que hacemos pensando en el deporte los legisladores de todos los sectores que estamos acá. Por otro lado, la citación que hemos conversado con el presidente tiene que ver con algunos reclamos que han hecho las jugadoras del fútbol femenino. En primera instancia, recordamos las denuncias de acoso que hicieron algunas jugadoras de la selección; de eso hace mucho tiempo, pero siguen algunos resquemores desde esa fecha. A su vez, vemos la falta de iniciativa con respecto a las condiciones que tienen hoy las jugadoras en nuestro país. Como bien decía parte de la delegación, algunas no tienen dónde entrenar. Muchos equipos tienen fútbol femenino porque están ‘obligados’ a tenerlo –esto lo digo de mi parte–, pero no les dan las condiciones que requieren las jugadoras en los distintos clubes. Queremos que nos cuenten cómo se está trabajando en todos esos aspectos y cuáles son los fundamentos a trabajar y a corregir en el ámbito del fútbol femenino; queremos ir avanzando en eso para construir entre todos”.

El maragato Rubén Bacigalupe introdujo otros asuntos: “Creo que es bueno tratar este tema en la comisión. Quienes hemos tenido la posibilidad de trabajar en el fútbol del interior conocemos las dificultades que se generan, pero sabemos que son muchas más en el fútbol femenino; me imagino que para el fútbol femenino de la AUF también. Sin lugar a dudas, creo que hay un esfuerzo de todos los que están trabajando en el fútbol en general, pero en el fútbol femenino en particular porque la realidad es que hay un crecimiento muy importante. Todos sabemos que tanto en el interior como aquí, en la capital, debe haber equipos que tienen fútbol femenino, pero que solamente les prestan el nombre para que después se arreglen como puedan. Ese es un proceso para cambiar. Es muy difícil pasar por la cabeza de toda la sociedad que el fútbol femenino debe tener el mismo apoyo; sabemos que cuando salen a buscar espónsor es para el fútbol masculino y no tanto para el fútbol femenino. Hay que concientizar en que esto es una construcción de tiempo, de mucho trabajo y esfuerzo”.

Aparece polémica versión de Gol al Futuro

De inmediato aportó otros matices –tal vez los más oscuros de la reunión– Carlos Varela: “Hace unas semanas esta comisión fue a visitar el proyecto Gol al Futuro. Allí se nos plantearon problemas con el fútbol femenino; de ahí surge la inquietud de citar a las partes del conflicto, porque quienes están vinculados directamente con la salud, la educación y el bienestar de las jugadoras nos expresaron la preocupación de que ninguna de estas cosas se estaba cumpliendo. Está bien que esto está en crecimiento y que los partos siempre son dolorosos, pero no se debe jugar con la salud de una jugadora. Que no haya una ambulancia para atenderlas si se quiebran o tienen un problema al corazón; que no haya médicos; que en muchos casos no haya seguridad; que las canchas sean espantosas; que no haya dónde cambiarse –eso nos lo dijeron todo ahí, no estoy inventando nada–; que no haya vestuarios; que no haya ropa apropiada porque tienen la ropa que les prestan los equipos, ya que la dejaron de usar, no es digno. Eso no es deporte, y en lo personal, pienso que eso no es crecimiento. Que un equipo que se llama profesional tenga a las gurisas jugando en esas condiciones no es digno, y la AUF debería actuar e intervenir. La subcontratación de equipos para poder cumplir con el reglamento también fue denunciada allí. Dicen que hay equipos que no tienen fútbol femenino, pero arreglan con un cuadro de otro lugar, a veces del interior, para que figure como el equipo ese, y yo pregunto si eso es verdad. No lo inventamos; nos lo denunciaron autoridades, no jugadoras. Yo admito lo del crecimiento, pero, como legislador, no lo puedo permitir. No sé si ustedes me entienden: acá hay leyes que protegen la salud del deportista, el bienestar de quienes hacen un deporte y, según se nos señala, eso no se está cumpliendo en ese ámbito”.

El acta dice a continuación “Interrupción de dos integrantes de la delegación”, y sigue Varela: “Quiero aclarar que no estoy diciendo que ustedes sean responsables. Este es un proceso que no se empieza de un día para el otro ni se resuelve de un día para el otro; nosotros tenemos que comprometernos con ese proceso”.

“Se producen interrupciones”, dice nuevamente el acta. Y continúa Varela: “Nosotros también nos tenemos que comprometer, porque, por lo menos, yo estuve ausente de todas estas novedades hasta que me las dijeron. Por supuesto, como soy futbolero, veía los resultados de mi equipo, que ganaba 14 a 0 en algunas divisiones. Uno puede entender algunas cosas que son parte de la evolución, como ustedes señalaron, que algún día se emparejarán. Yo quería señalar estos aspectos no como un cuestionamiento –insisto–, sino para ver qué podemos hacer para ayudar, porque es evidente que estamos fallando también quienes tenemos otras responsabilidades y debemos hacer que las leyes se cumplan”.

Una voz autorizada

Mauricio Pérez, presidente de la Mesa Ejecutiva del fútbol femenino, quien no había participado hasta ese momento, solicitó la palabra: “Quiero compartir un poco de información y aclarar una cantidad de temas; muchos dependen cien por ciento de la organización y otros no tanto. Hay un sistema de cobertura médica en el deporte que es igual para juveniles y otras categorías; hay un protocolo de acción ante una lesión o un incidente en una cancha. Eso está vigente y funciona así hace años. No es que no tienen cobertura, hay teléfonos donde se requiere la ambulancia en caso de una emergencia. Ambulancia en cancha no hay porque no hay tantas disponibles. La organización busca soluciones en conjunto con el gremio, que está muy activo siempre”.

“La sub 14 tiene subvención total; no tiene costo alguno para los clubes. La sub 16 es exactamente igual. Cuando decimos que no tiene costo alguno, queremos decir que más allá de su organización interna, lo de afuera es cero. La sub 19 sí tiene costo. La primera división tiene costo, pero tiene ingresos genuinos; por lo tanto, con esos ingresos cubre lo que tiene que cubrir en costos de trabajo. Es cierto que hay muy pocas canchas y que después de que la actividad masculina fija todo usamos los espacios que van quedando. No todos los equipos de Primera División utilizan sus estadios siempre. Se utilizan mucho, pero no sucede siempre; esa es la lucha que tenemos. Vamos a hablar de la Primera División, que está más desarrollada y es seguramente de lo que el gremio y las jugadoras más se han quejado. Hasta el año pasado, teníamos un reglamento interno en el que había una cláusula que decía que todo equipo de Primera División debía fijar partidos en su escenario principal, sin excepción. Ese es un reglamento interno del fútbol femenino que no va de la mano con el Reglamento General de la AUF que dice que se pueden fijar los encuentros deportivos en cualquier cancha que esté habilitada, que no es lo mismo. Hasta el año pasado, la mayoría de los equipos jugaron siempre en el estadio principal. Cuando no tienen sus estadios, les ofrecemos el Charrúa y también tenemos canchas que la AUF aporta fecha a fecha: Charrúa, Rentistas, Palermo, todas canchas de primer nivel cuando hablamos de Primera División. Ningún equipo de Primera División juega en estadios que no estén en condiciones. Hay estadios que tienen muchísimos años y las instalaciones de los baños o los vestuarios no son los adecuados. Las canchas sí están muy bien; son canchas de primera, aunque quizás los vestuarios no. Por ejemplo, Boston River generó una cancha divina con pasto sintético y está fantástica, pero los vestuarios se quedaron en el tiempo. Ahora están trabajando en recuperarlos. Desde la organización intentamos escuchar –yo soy presidente de la Mesa y voy directamente a las competencias–, porque hay que escuchar mucho, ya que nosotros no vamos a todas las canchas ni conocemos todos los vestuarios. Recibimos información; el gremio está muy cerca y es muy punzante; exige mucho. En ese sentido, hay que tener cuidado; se tiene que dar medio paso a la vez y no tres; cuando uno cincha mucho, es difícil; no hay estructura ni fondos como para aguantar tanto crecimiento. Todo crece, pero los recursos no, y cuando no hay recursos, la situación se complica. Si un equipo de Primera División no tiene dinero para alquilar una cancha, estamos fritos. Hoy día, de todos los partidos de equipos de Primera División, quizás en tres o cuatro la cancha la pone la AUF. Estamos hablando de 30.000 pesos o 35.000 pesos cada cancha para jugar un partido. Entonces, desde la organización se pone mucho trabajo y mucha cabeza para darles las mejores condiciones; después, sí, hay una batalla interna del gremio con los equipos para tratar de mejorar sus condiciones de entrenamiento. Hay una batalla que es a otro nivel y escapa a la organización de la Liga propiamente dicha. Quizá debemos seguir insistiendo en esas cosas, pero nosotros, como Mesa, como organizadores de la competencia, tratamos de dar lo mejor que podemos, con los recursos que tenemos, contemplando horarios, doble jornada y los reclamos de los clubes que utilizan los mismos cuerpos técnicos en distintas divisionales. Por lo tanto, hay que fijar que la sub 16 no coincida con la sub 14 ni con Primera División, porque si coinciden horarios no les da a los entrenadores para ir de una cancha a la otra, no pueden jugar. Entonces, hay que tener cuidado de generar doble o triple jornada, porque, si no, no hay árbitro para cubrir esos partidos. Entonces, hay que hacerlos jugar entre semana; en este caso, hay que alquilar una cancha porque, si no, no tienen lugar. Esto es así, muy amateur; es fútbol profesional, pero realmente no lo es: la base es muy pequeña, es mucho lo que hay y es muy difícil sostenerlo. Hay mucho trabajo y mucha logística en todo esto para cumplir fecha a fecha. Nosotros fijamos hasta el martes: hoy día (el 1º de agosto fue martes) me falta más de media fijación, porque no tienen cancha, esperan que fije uno y dicen: ‘Si juego con la sub 14 acá, ¿cómo hago para llegar a Colonia?’, ‘Si juego en Colonia, ¿cómo hago para llegar a jugar a Pan de Azúcar?’. Hay que armar todo un puzle para fijar una fecha; es muy complicado. Esto ha crecido mucho, pero es muy complejo; con pocos recursos hacemos maravillas. Por supuesto que precisamos más apoyo: necesitaríamos más canchas, de repente, algún terreno en comodato para generar un estadio o un complejo específico de fútbol femenino. Por ejemplo, una jornada con seis partidos consecutivos solucionaría el tema: canchas en buenas condiciones, arbitraje, seguridad. En fin, hay mucho que se puede hacer, mucho para trabajar, pero, reitero, esto es muy amateur”.

Más voces de la Mesa Ejecutiva y surgen otros temas

Grignetti interviene a continuación de Pérez: “Me gustaría aclarar que desde la AUF se financian casi todos los campeonatos; hasta el transporte se les da a los clubes para que puedan viajar al interior del país. Lo que no podemos hacer es dar el crecimiento desde los clubes; desde la AUF ponemos la mejor intención. Les damos las canchas, los jueces, el transporte y todo el apoyo que podemos. Sabemos de las dificultades que tienen algunos clubes que hacen que las gurisas practiquen en la vía pública, a veces, en canchas prestadas; pero no lo podemos cambiar, aunque lo hemos intentado. Hablamos con los clubes, pero en el Uruguay es muy complicado todo el entorno del deporte; cuesta en el fútbol femenino y ¡también en el masculino amateur! Exigimos que haya un médico en uno de los dos equipos que está compitiendo, porque tiene que haber un médico en la cancha. Con referencia al acoso, quiero decir lo siguiente: como autoridades de la AUF, cuando nos hablan de acoso, podemos tomar iniciativas, siempre y cuando tengamos una denuncia escrita que diga: ‘Esto es así porque me pasó, y acá está firmado’, pero si viene Mariana y me dice ‘Me pasó tal cosa’, y cuando le digo ‘Vamos a documentarlo’ no quiere hacerlo, yo no puedo obrar. No puedo hablar con cosas que son intangibles, que yo no viví ni vi. Es muy fácil decir ‘No me apoyás cuando tengo este problema’. ¡No! Te apoyo, pero dame los medios para seguir adelante. Si no me los das, yo no puedo proceder como dirigente”.

“Sobre lo que se preguntó acerca de en qué apoyan los clubes de Primera División, la situación es muy difícil: hay tres o cuatro clubes que los conocemos. Puedo hablar de Defensor, de Danubio, de Peñarol, de Nacional. Hay algunos clubes que trabajan bien y que tienen todo un equipo para poder armar, pero no son todos. Me puedo quedar corto; están Liverpool y otro montón de clubes que trabajan en eso, pero no son todos los que tienen las mismas condiciones. Hay clubes que, de repente, comienzan y después te piden abandonar categorías. Es muy difícil armar esto; es muy difícil sacar adelante el campeonato cuando te llaman los encargados de los árbitros y te dicen: ‘No tenemos jueces, tenés que cambiar tus horarios o armar el partido de tal forma’. Entonces, te arman el campeonato por detrás y lo hacen los jueces. No hay cómo cambiar eso: si no tenés jueces, no podés jugar”.

“En cuanto a lo que se habla de las canchas, quiero decir que no las habilitamos nosotros. Las habilita la Comisión de Canchas; y si a nosotros, como ejecutivos de la AUF, una comisión que está avalada por los árbitros y demás, nos da la autorización de poner esas canchas en el ruedo, tenemos que obrar en consecuencia, porque no somos nosotros los que dictamos las normativas. Entonces, no es tan fácil; quiero que tengan presente eso. Nuestra voluntad es la de hacer crecer el deporte, pero precisamos ayuda, y no sólo de la FIFA, que debe aportar –no sé cifras, no me interesan; eso compete a las autoridades de la AUF y cómo lo desarrollan–; simplemente, planteamos inquietudes y ellos tratan de evacuarlas, en la medida de lo posible, pero en esto no podemos hacer más”.

Dr. Moreno: “Es un poco fuerte que se diga que no se está cumpliendo con la salud de las jugadoras”

Habla el Dr. Diego Moreno, quien aclara, al comenzar, que es integrante de la Mesa. Luego dice: “Quiero recalcar que no se trata de clubes profesionales, porque aunque la institución tenga un equipo profesional en Primera División, el fútbol femenino en el Uruguay no es profesional: son torneos de categoría amateur. Por ende, tiene los defectos del fútbol amateur que todos conocemos. Lógicamente, parte de una raíz económica; al no ser sustentables y ser muy magros los ingresos que tienen, se generan problemas de infraestructura, de ropa, hay poco personal y todo lo que ya sabemos. En definitiva, esa es la cuestión principal; no somos profesionales y no es que alguno de los clubes lo sea. Los contratos que tienen, en muy pocos equipos, básicamente cubren viáticos. Los clubes de afuera vienen y se pueden llevar a las jugadoras, que es lo que pasa con los equipos que juegan la Copa Libertadores; le pasó a Nacional, a Defensor, a Peñarol. Vienen los equipos y se las llevan a Brasil, a Europa, y no dejan ningún ingreso al equipo. Entonces, la cuestión es económica. Al presidente Alonso le gusta decir que tenemos problemas de crecimiento. Bueno, fue un pedido de las jugadoras que se aumentara la cantidad de partidos a efectos de mejorar la competitividad. Eso se venía pidiendo; este año se logró aumentar la cantidad de partidos en varias divisionales, y eso generó que no haya árbitros, que no haya canchas. Ambulancias sí hay en Primera División masculina porque son profesionales. Sí la AUF dispone de un convenio por el que, en caso de existir necesidad, se llama a la ambulancia y concurre. Ahora, me parece un poco fuerte que se diga que no se está cumpliendo con la salud de las jugadoras, porque yo creo que no es así. Considero que la cobertura que tienen es la normal de todo el fútbol amateur. Sí hay problemas de cancha, sí hay problemas con la vestimenta. Generalmente, los clubes les entregan vestimenta que ya no usan de los juveniles, pero también pasa en las formativas. El quid de la cuestión es económico. Con respecto a la pregunta de la diputada Capillera, quien decía que la mayoría son hombres en la Mesa Ejecutiva y en la comisión, eso es así. Teníamos a otras compañeras: Alessandra Mazurkiewicz y Lucía Martínez, quienes eran parte de la comisión. Lucía está en el exterior y Alessandra renunció: fue designada por Peñarol y, por una decisión de la dirigencia principal, momentáneamente está alejada, pero hay más mujeres; no están en este momento”.

Alberto Rodríguez: el fútbol femenino es completamente amateur

“En OFI empezamos con siete cuadros en el 2008, pero hoy en el campeonato del interior ya han estado jugando 44. El fútbol femenino está tapado por toda la gloria del masculino y no tiene el desarrollo que existe en otros lados. De pronto algunos que estábamos en el fútbol masculino nos tiramos para el femenino, y se han logrado muchas cosas: no es un problema de género, sino de trabajar por el fútbol. En cuanto al presupuesto del campeonato, más del 50% lo aporta la AUF. Lo otro se intenta conseguir con producciones de televisión, propagandas y todas esas cosas que cubran el campeonato y que sobre algo para los equipos de Primera División. A veces se consigue y otras, no; el año pasado estaba DirectTV; este año no está. Lo que dije y dijeron los compañeros, de pronto lo expresamos muy a la ligera y no se entiende: el fútbol femenino de la AUF es completamente amateur. Si mañana hay un período de pases y las jugadoras quieren, se van de un cuadro a otro sin problema; nada que ver con las disposiciones que tiene la OFI. Acá no hay consentimiento; simplemente, se van. Entonces, es más difícil trabajar. Los deportes menores de la AUF son todos de categoría amateur: fútbol sala, fútbol playa, fútbol femenino. De pronto pensamos que son profesionales, pero no: son categoría amateur con nombre de profesionales”.

Un final no tan tranquilo

Carlos Varela, quien había agitado la reunión en su intervención inicial, habla nuevamente: “Quisiera agradecer las respuestas de la delegación, que aclaran dudas que se trasladaron. Lo de la cobertura quedó claro: en realidad, cuando hice la pregunta, nunca imaginé una ambulancia para cada lugar. Pero lo que queda claro es que hay una cobertura contratada que supongo que abarca todas las divisiones”.

Allí el acta se vuelve prudente o esquiva y sólo dice “Interrupciones.- Diálogos” y luego sigue Varela: “Aquí se aseguraba que debía haber un médico que se coordinaría con los equipos. Por la aclaración que se nos hace ahora –digo para que quede constancia en la versión taquigráfica–, es que el equipo locatario es el que tiene la obligación de poner el médico; me había quedado la duda acerca de cómo se coordinaba eso. Una vez más, agradezco las respuestas porque este tema nos preocupa particularmente, como les debe preocupar a ustedes, porque ya hemos visto, aun en el fútbol profesional de primeras ligas, algunas desgracias que han sucedido en las canchas”.

El presidente Jisdonian se arrima al final: “Como reflexión, digo que hay que entender los procesos que también tuvo el fútbol masculino. La AUF es del 1900; el primer campeonato profesional es de 1932 y pasamos todo ese proceso del amateurismo marrón, lo que genera los viáticos o no viáticos, cuando el jugador que va para acá o allá. En fin, son distintos procesos que se van a dar con el tiempo y van a llevar o no a que el fútbol femenino tenga el desarrollo que tiene hoy el masculino, el lugar que la sociedad le dé y el interés por parte de las mujeres de jugar al fútbol. En esta comisión cumplimos nuestra función; por algo todos quisimos estar acá, porque nos interesa el deporte y nos gusta colaborar desde nuestro lugar. Y en la jornada de hoy, sin duda que nos llevamos un panorama mucho más amplio que el que teníamos sobre la actividad del fútbol femenino en el Uruguay. También nos llevamos deberes en el sentido de contribuir en el mayor desarrollo de la actividad, entendiendo que la AUF tiene sus responsabilidades, pero también los clubes deben tener otra actitud y un cambio de mentalidad para proveer a la mujer la infraestructura y los materiales necesarios para desarrollar la actividad deportiva.”

De inmediato interviene la presidenta Mariana Fernández y dirá las últimas palabras: “De mi parte, les agradezco porque creo que estas instancias siempre son enriquecedoras y son para sumar, poder escucharnos y construir. Me parece que quedó sin contestar el tema de la educación, que creo que alguien mencionó a la pasada. Puedo contarles lo que nos pasó el año pasado, o el anterior, cuando yo estuve a cargo de eso. Cuando tuvimos los Sudamericanos y las chicas viajaron –las que más me preocupan son las más chicas–, se hizo todo un seguimiento, se les consiguió profesores y se les preguntó qué les faltaba, sobre todo a las del interior del país, que tienen el tema más complicado con la selección y las salidas, pero llega un punto que es la familia la que decide. Nosotros pusimos todas las herramientas a disposición porque, personalmente, me preocupa la paridad entre la educación y el deporte, pero ese obstáculo no fue fácil de superar”.

Y siendo la hora 15.32 de aquel martes, finalizó la histórica sesión de una comisión parlamentaria que se abocó a la temática del fútbol femenino uruguayo.