Se planean cambios para 2025 en la estructura de disputa del Campeonato Uruguayo de la Primera División, aunque no en los tres módulos que lo componen desde 2017, cuando se incorporó al calendario el Torneo Intermedio, que ahora pasaría a llamarse Inicial. Tampoco cambiaría la forma de disputa de cada uno de los tres módulos, Apertura y Clausura a una rueda de 15 partidos, ni del Inicial, con dos series de ochos clubes y que clasificará a la final a los dos primeros, pero que dará como premio un cupo en la Sudamericana y uno en la Supercopa Uruguaya del año siguiente.

La Mesa Ejecutiva plantea que el inicio de la temporada sea con un torneo que, básicamente, es el Intermedio, pero no se puede jugar con ese nombre a principio de temporada, aunque también será una incongruencia semántica, o una redundancia, que el torneo que antecede al Apertura se llame Inicial. Si el Intermedio se hubiese llamado 30 de marzo de 1900, o Banda Oriental, o José Nasazzi, simplemente diríamos que el Nasazzi cambiará de fecha de disputa y que la temporada mantendrá las mismas 37 fechas que suman para la tabla Anual del Uruguayo. El proyecto se comunicará a los clubes en una reunión prevista para el lunes 11 de noviembre a las 18.00.

Las fechas que se manejan, al menos en el boceto inicial, ya están definidas. La final de la Supercopa será el domingo 26 de enero; el Inicial ―estamos a tiempo de ponerle Oriental, por ejemplo― comenzará el 2 de febrero y se extenderá hasta el 19 de marzo, cuando se disputará el encuentro para conocer al campeón. El Apertura irá del 22 de marzo al 29 de junio y, luego del receso de julio, se jugará el Clausura del 2 de agosto al 9 de noviembre.

Cambio de nombre

El Intermedio, que, ahora con otro nombre, en vez de los fríos y las lluvias del invierno tendrá el aura salidora del verano, comenzó a disputarse en 2017. Se jugaron siete ediciones en ocho años porque en 2021, debido a la pandemia, se alteró el calendario original y solamente se disputaron Apertura y Clausura.

Su creación fue tan interesante como necesaria. Se buscó aumentar la cantidad de partidos jugados en el fútbol uruguayo, que pasaron de 30 a 37 por equipo en cada temporada. Hubo dos cosas que, al parecer, le jugaron en contra: la época del año en la que se disputó hasta ahora y los premios poco atractivos que se otorgó a los ganadores. La fecha de disputa será mucho más amigable, pero el premio de jugar la Sudamericana y la Supercopa Uruguaya sigue siendo el mismo, así como los 21 puntos, que en más de una temporada han sido determinantes.

Hasta ahora el Intermedio arrancaba con el invierno, época en que va menos gente a la cancha. Además, algunos planteles comienzan a perder jugadores cuando en junio se abren los períodos de pases en varias ligas del planeta. En el fútbol uruguayo es muy difícil mantener a las figuras: el jugador que anda bien busca pegar el salto al exterior.

En contrapartida, los clubes ―hasta este año, en que se cambió la normativa― no podían incorporar jugadores hasta la finalización del Intermedio. Por eso, muchas veces se definía el torneo con equipos absolutamente desintegrados y esto le quitaba atractivo a la competencia.

El premio por salir campeón es un boleto a la Copa Sudamericana, pero al certamen continental clasifican los equipos ubicados entre el quinto y el octavo puesto de la Tabla Anual, por lo que, hasta el momento, nunca fue necesario utilizar la carta de campeón del Intermedio para obtener el cupo internacional.

Nacional, el dueño del Intermedio

Nacional fue campeón en cinco de las siete ediciones en las que se disputó el Torneo Intermedio: 2017, 2018, 2020, 2023 y 2024. Las otras dos las ganó Liverpool, en 2019 y 2022. Si efectivamente cambia de nombre y de fecha, quedará como un certamen que, con el nombre de Intermedio, sólo ganaron dos instituciones.

Defensor Sporting ―en dos oportunidades―, River Plate, Peñarol, Montevideo City Torque, Wanderers y Liverpool, el único de los finalistas que ganó y perdió en la definición del torneo más corto del Uruguayo, son los que también llegaron a la final.

¿Qué hay de nuevo, viejo?

Disputar el torneo al comienzo de la temporada tiene ventajas. Por un lado, la época del año es mejor para ir a la cancha y la estación invita. Por otro, la ansiedad por volver a ver a los equipos, luego de un par de meses de inactividad, seguramente haga que la convocatoria sea mayor, más allá de la poca importancia del certamen en disputa.

También se soluciona el desinterés de junio. Pese al frío del invierno, se estará definiendo el Apertura, que tiene mayor relevancia en la definición de la temporada, y eso genera atractivo para los tres o cuatro clubes que estén involucrados en la disputa del título en las últimas fechas. Por la importancia de los puntos en disputa, seguramente, los clubes tendrán que afinar estrategias contractuales con cláusulas que establezcan que los jugadores no pueden salir hasta su finalización.